Revista Cultura y Ocio

Populistos

Publicado el 26 noviembre 2014 por Icastico

Deshojar una margarita para votar no va a ser suficiente, habrá que trasladarse a un campo de girasoles y currar la decisión hasta que salgan callos en los dedos, o en las neuronas; mira tú por donde los indecisos podrían convertirse en más mano de obra barata para la industria del sector, aprovechando la coyuntura.

Lo digo porque las formaciones nuevas, que nos parecían una cosa, quieren o pueden parecer otra, y las que siempre fueron como parecían parece que quieren o pueden parecerse a las que no parecían nada en concreto, lo siento por el lio. Aquí hay lobos con piel de cordero y coderos con piel de lobo. Con tanto travestismo vamos a tener que instaurar el “Día del Orgullo Político”, algo inimaginable hasta la fecha. O el “Día del orgullo D”: Donde Dije Digo, Digo Diego”, pero este para regular el desmadre que hay durante todo el año. Creo que los partidos deberían incluir en sus programas un anexo “Fe de Erratas” o de errores quince días antes de las elecciones y remitirlos a las plantaciones de girasoles, para disgusto de los señores de las explotaciones. A los que quedan en casa, muy seguros del voto, o del no voto, les suele dar igual la piel que tenga el elegido.

Pablo Iglesias confirma día a día su coherencia, que Podemos no es de derechas ni de izquierdas. Queda por despejar si son de arriba o de abajo. Si algún día alcanzan el poder va a ser difícil que los de abajo se vean en el mismo lugar, la Historia no ha encontrado aún ningún ejemplo; la excepción es un reto complicado, mucho más que la esperanza. Pablo Iglesias ya demostró no hace mucho su admiración por la reina Leticia, que no le importaría reunirse con ella y tal y tal. Recientemente ha aplaudido el discurso que el Papa pronunció ante el Parlamento Europeo. De entrada, no sé qué coño pinta Francisco ahí, no es lugar para representantes de dioses y sí de hombres, y menos cuando se acude para hablar de asesinatos, que eso dijo al referirse al aborto, motivo por el cual la también eurodiputada de Podemos, Teresa Rodríguez, abandonó la homilía tras haber hecho de tripas corazón quedándose inicialmente. “Tengo muchas amigas, familiares y alumnas que tuvieron que abortar y no son unas asesinas”, comentó. Los que tenían claro que eran de izquierdas (Izquierda Plural) ya habían abandonado el hemiciclo antes de que el Papa comenzara su discurso. Bastante tiene la Iglesia encima como para ir echando bronquitas por ahí. Cada vez estoy más convencido de que las instituciones planetarias están inmersas en la política de gestos, pero para que nada cambie.

No sé si por tan apostólico nombre o por tan significativo apellido, el líder de Podemos le adjudicó un “Bravo” a las papales palabras porque defiende los derechos humanos y sociales como base de la dignidad. Bravo, coño, no va a ir a defender los escándalos de la Iglesia o el adoctrinamiento que en países como el nuestro se lleva a cabo en las escuelas con dinero público, país también en el que se permite un paraíso fiscal para la Iglesia, a cuyas arcas van a parar miles de millones de euros del mismo dinero todos los años. Cosas que Pablo, aparentemente, tiene en cuenta y no aplaude. Católico, apostólico y monárquico. Si a todo lo anterior añadimos los favorables comentarios que algunos prestigiosos columnistas de no menos prestigiosa prensa internacional de las finanzas empiezan a dirigir a su programa económico (restructuración de la deuda), o el pretendido interés de la banca, con la Botín al frente, que estos sí tienen encuestas buenas, por sentarse con él, o que la cuarta parte de sus hipotéticos votantes procederían del PP, me encaja que no quiera posicionarse. Aunque el que mucho abarca, poco aprieta. Pero aún no está en el club de los mangantes y eso parece suficiente.

Pdro Snchez ha entonado su particular “Lo siento mucho, me he equivocado y no (sé si) volverá a ocurrir”. Dice que ha cometido un error. Su elefante ha sido el aclamado artículo 135 de La Constitución, abatido con alevosía a instancias de los mismos que practican cacerías de todo tipo, aunque la pieza más codiciada sigue siendo el vulgar ciudadano, víctima de los daños colaterales. Ha participado, como economista (para las economías boyantes), en su nueva redacción, y como “colaborador necesario” en su perjudicial apoyo. De pronto el arrepentimiento lo tortura (o las encuestas del CIS, que soy muy mal pensado) y secunda una propuesta de la Izquierda más izquierda que el PSOE para que se debata la derogación de la fechoría. Su alegato no deja de ser el mismo y eterno que el del PP, “la herencia recibida” de Zapatero, pero más cainita, sin duda. Si algo bueno ha acabado por tener el ex presidente socialista es haberse convertido en el “punto limpio” de la democracia; allí va todo cristo a tirar los desperdicios de sus formas y reformas. Me quito el sombrero por la educación y dignidad que Zapatero está demostrando ante tanto escombro humano.

La apuesta de Pdro Schez es como esa que los jugadores de Casino llaman “apuesta del pobre”: jugar al blanco o negro, al par o impar, tienen un 50% de posibilidades de ganar una miseria. Previamente sabe que se va a debatir algo que el rodillo del PP va a tumbar con su mayoría absoluta, como así ha ocurrido (173 votos en contra, 139 a favor y 13 abstenciones). Un 50% de ser valiente o cobarde, o casi el 100% de ser “populisto”. Este debate ya lo había llevado IU a la Cámara en otras ocasiones y la iniciativa fue acusada por los socialistas de populismo e irresponsabilidad.

De Mariano Vamosá poco se puede decir, su “hoja de ruta” parece haber sido hecha en el oktoberfest: vamos a proponer una Ley contra la corrupción, la Ley de financiación de partidos, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la de Contratos del Sector Público, la de altos cargos, un Plan Nacional de Regeneración Democrática, revisión del Código Penal, más instrumentos al Tribunal de cuentas, creación de la Oficina Presupuestaria de las Cortes Generales, declaraciones tributarias, limitación del aforamiento, ver lo de los indultos y lo de los gastos de campañas electorales. ¡Otra caña!

En fin, con tanta promesa agotó la tinta. Todo está bloqueado o en obras, para que la tercera edad no se aburra. Con alguna de estas matracas lleva 21 meses, pero ese insoportable instrumento le encanta. Y mañana, día 27, en el Congreso, volverá a prometer lo mismo por tercera vez, dimitida ya la ministra Ana Mato. Por lo menos se presenta con algo más de credibilidad. Por pura coherencia debería dimitir medio PP, supuestamente beneficiado a “título lucrativo” con dinero procedente de la Gürtel. Con un poco de suerte las vuelve a proponer en la próxima legislatura pero desde la bancada de la oposición, que da más energía. A ver si mientras tanto pasa por la ITV, que el hombre no arranca. Y de la Esperanza (del PP), no se sabe nada, cuantos más focos tiene encima, menos se la ve, estos días no conviene aparecer ni decir monagadas. Esa es la verdadera política, sobrevivir a todo.


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