Polonia exhuma a la tercera víctima del siniestro aéreo de Smolensk

(EFE, 20/03/2012, Varsovia)

La justicia polaca exhumó ayer los restos de una tercera víctima del accidente aéreo de Smolensk (Rusia), ocurrido en 2010 y en el que murieron el entonces presidente polaco, Lech Kaczynski, y otras 95 personalidades políticas, militares y religiosas.

La fiscalía militar ordenó exhumar el cadáver de Janusz Kurtyka, después de que su viuda denunciase irregularidades en la autopsia practicada por especialistas rusos en Smolensk.

Esta es la tercera exhumación que llevan a cabo las autoridades polacas, siempre a instancias de las familias de los fallecidos, que en los tres casos hablan de errores en la documentación que acompaña a las autopsias elaboradas en Rusia.

Janusz Kurtyka fue un destacado político nacionalista, responsable del Instituto para la Memoria Nacional, una institución encargada de investigar los crímenes cometidos contra ciudadanos polacos durante el periodo de ocupación nazi y el régimen comunista.

La viuda de Kurtyka pretendía que la nueva autopsia se realizase en presencia de un especialista estadounidense, aunque finalmente la fiscalía polaca rechazó esta petición.

Algunas de las familias de los fallecidos en el siniestro aéreo de Smolensk denuncian que existen presiones para evitar nuevas autopsias y avanzar en la investigación del accidente.

Estas familias, vinculadas al partido nacionalista-conservador Ley y Justicia, primer grupo de la oposición en Polonia, denuncian una presunta conspiración contra el anterior presidente del país, Lech Kaczynski, muerto en el accidente.

El primer ministro, el liberal Donald Tusk, afirmó hace unos días que no entendía la decisión de las familias de exhumar los cadáveres de los fallecidos, aunque respetaba su voluntad.

Tusk sugirió que las imperfecciones en las autopsias efectuadas en Rusia no son sorprendentes, sobre todo si se tiene en cuenta el estado en el que quedaron los cuerpos tras el violento accidente.

El siniestro tuvo lugar cuando el avión presidencial pretendía tomar tierra en el aeródromo de Smolensk, en el oeste de Rusia, en medio de una fuerte niebla.

Aunque el accidente de Smolensk motivó un acercamiento inicial entre Rusia y Polonia, unidas en los primeros instantes por la tragedia, los informes posteriores sobre las causas que provocaron el siniestro generaron un agrio debate y acusaciones mutuas.