Revista Comunicación

Pero si ya es Navidad

Publicado el 21 diciembre 2016 por Jose Salgado @exelisis

Reconozco que tengo instalado un sistema que evita que vea publicidad en muchas webs, además soy de los que acede eso que se llama ceguera selectiva, me puedes poner banner ocupando toda la pantalla que ni me entero. Si todos estas pequeñas disfuncionalidades mías no fueran suficiente, a la que veo un email con el subject Navidad o veo nieve en el cuerpo o un tipo gordo con barba, me salta el filtro anti-spam y se va directamente, no a la papelera, sino que el ordenador explota, entra en autocombustión y luego desaparece través de un agujero de gusano a otra dimensión.

Reconozco que no es muy normal, sobretodo porque llevo ya un dineral gastado en ordenadores, pero entre que soy despistado y no me gusta la navidad ni por casualidad, no ha sido hasta ahora que me he dado cuenta que en menos de tres días empiezan todos estos saraos que de tan mal genio me ponen, que si el caga tío, que si Papa Noel,que si nochebuena, que si San Esteban, que si fin de año, que si los reyes magos, por Dios Scotty beam me up.

Sigo pensando lo que he pensado durante mucho tiempo, la navidad es un concepto bastante sencillo de entender pero que implementamos de la peor manera posible. ¿Como podemos pasar de una época de estar con la gente que quieres y te quiere a una vorágine de regalos, comidas opulentas? Me fascina como de forma paulatina los parrilla de publicidad se llena de anuncios de colonia, de juguetes para niños - que por cierto, algunos los creativos de estos anuncios debería de ir directamente a la cárcel-, de anuncios basados en un marketing emocional que más que sentimientos te dan arcadas.

Me pone de los nervios tener que pensar regalos y regalar por obligación y tanto es así que ya ya ni me encargo, quitando los niños siempre he sido más partidario de regalar cuando veas algo especial para una persona sea la época que sea. Esto de que venga un gordo o tres moritos a camello a dejarte presentes no es la navidad, y solo es aceptable su presencia cuando tienes hijos y puedes disfrutar de su cara de asombro pero en cuanto entramos en la edad adulta quizás deberíamos de comportarnos como tales.

Le sumamos a esto las cenas con personas que no quieres y no soportas, porque la condición de ser familiar no tiene asociada la de llevarte bien, y has de soportar comidas largas y aburridas escuchando al pariente que evitas durante todo el año quejándose de todo y elevando a una nueva dimensión el concepto de vergüenza ajena.

Insisto, es todo mucho más sencillo, para mi la navidad es ver la cara de mis hijos al ver que han aparecido regalos -y creo que este será el último año que conservarán la inocencia- cocinar para las personas que aprecio y tener una comida agradable con una conversación agradable. Y reconozco que todo esto puede pasar todos los días del año y no es necesario esperar a que unos grandes almacenes o las empresas de colonia deciden que ya es hora de ser buena persona.

En serio, no es tan difícil ser buena persona y puedes empezar por ti mismo, si no te gusta ir a una comida navideña no vayas si tu idea es la de vengar afrentas o empezar discusiones banales por el puro placer de salirte con la tuya y humillar a otro familiar con menos suerte que tú. Empieza con solo esto, tu serás más feliz y el resto todavía más.

No compres regalos sino los sientes o mejor todavía, regala algo que no tenga valor económico pero hazlo durante todo el año: llámalos de vez en cuando, diles que les quieres, se parte de sus vidas y no simplemente lo hagas una vez al año y acabes la velada con la trillada frase de me lo he pasado bien. Inútil, si te lo has pasado bien y lo dices en serio, ¿porqué no lo haces más veces?, ¿porqué no los juntas a todos más a menudo en vez de esperar a que te inviten a ti o hacerlo solo una vez al año?

Es verdad que desde que se murió mi hermano, la navidad ha pasado de ser un objeto de odio a uno de desprecio. Era el que unía a la familia -con la ayuda fundamental de su mujer- y desde que no está, estas fechas son complicadas de pasar sino consigo sacarme de la cabeza todos estos problemas que traen siempre estas fiestas. Es una lucha por centrarme en lo importante y que lo accesorio no me desconcentre y me arruine una oportunidad de mostrar de la forma que mejorse, cocinando, el cariño que les tengo a todos.

[1] The Nightmare Before Christmas

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