Revista Literatura

Poemas sobre la vida

Por Amoriense

Poemas sobre la vidaLa vida a veces puede ponerse algo difícil, sobre todo al momento de perder un familiar, amigo o pasar una situación difícil la cual hace que nuestro equilibrio no sea el mismo que cuando estamos en paz con nosotros mismo respectivamente.

En el artículo que te presentamos en la web te daremos algunos poemas realmente increíbles que hablan de la vida y que tratarán de animarte si estás caído de animo y necesitas un empujoncito para poder volver a vivir como lo hacías anteriormente claro está.

Personalmente cuando me siento triste o recuerdo cosas que hacen que mi animo decaiga bastante, busco poemas emotivos que puedan hacerme sentir que estoy bien y estos poemas que te presentamos aquí hacen exactamente eso, mostrarte que a veces hay problemas peores y que siempre se puede estar mejor, gran verdad que pocos saben respectivamente.

Por otro lado es necesario mencionar que estos poemas son igual a otros que hemos presentado en el blog, por lo cual puedes utilizarlos para dedicárselos a alguna persona ya que también sirven para ser enviados a esas personas que vemos mal y que no queremos que pasen un mal momento claro está.

Resumiendo un poco todo lo mencionado anteriormente, los poemas presentados hablan de la vida en general, o sea de los problemas que una persona común pueda llegar a tener a lo largo de la vida, aunque a demás se tocan temas sentimentales sobre las perdidas amorosas y temas como las perdidas de amigos y familiares las cuales son realmente problemáticas he imposibles de superar ya que solo se convive con esos dólares.

Sin mucho más que agregar te recomendamos que si quieres entregar algunos de estos poemas lo hagas de forma personal, esto te permitirá llegarle mucho más al corazón a dicha persona a la cual quieres entregarle el poema claro está.

 

Vida

La vida es

una mariposa de abril,

que revolotea feliz en mi jardín.

Fugazmente miro sus colores brillantes al sol.

La vida es una mariposa en mi jardín ;

ahora está aquí,

más tarde en otro rosal.

Cuantos quisieran atrapar esta mariposa

y aprisionarla con alfileres

para tenerla cerca,

para tenerla siempre.

Yo me conformo simplemente,

en contemplar

como viene y va.

Algún día se irá

y no retornará.

Ese día ya no será abril;

ya no habrá jardín que cuidar.

Tus ojos

Tus ojos tristes de niño;

profundos, claros, color chocolate.

Tu rostro en donde el tiempo

ha esculpido, esmeradamente,

con cincel de años las experiencias.

Tu alma a través de tus ojos

como el lago profundo, insondable,

cristalino; de reflejos, colores

y formas a veces difusas.

Tu rostro de expresiones

como los meandros del río;

como las impetuosas olas del mar.

Vida donde se reflejan muchas vidas;

vida que no es propia,

es de todos, sin poseerla ninguno.

Ojos tristes de niño,

descoloridos, acusando agonía

con fuego y llama de esperanza.

Ojos negándose a cerrar,

para no perder una nueva tonalidad de color,

una minúscula variedad de la forma,

un pequeño cambio, un paisaje,un lago, una gota de agua.

Ojos que han llorado de alegría,

de amor, de dolor, de pasión.

Que miran sin mirar

el infinito y el más acá.

Hasta Pronto

¡Heme aquí!, yo caminante de otras galaxias,

desde aquí

observando la luz de tu ventana.

Adivinando tus pensamientos, movimientos

deseos, emociones.

¿Cómo estas?

No te preocupes;

sólo soy viajero, caminante,

una palabra, un suspiro, un latido del corazón.

Alguien que llegó y se va.

Heme aquí observándote en tu casa

como en mi casa.

Un desconocido pasa y conversa algo;

la nieve cae y cubre la calle,

y yo estoy aquí: observando la luz de tu ventana.

No, no te preocupes, sólo pensaba, recordaba.

Recuerdo el abrigo de tu chimenea.

Pero soy viajero, caminante que emprende el rumbo.

Un rumbo sin rumbo, porque no hay caminos.

Sólo pensaba, emprendiendo el camino.

Vuelvo la vista al frente y miro tu ventana.

Duerme, que otro viajero tocará a tu puerta.

Siempre los caminantes tocarán,

siempre la nieve será fría y la calle oscura.

Los recuerdos son tibios y las palabras son inciertas.

Que el tiempo no tiene principio, fin o límite.

Desde aquí, la física vía que nos divide,

como una vía láctea infranqueable

y el espíritu que nos une con el pensamiento.

Porque la energía es una;

el pensamiento es nuestro,

y el luchar es de todos.


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