Revista Diario

Pífano

Por Belen
Así se llama la flauta que mi hijo aprenderá a tocar a partir de octubre, Pífano. En la última clase de Iniciación Musical su profesora nos dijo con qué flauta empezaríamos a tocar, además será ella misma quien de las clases al peque, ya que ella toca la flauta travesera. Mi hijo está feliz porque siga siendo ella su profesora, la mira con admiración, y le encanta verla tocar.
Yo pensé que se trataría de una flauta normal y corriente de las de soplar de toda la vida, pero cual fue mi sorpresa en la tienda de música cuando fuimos a comprarla cuando comprobé que se trataba de una flauta travesera ¡¡en pequeñito!!.
Es muy complicado tocarla. Como dice su profesora hay que encontrar la posición correcta de los labios y tener un poco de tino. Para mi es difícil hacerla sonar, y el peque aún no ha podido, pero la coge muy entusiasmado y me pregunta si esa es la manera correcta. Y como no logra hacerla sonar, él solo hace el sonido con la voz. Lo importante es que se familiarice con el instrumento, que lo coja, que lo haga suyo.
Solamente compramos una, pero dado que yo voy a seguir yendo con él a clase y aprendiendo con él, he pensado que sería interesante comprarme yo otra para así hacer nuestros primeros pinitos juntos, tocar en casa y así motivarle. Así que en cuanto tengamos un ratito nos hacemos otra escapadita a la tienda de música. Así de paso vuelve a tocar los pianos, los bongos, los platillos, el órgano.... En fin, como veis disfrutó mucho en la tienda.
También me han recomendado que le vaya poniendo piezas de música que tengan flauta como badinerie de Bach o la flauta mágica de Mozart. Le ha gustado mucho más Mozart, como era de esperar. Su primer CD de clásica fue el de las Serenatas de Mozart, y es su preferido. También tengo que hacerme con un CD de flauta del Método Suzuki, que ya os comenté en su día. Ese día os comentaba que no podría ser flauta travesera, como él pretendía, craso error. Sí que será travesera. Cuando la vio se le salían los ojillos de las órbitas.
Todo ello para trabajar el oído del peque un poquito este verano. Aunque no creo que se vaya a olvidar. Por ahora, y esto ha sido cosa suya, yo no he influído, ha sacado todos sus instrumentos musicales a la mesita que tiene en el salón (de su propiedad): cascabeles, caja china, pandereta, flauta. Todo está allí y lo toca varias veces al día mientras canta las canciones que ha aprendido.
Me da pena el parón de verano porque el peque lo ve como una diversión, le encanta aprender, así que me toca repasar con él las notas que nos han enseñado, las claves, su dibujo en el pentagrama, para que no lo olvide ni él.... ni yo.

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