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¿Por qué a los madrileños se les llama «gatos»?

Publicado el 09 noviembre 2016 por Tetodelgado @RutasPorMadrid
Muralla árabe de Madrid

Restos de la muralla árabe de Madrid.

¿Por qué a los madrileños se les llama «gatos»?

Ayer, Carmen, una de nuestras lectoras, realizó un comentario en la entrada sobre la estatua de la libertad madrileña, en la que se preguntaba por las historia de los gatos en Madrid. Resulta difícil afirmar que en Madrid haya más gatos que en otras ciudades españolas, europeas o mundiales, pero sí conocemos el origen legendario sobre por qué a los madrileños -bueno, más bien a los de tercera generación- se les identifica con este felino. ¿Queréis saber cuál es? ¡Pues no dejes de leer!

Corría el año 1085…

El rey castellano leonés Alfonso VI se propuso reconquistar la ciudad de Toledo, por aquel entonces en manos de los musulmanes. Sin embargo, en su camino tenía que franquear la dura barrera defensiva creada por Mohammed II en el siglo IX, donde Mayrit era el bastión más inexpugnable.

Tras varios días de asedio infructuoso, uno de los soldados castellanos propuso a sus superiores una solución. Este soldado conocía bien la ciudad y los puntos débiles de la muralla, ya que era un madrileño cristiano que huyó junto a otros para unirse a las tropas de Alfonso VI. Después de mucha deliberacion, los mandos decidieron llevar a cabo el plan de conquista.

Llegó el día de poner en práctica el plan. Un grupo de soldados marchó con el joven mozo hacia uno de los puntos débiles de la muralla y éste, ayudado de una daga que iba clavando en las juntas de la muralla, logró escalarla y coger por sorpresa a los vigilantes musulmanes de la plaza. Los soldados comentaron entre ellos la habilidad trepadora del mozo y le compararon con un gato.

No quedó constancia del nombre del mozo trepador, pero sí del apodo que recibió: gato. Tanto es así que, como sucedía en muchos pueblos hasta hace bien poco, el mote tornóse apellido familiar. El linaje de los Gato al tiempo se convirtió en sinónimo de nobleza castiza, y todo aquel que se considerase madrileño de pura cepa lo lucía con orgullo entre sus apellidos. Ser un Gato equivalió a ser madrileño original. Uno de ellos, Juan Álvarez Gato, tiene un famoso callejón cerca de la plaza de Santa Ana.

Calle de Álvarez Gato

Calle de Álvarez Gato.


¿Por qué a los madrileños se les llama «gatos»?

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