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Un grupo de ingenieros de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, han simplificado el proceso de creación de energía mediante pirólisis de plásticos, en un paso más para acercar esta técnica al gran público y obtener así nuevas fuentes de generación energética.
Usando la pirolisis, (rotura por calor) en la que el calor ayuda a descomponer en gas los materiales, la universidad asegura que ha logrado descomponer el plástico en sus elementos básicos. Los gases obtenidos pueden inyectarse directamente en motores adecuados para la producción de energía. Esto puede llevar a la reducción de la contaminación por plásticos puesto que se pueden usar como materia prima de este proceso, poniendo en valor un residuo.
La pirólisis aplicada reduciría la cantidad de plásticos que se mandan a los incineradores, y que simplemente se queman con el resto de la basura, en procesos mucho menos eficientes que el que plantean los ingenieros investigadores. De esta forma se obtienen dos beneficios en uno pues se ayuda a preservar nuestro medio ambiente y se obtiene una nueva fuente de energía, con una nueva materia prima. Ya está en proyecto la construcción de una planta que realice este proceso en el futuro cercano.
Como hemos comentado la pirólisis es la descomposición química de la materia orgánica, como el plástico, y de muchos otros materiales, exceptuando metales y vidrios, que no se descomponen si no que se funden. Está causada por el calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno y halógenos. Involucra cambios simultáneos de composición química y física.
La aplicación de la pirólisis a la valorización y tratamiento de residuos está creciendo en importancia y se usa junto con otras tecnologías avanzadas de tratamiento de residuos. Hay que hacer constar que la pirólisis no elimina los residuos sino que los transforma en distintas sustancias que pueden luego aprovecharse, como en el caso de los plásticos.
La pirólisis vierte al aire desde sustancias relativamente inocuas hasta muy tóxicas. La pirólisis se puede utilizar también como una forma de tratamiento termal para reducir el volumen de los residuos y producir combustibles como subproductos. También ha sido utilizada para producir un combustible sintético para motores de diésel a partir de residuos plásticos.
Como ejemplo de pirólisis que se utiliza en la actualidad tenemos la destrucción de neumáticos usados. En este contexto, la pirólisis es la degradación del caucho con el que se construyen estos elementos de la rueda mediante el calor en ausencia de oxígeno.
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