Por Favor, Practica La Amabilidad. Gracias.

Se puede adivinar con bastante precisión cómo se siente alguien de bien o de mal consigo mismo observando su comportamiento con los demás. Hay personas que se quejan constantemente del trato que otros tienen con ellos sin parase a pensar que tal vez éste no sea más que un reflejo de la manera en que ellos mismos tratan a quienes les rodean. 
"Al que es feliz se le nota:  No critica, no envidia, no juzga, no busca pelea  y no se muere por ser el centro de atención."
Ser amable -pero no solo con nuestro jefe sino también con el camarero que nos pone el café- dice mucho de la educación que hemos recibido pero también de nuestro nivel de felicidad y de autoestima. Quien usa su magia para alegrarle el día a las personas con las que se relaciona es alguien que mantiene una excelente relación consigo mismo. De ahí a ser alguien en cuya compañía todo el mundo se siente a gusto, solo media una sonrisa.
Más Que Dar Las Gracias: 4 Actitudes De la Gente Amable
No cotillean
Hablar mal de los demás es el pasatiempo favorito de aquellos incapaces de enriquecerse con algo que no sea disfrutar hiriendo a otros. De aquellos que piensan que cuanto más miserable hagan parecer la vida de los demás, menos nos daremos cuenta de lo miserable que es la suya.
"Las grandes mentes discuten ideas, las mentes mediocres hablan de sucesos,  las mentes pequeñas hablan de gente."  (Eleanor Roosevelt) 

Empatizan
Ponernos en el lugar de los demás, tener siempre presente que todo el mundo con quien te cruzas está batallando contra sus propios demonios -¿sorprendido de no ser la única persona con problemas?- puede cambiar nuestra percepción y ayudarnos a ser más amables en nuestras interacciones.
No guardan rencor
A la larga acumular rencores nos agota mentalmente, nos genera estrés y encima no es de gran ayuda para nadie.
Practican la "Autoamabilidad"
Reaccionar hacia los demás con agresividad, con mala intención o con indiferencia nos hace sentir mal, incómodos y descontentos con nosotros mismos. Para evitar estos sentimientos -y por lo tanto ser amables con nosotros mismos- hay que empezar por practicar la cordialidad con quienes nos rodean.
"He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste,  olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidarán como les hiciste sentir."   (Maya Angelou, en "He aprendido") 
¿Dirías de ti mismo que eres una persona amable?