Poliuretano proyectado, cuando el remedio es peor que la enfermedad

Me gustaría hablaros de una solución constructiva que me ha sorprendido por saltarse el mayor número de recomendaciones constructivas. Se trata del aislamiento térmico bajo cubiertade madera con poliuretano proyectado.

Tenemos todos claro que el aislamiento en la cubierta es muy importante, tan obvio es que el calor sube y es ahí arriba donde tenemos que aislar, como los siguientes enunciados, destrozados libremente por esta solución.

• El edificio debe poder transpirar: Se da la casualidad de que estamos hablando de un aislamiento de poro cerrado, y que en el momento que se instala pasa a convertirse en una barrera parcial para el paso del vapor de agua, lo cual nos obligará a ventilar mucho más nuestro espacio bajo cubierta, o a prepararnos para tener condensaciones intersticiales. (tiene una resistencia al paso de vapor de agua MU de entre 60 y 150 (entre 330 y 825 MN·s/g·m)
• Se debe dejar respirar la madera: Este tipo de aislamiento tiene una estructura rígida e impermeable, que de la misma forma que impide la transpiración del edificio, impide a la madera mantener su higroscopicidad y, por tanto, puede acumular agua en su interior que empezará a condensar entre la madera y el aislamiento.
• Es vital proteger la madera de los xilófagos (termitas, polilla…): Con un caparazón aislante alrededor de la madera, convertimos poco a poco la dura madera en una rica mousse para las polillas, ayudando a mantener su ambiente húmedo y caliente. Si  una viga, por ejemplo, tiene un par de polillas en su interior y proyectamos la viga, lo que en realidad hacemos en crear un gran comedero para xilófogos. ¿Qué provoca esto? Que poco a poco nos vayan debilitando la viga, reduciendo su capacidad portante y que se nos venga abajo con solo tocarla, y eso sin tener indicios exteriores de su debilidad.
• Utilizar acabados con buen comportamiento en caso de incendio: Tenemos que tener en cuenta el comportamiento del poliuretano en caso de incendio.  La tabla 4.1 del DB-SI1, que recoge las exigencias de reacción al fuego de los elementos de revestimiento de paredes, techos y suelos, excluye explícitamente el interior de viviendas, lo cual creo que es un error considerable. La espuma de poliuretano “al aire tiene una clasificación C,s3-d0, D,s3-d0 y E de cara al comportamiento al fuego.

Con esto quiero dejar clara la exigencia normativa de no dejar visto el poliuretano proyectado al interior, siempre debe cubrise con cartón yeso u otro, pero además de esto alertar sobre el debilitamiento que supone para las estructuras de madera, teniendo en cuenta las condensaciones intersticiales y los insectos que atacan y debilitan la madera. Lo que puede parecer una solución barata, puede ser un gran peligro estructural y en caso de incendio tener un riesgo de colapso de la cubierta, cuando una estructura de madera al aire se comportaría mejor en estos casos.

#aislaconcabeza