Revista Viajes

Polonia; una asignatura pendiente

Por Nacho22 @nuestromundovia
Este pasado verano del 2014 planificamos nuestro viaje entorno a una de nuestras asignaturas viajeras pendientes dentro del continente europeo. Polonia es de esos destinos muchas veces contemplados en nuestros planes, pero ya fuera por un motivo u otro al final quedaba olvidado en el cajón de posibles vistas. Pero por fin ésto último cambió, y con la decisión tomada en firme comenzamos a planificar el viaje, los días necesarios, las ciudades a visitar y la forma más cómoda y/o completa de llegar a este gran país del este de Europa. Al final, y sobre todo por comodidad nuestra y gusto personal, decidimos añadir unas paradas intermedias en dos de las regiones del norte de Italia para seguir completando el amplio conocimiento que tenemos del país transalpino. Así que el relato de este fabuloso viaje terrestre, y cómo suele ser habitual en mi, le iré contando cronológicamente tal como lo vivimos y disfrutamos.
Abordando el Boeing 737 de Ryanair en Santander Polonia; una asignatura pendiente
El viaje comenzó en el aeropuerto de Santander donde embarcamos en un vuelo de Ryanair rumbo a Bérgamo, donde llegamos ya de noche. Y es precisamente por ese motivo que decimos pasar la noche en el hotel NH del aeropuerto de Bérgamo, un hotel confortable, moderno y funcional justo en frente del aeropuerto, y así recoger cómodamente por la mañana el coche de alquiler en el mismo aeropuerto.
Polonia; una asignatura pendiente

Al día siguiente recogimos el coche y en dos horas escasas llegamos a nuestro hotel en Turín, el NH Lingotto ubicado en el emblemático edificio de Turín que en su día albergó la fábrica de coches de Fiat. Este maravilloso edificio de arquitectura industrial renovado magníficamente por el prestigioso arquitecto Renzo Piano fue un capricho mío personal. No se tiene demasiadas oportunidades de hospedarse en un lugar tan emblemático como éste. Los tres días de estancia en la ciudad de Torino, a la que ya habíamos tenido la fortuna de visitar cuatro años atrás, los dedicamos a ampliar nuestro conocimientos de la región italiana del Piamonte. La monumental Alba conocida internacionalmente por ser la capital de las trufas, Bra la cuna del movimiento "slow", el cercano pueblo de Rivoli y los bellos campos del Piamonte repletos de cultivos y viñedos que se pierden por la línea del horizonte, una maravilla. Para rematar pudimos asistir en primera fila a un grandioso concierto de la banda escocesa "Simple Minds" que remató unos primeros días en Italia formidables.
Alba Polonia; una asignatura pendiente
La ciudad de Bra, la cuna del movimiento "slow" Polonia; una asignatura pendiente
Concierto de los "Simple Minds" en la ciudad de Turín Polonia; una asignatura pendiente
El último día lo dedicamos a conocer dos de las ciudades más espectaculares de la región de la Lombardía: Cremona y Brescia. Dos ciudades absolutamente monumentales que nos dejaron gratamente sorprendidos. Ese mismo día entregábamos por la noche nuestro Panda 4X4 de alquiler en el aeropuerto de Bérgamo justo antes de volver a embarcar en otro vuelo de Ryanair que esta vez nos iba a llevar en escasamente dos horas hasta el aeropuerto de Juan Pablo II en Cracovia, nuestra puerta de entrada en Polonia.
La ciudad de Cremona
Polonia; una asignatura pendiente
Polonia; una asignatura pendiente Polonia; una asignatura pendiente


BresciaPolonia; una asignatura pendiente
Nuestro Fiat Panda 4X4 de alquiler aparcado en las calles de Brescia Polonia; una asignatura pendiente
A punto de partir hacia Cracovia Polonia; una asignatura pendiente
Las siguientes dos semanas las dedicamos a recorrer una gran parte de este extenso país. Comenzamos por una de las ciudades más visitadas, Cracovia, una ciudad que no sufrió demasiados daños en la Segunda Guerra Mundial y también vistamos sus alrededores como la gran mina de sal. La siguiente etapa nos llevó hasta Wroclaw conocida también como Breslavia, pero antes pudimos conocer Katowice y visitar el campo de concentración de Auswitch y Birkenau, un lugar imprescindible si se quiere conocer una parte fundamental de la historia política de Europa y las consecuencias a las que llevan los fanatismos y los nacionalismos en el viejo continente. 
Cracovia Polonia; una asignatura pendiente
Los campos de concentración y exterminio de Auswitch y Birkenau Polonia; una asignatura pendiente
Wroclaw (Breslavia) Polonia; una asignatura pendiente
Otras etapas del viaje nos llevó hasta la cuna de la nación polaca. Poznán fue la ciudad donde se sentaron las bases de la Polonia actual que todos conocemos. es una de las ciudades más pobladas de Polonia y fue residencia de reyes polacos y antigua capital del estado. Una bellísima ciudad con una arquitectura envidiable que va desde la medieval hasta los numerosos edificios art-decó, pasando por contemporáneas esculturas en modernas plazas.
La Plaza Vieja del Mercado de Poznán Polonia; una asignatura pendiente
Nuestro flamante Megane de alquiler que nos llevó por casi toda Polonia Polonia; una asignatura pendiente
En busca de la siguiente etapa de nuestro viaje por Polonia, el flamante Renault Megane que habíamos alquilado en Cracovia nos llevó hasta una ciudad poco turística y que pasa muy desapercibida a la mayoría de los viajeros. La ciudad de Bydgoszcz, de nombre casi impronunciable, ofrece una visión de la vida cotidiana de los polacos que viven de espaldas al turismo. Y eso a pesar de ser una ciudad muy interesante y con unas edificaciones formidables, por lo que mereció la pena desviarnos hacia ella. 
La escultura del equilibrista, símbolo de Bydgoszcz Polonia; una asignatura pendiente
Aunque una de nuestras mayores estancias la hicimos en Gdansk, en la que permanecimos cuatro noches alojados en el magnífico hotel Radisson Blue de Gdansk. Situado en pleno centro de la ciudad y en el meollo turístico de la ciudad. Estos días nos sirvieron para, a parte de disfrutar de esta maravillosa ciudad medieval a orillas del Mar Báltico, conocer sus alrededores. Como el pequeño y antiguo pueblo de pescadores de Hel, emplazado en la parte final de un brazo de arena y dunas de más de 30 kilómetros de longitud. Hoy en día es un sobre saturado punto turístico cuyo encanto quedó diluido hace muchos años. Pero el entorno de Gdansk también tiene otros lugares con algo más encanto, como por ejemplo la cercana localidad de Sopot. Un antiguo centro de veraneo y descanso a la que acudían décadas atrás las familias pudientes y acaudaladas de la sociedad polaca. Su cercanía a poco más de quince kilómetros y la gran cantidad de carriles bici hizo que decidiéramos visitarla pedaleando con unas bicicletas que alquilamos en nuestro propio hotel. Una forma sana y muy práctica de hacer turismo.
Vista panorámica de Gdansk tomada desde la noria Polonia; una asignatura pendiente
Museo de Hel Polonia; una asignatura pendiente
La localidad costera de Sopot Polonia; una asignatura pendiente
La última etapa de nuestro viaje a lo largo de Polonia nos llevó hasta su capital. Varsovia nos recibía con un día excesivamente caluroso que acabó con la descarga de una gran tormenta con mucho aparato eléctrico y que justo nos pilló entregando el coche de alquiler, ya que el compacto casco histórico de Varsovia y la céntrica situación del Hotel Sofitel Varsovia donde nos alojamos, hacía innecesario sus uso. La capital de Polonia nos sorprendió por su pequeño casco histórico, perfectamente reconstruido tras la devastación durante la Segunda Guerra Mundial. Por ese motivo y por la fidelidad y el esfuerzo hecho por los polacos la Unesco lo reconoció como Patrimonio de la Humanidad.
Varsovia Polonia; una asignatura pendiente
Polonia; una asignatura pendiente
El viaje iba llegando a su fin. Tras dos semanas recorriendo la geografía polaca había llegado el momento de abandonar este maravilloso y sorprendente país. Un país de contrastes, con una gente mucho más amable de la idea que yo llevaba preconcebida, unos paisajes variados que hacían de la conducción por sus carreteras un verdadero placer y una gastronomía verdaderamente variada fruto del encuentro de muchas culturas diferentes a lo largo de los siglos. Y además un país verdaderamente barato, al menos por el momento.
Embarcando en el aeropuerto Modlin-Warszawa rumbo a Bérgamo Polonia; una asignatura pendiente
Pero aún quedaba regresar a casa. Esta vez deshicimos el camino andado pero a la inversa. Un vuelo de nuevo de Ryanair nos llevó desde el novísimo aeropuerto de Modlin en Varsovia, el pequeño aeródromo en el que operan muchas de las compañías low-cost europeas  hasta el de Bérgamo. Y aprovechando esa parada pasamos un par de días en esta preciosa ciudad de la Lombardia, y ya era la tercera vez que pernoctábamos en la ciudad. Uno de esos días subimos  a bordo de un autobús pasar pasar la jornada en el Lago de Iseo y de paso conocer uno de los pueblos con más encanto de la zona, Lovere. El Lago de Iseo es un maravilloso lago que el turismo de masas aún no ha descubierto, quizás por su relativa cercanía al famosísimo Lago di Garda que se lleva toda la fama y la gloria. Una de sus peculiaridades del Lago de Iseo es que en sus aguas despunta la isla de mayor tamaño dentro de un lago de toda Europa, el Monte Isola. Un enclave único con paisajes espectaculares entre valles y montañas.
Navegando por el Lago di Iseo Polonia; una asignatura pendiente
Paseando por la Cittá alta de Bérgamo Polonia; una asignatura pendiente
Y este es el resumen cronológico de un viaje que nos apetecía mucho, y que por diferentes motivos no habíamos podido llevar acabo....hasta ahora. Después de cuatro vuelos sin contratiempos salvo un pequeño retraso, ocho estancias en diferentes hoteles en otras tantas ciudades, tres traslados privados a los aeropuertos, dos alquileres de coche (tres días en Italia y casi dos semanas en Polonia), una pasada de concierto en directo, y la memoria llena de recuerdos imborrables, un último vuelo de menos dos horas de duración en un avión de Ryanair nos llevaba de nuevo a Santander, a casa, para seguir disfrutando y rememorando este viaje de verano del 2014 recién acabado.
Aterrizando en el aeropuerto Seve Ballesteros-Santander Parayas Polonia; una asignatura pendiente

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