Revista Coaching

¿Planificas o procrastinas?

Por Jofoba @jordifortunybad

¿Planificas y procrastinas? o ¿planificas para procrastinar?. De acuerdo, también es cierto que puedes planificar y no procrastinar. O también, puedes no planificar y no procrastinar y seguro que tampoco te va mal.

Mézclalo como quieras y todo tendrá sentido, pero hoy nos centraremos en una de las combinaciones más curiosas: la de planificar para procrastinar. Sabéis aquello de que los extremos se tocan, pues, un poco, este es el caso.

Estoy seguro que el concepto de planificar os transmite sensación de productividad, de organización. Mientras que, la palabra procrastinar, os hace pensar en todo lo contrario: desidia y baja efectividad. Por lo tanto podemos decir que, efectivamente, son dos concepciones contrapuestas, alejadas, extremas, en cuanto a efectividad se refiere.

Pues no te creas, más veces de las que parece, no están tan alejadas. Y es que la planificación puede ser también la antesala de la procrastinación.

Y es que no es extraño ver planificaciones poco productivas. Poner una fecha, asignar un tiempo futuro en el que realizaré una determinada tarea, no es en absoluto garantía que la vas a hacer. Podemos prever que haremos, podemos hacer una declaración de intenciones sobre qué intentaremos hacer. Incluso, con un compromiso extremo respecto a la tarea, puede pasar algo que te impida realizarla: ¿no te pones enfermo? ¿no se te cae el Adsl o estropea el ordenador?

También hay defensores, y yo lo he escrito hace algún tiempo, que la procrastinación puede tener su punto productivo. Controlar la impulsividad frente determinadas tareas, puede provocar que las afrontemos de manera más efectiva. Dejar cierto tiempo de maduración puede aclarar alguna tarea o mejorar alguna idea.

Así pues, habiendo visto que ni tanto ni tan poco, y volviendo a la relación entre planificar y procrastinar que os planteaba: ¿cual es la relación que les veo?

Pues que el recurso planificar, demasiadas veces lo utilizamos (consciente o inconscientemente) para procrastinar a plena luz del día. Podemos procrastinar una tarea sintiéndonos bien, porque como la hemos planificado, es casi como haberla hecho y es señal que somos muy organizados (aka productivos o efectivos). Es otra forma de decir, como no se por donde entrarle, ya lo haré más adelante, pero en lugar de ser sinceros con nosotros mismos y afrontarlo para ver que pasa, chutamos el balón hacia delante y ya nos lo encontraremos. Y cuando volvemos a llegar a él (a la fecha planificada para realizarlo), entonces, quizá si nos hacemos la reflexión que planificar no sirve, porque no lo cumplimos, que siempre nos salen imprevistos. ¿Y automáticamente que hacemos? Volvemos a chutar el balón (asignamos otra fecha a la tarea). Y van pasando los días y la tarea por hacer, eso si, ‘bien’ planificada aunque fuera de nuestro sistema. ¿Quieres decir que no le pasa algo a esta tarea? ¿No tendrías que analizarlo con un poco más de profundidad?

Realmente… los humanos, somos los únicos que tropezamos dos veces con la misma piedra. ¿No os ha pasado a vosotros en alguna ocasión? ¿No creéis que, a veces, la planificación es un espejismo en nuestra efectividad?

Post relacionados:

  1. 4 trucos para poner fin a la procrastinación
  2. Planifica ya!! El largo plazo no existe
  3. ¡Muerte al largo plazo!

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas