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Picnic en hanging rock

Publicado el 06 marzo 2015 por Descubrepelis @Descubrepelis

PICNIC EN HANGING ROCK


Joan Lindsay publicaba en 1967 Picnic en Hanging Rock, su obra más conocida tras convertirse no solo en un libro de culto, si no en toda una leyenda. Lindsay declaró que su novela se basaba en hechos realmente acontecidos, por lo que las investigaciones, mitos e hipótesis sobre el caso que en ella se plantea lograron convencer al planeta entero de la veracidad de sus lineas. No es de extrañar que una obra de semejante envergadura no tuviese rápidamente una adaptación cinematográfica temprana. Fue así como en menos de diez años de su publicación un joven australiano llamado Peter Weir rodaba su segundo largometraje, empezando a demostrar grandes dotes para contar historias con la cámara. El éxito del filme, a pesar de ser un estreno para salas de arte y ensayo, era asegurado, y sirvió no solo para que un ahora famoso director se labrase un nombre, si no para forjar el cine australiano como símbolo de calidad.

El día de San Valentín de 1900 las alumnas de una selecta escuela femenina se dirige a su anual excursión a la formación rocosa Hanging Rock. Tras un tranquilo y armonioso día de campo, cuándo el grupo decide volver al internado, se dan cuenta de la falta de cuatro chicas y una profesora. En medio de la búsqueda se encontrarán con una de las chicas dando gritos desesperados por el bosque, el paradero del resto: totalmente desconocido.

A día de hoy, y a pesar de lo demostrado, la historia de Hanging Rock sigue siendo uno de esos misterios de la humanidad. Lindsay consigue en su novela crear una atmósfera de suspense realmente asfixiante y absorbente, y su paso a la gran pantalla no solo logra mantener ese nivel, si no que lo lleva hasta el mejor de los limites que puede ofrecer el arte audiovisual.
La historia es tan peculiar y tiene una fuerza tan grande que es fácil quedar atrapado por sus planteamientos, y durante todo el metraje el espectador intentará una vez más lograr entender que pasó ese día de San Valentín, que tanta conmoción ha causado. La mejor manera de conseguirlo es poniendo sobre la mesa todas las cartas, y en vez de ir en busca de resoluciones argumentales sencillas, Weir, gracias al guionista Cliff Green, nos plantea todo aquello que Lindsay construye en su relato. Las imágenes hablan por si solas, y la puesta a punto del metraje es tan sublime y detallista que es imposible que se le escape cualquier detalle de importancia. Weir logra en su película transmitir toda la angustia del libro, y a su vez, ya sea ayudándose de los diálogos o de las imágenes rodadas en la propia montaña, crea una historia impregnada de posibilidades, en la que es fácil concluir con cualquiera de las hipótesis que se han formado alrededor de la leyenda, ya sean científicas, como de aire fantástico y por lo tanto, poco probable.

Podemos adentrarnos en Picnic en Hanging Rock de dos modos. El primero, conociendo su leyenda, y disfrutando -a la vez que descubriendo- del planteamiento que Weir hace de todas esas teorías, transformando el entorno en el que rueda en un personaje vivo, cuya presencia y personalidad son tan imponentes y magistrales que dejan sin habla. La segunda opción es hacerlo desde el total desconocimiento, y dado que personalmente es el que creo mejor para el espectador, ya que en un segundo visionado puede gozar de la otra experiencia, prefiero no adentrarme demasiado en las resoluciones de su historia. Y aunque os recomiendo no hacerlo sin haber visto antes la película, podéis encontrar mucha e interesante información en la red sobre el caso que gira entorno la historia del filme.
Toda la dirección artística de la cinta es de lo más loable, no solo por la majestuosidad de la localización principal que es esa épica roca, si no también por la buena mano del equipo de Weir al conseguir una atmósfera estupenda para la escuela femenina, así como para el vestuario, el maquillaje y la peluquería de todos y cada uno de los personajes. Unos personajes interpretados con total entrega, en la que destaca una imponente Rachel Roberts en el papel de la institutriz del internado y Anne-Louise Lambert, cuya fantasmagórica presencia como una de las chicas desaparecidas impregna todo el relato. No puedo olvidar el encomiable trabajo de Bruce Smeaton, cuya partitura ayuda a dar vida a ese ente natural que es Hanging Rock, una banda sonora digna del mejor cine de suspense.
Picnic en Hanging Rock es una película que deja poso en el espectador, de la que es difícil desprenderse, y que queda grabada fácilmente en la memoria. Las ganas de conocer mucho más de ella tras su visionado, no hacen más que alzar el trabajo de Weir hasta las nubes. Una obra imprescindible del cine, estupenda.

TÍTULO ORIGINAL Picnic at Hanging Rock AÑO 1975 DURACIÓN 110 min. PAÍS Australia IDIOMA Inglés, Francés (algunas palabras) DIRECCIÓN Peter Weir GUIÓN Cliff Green (Novela: Joan Lindsay) MÚSICA Bruce Smeaton FOTOGRAFÍA Russell Boyd REPARTO Rachel Roberts, Vivean Gray, Helen Morse, Kirsty Child, Tony Llewellyn-Jones, Jacki Weaver, Frank Gunnell, Anne-Louise Lambert, Karen Robson, Jane Vallis, Christine Schuler, Margaret Nelson, Ingrid Mason, Jenny Lovell, Janet Murray PRODUCTORA Australia Film Corporation / Picnic Productions PRESUPUESTO 440.000 AUD (Estimado) (311.255 €)

TEMÁTICA Basada en hechos reales. Años 1900 (circa). Secuestros / Desapariciones. Colegios / Universidad

El día de San Valentín de 1900, las estudiantes de la Escuela Appleyard van de excursión a Hanging Rock, una región australiana montañosa. A lo largo del día se producen una serie de fenómenos sobrenaturales: el tiempo se detiene, estudiantes y maestras pierden el conocimiento y tres chicas y una profesora desaparecen.

1976: BAFTA: Mejor fotografía. Nominada a Vestuario y Sonido.
1976: AFI (Instituto de cine Australiano): 7 nominaciones. Incluyendo Película, Dirección, Actriz (Helen Morse).
1979: Premios Saturn: Mejor fotografía. Nominada a mejor guión.

+ "Un subyugante y extraño filme, de fascinante pulso narrativo, que narra la misteriosa desaparición de un grupo de colegialas australianas durante una excursión. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)
+ "Fascinante desde el primer al último minuto. [...] Les aseguro que van a disfrutar de una pieza de arte digna de las más desaforadas alabanzas." (Sergio Benítez: Blog de cine)
+ "Emocionante y estremecedora. El misterio velado tiene una belleza única, y a pesar de todo inquieta, porque se asoma a una trastienda en la que cada solución posible es más horrible que la anterior. [...] 'Picnic en Hanging Rock' deja en el espectador un recuerdo imborrable. (Eduardo González: Vivir el Cine)

PICNIC EN HANGING ROCK

8,0

PICNIC EN HANGING ROCK

6,9

PICNIC EN HANGING ROCK

7,6

NOTA MEDIA: 7,5


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