Revista Cultura y Ocio

Peter Pan. J. M. Barrie

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Peter Pan. J. M. Barrie
     "La primera vez que un niño sonríe, la risa estalla en mil pedazos y de cada uno de ellos nace un hada."
     Ayer hablaba de un niño y es imposible hablar de un niño sin recordar a Peter Pan. El niño que nunca quiso crecer y que llega hasta nuestros días adaptación tras adaptación. tanto es así que incluso hay un síndrome con ese nombre. Por eso hoy traigo un gran clásico para todas las edades a mi estantería virtual, hoy traigo a Peter Pan.

     Peter Pan vive en el País de Nunca Jamás, pero también la imaginación fértil de los niños. Se une Wendy y su familia a esta joven y curioso amigo y compartirán aventuras en el país de Nunca Jamás, conociendo a el hada Campanilla y al malvado Capitán Garfio.
     Peter Pan es un clásico que todos conocemos. Por eso es casi inevitable que nos acerquemos a su historia. Yo comencé con Peter Pan en los jardines de Kengsinton, una obra anterior en la que vemos una introducción a un personaje bastante bromista e irreverente. Es curioso como la versión cinematográfica que cobra fuerza en nuestro subconsciente es la primera, la infantil. Una versión que nos cuesta cambiar por mucho que Robin Williams sea un Peter Pan moderno en otra. Y esto es importante porque el de la obra es una persona más egoísta y egocéntrica de lo que hubiera pensado. Y lo mismo pasa con Wendy, toda una  madre improvisada por las circunstancias de la vida, es la antítesis de Peter Pan representada en una niña que tiene prisa por crecer.
     Me llevé una sorpresa al encontrarme a un Pan que no terminaba de caerme bien y a una Wendy que parecía querer quedarse pero hacía tareas propias de quien se mantiene en movimiento. Por eso captó mi atención, por las sutiles diferencias que convirtieron a esta historia en inolvidable. Y Campanilla, el hada tan buena que nos había enseñado Disney y que no había sido concebida como tal, termina el cuadro. Un hada celosa y posesiva que se nos torna muchísimo más real que la que ya conocíamos.
     Es curioso como hay cuentos que nos acompañan toda la vida. Luego de adultos... aceptamos las cosas que no sabíamos o que quisimos no preguntar. Cuando los leemos con ojos desposeídos de tanta inocencia, descubrimos que son todos diferentes al concepto que trajimos e, indudable, mucho más verosímiles. Además rezuma ironía, un fino sentido del humor y un buen puñado de frases geniales, reflexiones que nos quedan martilleando en la persiana. A mi me gustó volver a la infancia con mis ojos de adulta, descubrir la cantidad de lecturas entre líneas que nos habían dejado y que, sin plantear una duda, habíamos creído a pies juntillas. Os presento un hada rencorosa, un niño entrado en años de carácter egoísta que no tiene del todo claro lo que quiere y a una joven Wendy de la que no podréis levantar la vista; a fin de cuentas, no todos los días se tienen dieciséis, aunque sea durante un mínimo espacio de tiempo.
     Está claro que este tipo de personajes despiertan filias y fobias, pero a mi hoy me siguen interesando los niños, así que os pregunto... ¿Cuál es vuestro cuento favorito?
     Gracias

Volver a la Portada de Logo Paperblog