¿Podemos dejar de ser un país bananero? capítulo 2, la música de Vetusta Morla.

Otra de las cosas que le da mucha guerra a Podemos es lo de los diputados. ¡Claro!, tenemos unos diputados que cobran de nuestros impuestos y no sabemos qué funciones realizan.
Para dejar de ser un país bananero deberíamos de auditar el trabajo de todos esos cargos electos y ver a que dedican su tiempo y si ese trabajo merece una remuneración o no.
No escuchamos a ninguno de los partidos políticos hacer propuestas como que los cargos electos presenten ante sus electores las propuestas o los diferentes campos de actuación en los que trabajan, por eso tienen esa fama de que no hacen nada.
Podemos imaginarnos, por ejemplo, que los cargos electos alaveses podrían ir a la capital a explicar que están trabajando en promover a la provincia de Álava para crear un campo de trabajo a nivel internacional para que los coches puedan ser conducidos de forma automática y que para ello van ha hacer toda la infraestructura necesaria para que las distintas empresas se puedan instalar. Podemos imaginar que estos diputados tienen un plan a 20 años vista y que ya han hablado con Google, Microsoft y la Mercedes para que puedan usar la ciudad para sus distintas pruebas. También podemos imaginar que han dado todas las facilidades a las distintas empresas de telecomunicaciones para que instalen sus equipos de última generación y que han creado un grupo de trabajo en la universidad para apoyar a las distintas empresas que participan en ese proyecto.
Ahora nos podemos preguntar: ¿se imaginan lo que significaría esto?¿cuánto deberían cobrar estos diputados?¿cuánto deberían estar en su cargo de diputados?. Las respuestas son: sería algo extraordinario, deberían cobrar mucho, pero mucho dinero y tendrían estar en sus cargos el tiempo necesario para poder llevar el proyecto a la práctica.
¡Ay! pero todo esto son cosas que sólo están en nuestra imaginación. Lo que de momento tenemos son unos cargos electos que obedecen a oscuros intereses, que no es el bien común, con una nula actividad y que no cumplen de ninguna manera la labor que tienen encomendada. Igualito que en los países bananeros.
Lo que necesitamos son unos cargos electos que trabajen por el bien común, con planes a 20 años, que respondan sin miedo ante sus ciudadanos y sin miedo a equivocarse. ¿Podemos?
Les dejamos con Vetusta Morla.