¡¡¡por fin!!!.

Todo se acaba, y lo malo a veces también. El Viernes 23 a las 24 horas se acaba la insoportable campaña electoral y la interminable letanía de estupideces que hemos tenido que soportar al menos durante dos semanas, aunque algunos empezaron antes de hora.

Dicen que estas elecciones son al Parlamento Europeo, pero nadie lo diría porque aunque es lógico que los problemas importantes de país afloren a la menor ocasión, lo que no tiene sentido es que de Europa no se haya hablado, y no será que no hayan motivos para ello. Los únicos que se han referido al tema central de las elecciones son los euroescépticos para cargarse la idea, y los euroadictos para llamar locos y traidores a los escépticos.

Si los euroadictos no se guiasen tanto por su eurofanatismo y fuesen capaces de razonar sobre los gravísimos problemas del Continente, se habría discutido sobre unas medidas que en vez de solucionar la crisis la han empeorado mucho y una vez superada la recesión que las mismas medidas provocaron han situado nuestra economía en situación de estancamiento, de la que difícilmente saldremos si no se modifican tales medidas. También se habría discutido sobre una Política Exterior Europea que cuenta sus intervenciones por fracasos, algunos estrepitosos. Sin duda se habrían debatido las necesarias reformas de unas políticas agrarias y pesqueras que se parecen demasiado a un mercado caótico donde operan los tratantes y comerciantes más marrulleros. En referencia específica a España alguien habría preguntado la razón de que la Comisión Europea aplique sanciones multimillonarias a bancos que han defraudado a sus clientes al aplicar el LIBOR o el EURIBOR, aumentando en pocas centésimas los tipos de interés pactados en contrato, mientras permiten que los bancos españoles, desde siempre y por el juego de comisiones máximas que en España se vuelven mínimas, apliquen comisiones y gastos que en promedio son tres veces superiores a los del resto de Europa. También se habrían exigido explicaciones del porque la U.E. dispone de los mejores equipos técnicos posibles en todos los temas pero, a menos que lo deban hacer obligatoriamente, cuando los políticos toman decisiones no escuchan para nada la opinión de los técnicos. La discusión habría cubierto una larga lista de otros asuntos en que Europa no funciona ni para atrás, y por supuesto se habrían alcanzado temperaturas elevadas al hacer propuestas para que todo el poder de la Unión no se concentre en unos señores a los que nadie ha votado para esa función, y para que el Parlamento Europeo sea un verdadero Poder Legislativo, y no un simple órgano consultivo sin poder real y capacidad casi nula de influir en la U.E.

En vez de eso, nos hemos pasado quince días oyendo mentiras sobre lo bien que lo han hecho unos, mientras los otros dicen lo contrario, y montones de ¡¡Y tu más!! disparados en todas direcciones, con un candidato que ha sobresalido de los demás, pero no en su calidad política sino en el inmenso volumen de su cagada, gran cagada que su partido pretende solucionar ahora de la manera que lo hacen siempre: dando caña a Cataluña, de siempre el método más seguro para captar votos de manera fácil y rápida en España.

Para celebrar que se acaban las tonterías, voy a mencionar las que en mi opinión son las perlas de estos últimos días.

Izaskun Bilbao, cabeza de lista del PNV, y el Lehendakari Urkullu proponen para Europa el “Modelo Euskadi”, que según ellos consiste en “un modelo de crecimiento sostenible, con economía real y desarrollo social, capaz de transformar la decadencia en un tejido productivo sólido”. Me imagino que la presión que soportan debida a la campaña electoral es la razón por la que se han olvidado del principal ingrediente del “Modelo Euskadi”: un Concierto Económico que permita hacer todo eso con la misma comodidad con que ellos lo hacen todo.

Desgraciadamente Rajoy volvió a hablar en público, esta vez en un mitin en Sevilla, y se dedicó a reforzar sus argumentos sobre la recuperación y sus duras críticas a los que según él mentimos porque no queremos reconocerla, con tres ejemplos, según Rajoy favorables a sus tesis, de tres socialistas europeos. El primero es el italiano Renzi, socialdemócrata que según Rajoy ha alabado la reforma laboral del gobierno español, añadiendo que si en Italia hubiesen hecho algo parecido sus resultados económicos serían como los españoles. El segundo es el Primer Ministro Francés Manuel Valls que Rajoy mencionó no porque haya dicho nada sino porque ha imitado a Rajoy con un recorte de 50.000 millones de Euros. Por último Martin Schulz, actual Presidente del Parlamento Europeo, que según Rajoy ha valorado muy positivamente las reformas que ha impulsado su gobierno. Lo malo de Rajoy es que cuando uno comprueba lo que dice, invariablemente resulta que hay matices que desvirtúan y contradicen sus afirmaciones. Lo que dijo el Sr. Renzi es que si Italia hubiese reformado las relaciones laborales como lo hicimos en España la situación y competitividad de la industria italiana sería mucho mejor, pero ni cocido de vino quiere unos resultados económicos como los españoles con una tasa de paro del doble que la italiana y varias CCAA que no pagan sus facturas. Es cierto que el francés Manuel Valls ha hecho un plan de recortes de 50.000 millones de Euros, pero en lo único que se parece al de Rajoy es en la cifra, porque Valls lo hizo por iniciativa propia mientras Rajoy obedeció ordenes de la Catastroika, y sobre todo porque bastante más de la mitad del recorte francés afecta a la Administración Pública que Rajoy no recortó casi nada. Y Martin Schulz se alegró de que España haya salido de la recesión, nada que ver con las palabras que Rajoy puso en su boca. Lo de siempre, mentiras dirigidas a idiotas que se las puedan creer.

Javier Nart de Ciutadans, para decir que Valenciano solo trabaja y cobra del PSOE soltó nada menos que: “Virgen de cualquier virginidad de cualquier contaminación de nómina que no sea la del partido, y fuera del partido no será nada”. Si resulta elegido y en el Parlamento Europeo utiliza el mismo estilo de verbo, va a salir a traductor por semana.

El Domingo 18 Pascual Maragall asistió a un mitin de ERC donde intervenía su hermano Ernest, y la pestilente boca de Esperanza Aguirre volvió a abrirse para vomitar que era bien conocido que llevados por su totalitarismo los independentistas catalanes utilizaron niños en la cadena humana del último 11 de Septiembre, y ahora utilizan enfermos de Alzheimer para llenar sus mítines. Conozco a la familia de Pascual y Ernest Maragall porque un hermano de ambos, que era mayor que ellos, Pere Maragall, fallecido a finales de los 70, era mi mejor amigo de juventud, por eso, y porque lo dicho por esta señora es una inmensa burrada, no puedo sentir nada más que profundo desprecio por ese personaje, que además no es la primera vez que insulta a los catalanes directamente o a través del independentismo, siempre llamándonos nazis, totalitarios o similares, como cuando precisamente Pascual Maragall estaba en plenas negociaciones del Estatut de 2006, Aguirre afirmó que los catalanes tratamos peor a los castellanoparlantes que los nazis trataban a los judíos, y al exigírsele desde Catalunya rectificación y disculpas se negó a hacerlo. La mejor prueba de que Esperanza Aguirre es una vulgar difamadora que practica el ancestral odio visceral a Catalunya y los catalanes de la maldita aristocracia castellana es que a pesar de las barbaridades que ha llegado a decir sobre nosotros puede pasearse por Catalunya sin problemas, es bien tratada, y espero que lo siga siendo por más barbaridades que vomite, y encima una empresa catalana de selección de directivos le paga un muy buen sueldo por trabajar de florero.