Revista Cocina

¿Por qué comemos de más?

Por Elijoestarbien @elijobienestar

Sin duda las emociones o el sueño, pueden llevarnos a comer aún sin tener hambre pero esta vez, platicamos sobre las influencias de las cuales ni siquiera estamos conscientes.

porque comemos de mas

Los kilos extras no llegan de la noche a la mañana, es un proceso gradual que puede llevar años. Aunque en nutrición las reglas básicas de sumar y restar no aplican tal cual, una persona que en promedio consume tan solo un 25% más de lo que necesita al día, puede ganar de 1 a 2kg en un año.  Paradójicamente, un estudio encontró que las personas que se enfocan más en dar seguimiento a cuánto comen porque tienen como objetivo controlar su peso, pueden ser más propensas comer en exceso debido a influencias de factores externos.

La cantidad de lo que comes puede ser más circunstancial de lo que crees.

Comer solo o acompañado.

¿Te has preguntado porqué es más frecuente que comas de más cuando estás en una fiesta o reunión?

Cuando una persona come acompañada de otra persona, puede comer hasta 35% más de lo que comería si estuviera sola y hasta un 90% más si se encuentra en un grupo de 7 personas. Entre más grande sea el grupo, mayor será la cantidad que puedes comer sin darte cuenta.

Cuando disfrutas la compañía de otras personas, tiendes a poner menos atención a lo que comes y lo que sientes, y más atención a lo que platicas.

No te levantas de la mesa hasta que te termines tu comida.

Las personas normalmente comemos el 92% de lo que servimos en el plato, así que si la porción es demasiado grande, lo más probable es que comas más.

Hay reglas que aprendes de niño, pero que al paso del tiempo (o de artículos y estudios) no hacen sentido y se vuelven obsoletas.

¿Qué pasaría si la comida de tu plato nunca se terminara? En un experimento, el plato de sopa nunca se acababa y se mantenía siempre a un mismo nivel y al cabo de 20 minutos, las personas terminaron comiendo un 73% más.

Las señales te traicionan.

En un estudio pidieron a los participantes ver una película y se les dio un bote lleno de palomitas viejas y feitas, a pesar de que las palomitas tenían grandes áreas de oportunidad, los participantes se las comieron. Es más, entre más grande era el bote, más comían. No fue hambre, todos los participantes acababan de comer.

Cuándo comes de más, ¿siempre es porque tienes hambre o porque la comida está deliciosa?

No.

Si los demás también comen palomitas,  flota en el aire un olor a “mantequilla” y Cinépolis ya te hizo creer que “el cine sabe a palomitas”  … ¿qué más dá?

Los famosos 20 minutos.

Verdaderamente y por alguna razón todavía desconocida, a tu cerebro le toma 20 minutos registrar que ya comiste suficiente y estás satisfecho.

Entre más rápido comas, más probable es que comas más sobre todo si la porción es demasiado grande.

Realmente no tienes ni idea de cuánto has comido.

Cuando comes algo directamente del empaque, por ejemplo unos cacahuates o unas papas, pierdes la noción de cuánto has comido y este hecho se magnifica si además, estás viendo la televisión y lo último a lo que le estás poniendo atención es a lo que comes.

Depende si crees que la comida es saludable o si es “gourmet”.

Tendemos a subestimar la cantidad de comida que ingerimos cuando creemos que estamos comiendo algo saludable, y podemos terminar comiendo hasta 34% más.

Los mercadólogos y vendedores saben lo que hacen: basta comunicarnos que es una comida/vino/galleta ultra-mega-especial y gourmet (a través de las etiquetas, el empaque o la presentación) para que los mortales como nosotros estemos dispuestos no sólo a pagar más, sino a comer más despacio para disfrutar… pero también a comer una mayor cantidad.

La variedad.

Otra de las razones por las cuales podemos comer hasta el doble, es simplemente porque hay una gran variedad de comida, colores o sabores. Inconscientemente pensamos que a mayor variedad, mayor disfrute.

Disponibilidad. 

La forma en que acomodan los productos en el súper es más una ciencia que mera casualidad: el simple hecho de tener algo disponible o a la mano puede influenciar que comas o no comas, que compres o no compres. En un experimento se dieron cuenta que las personas con un bote de dulces sobre el escritorio comen más del doble que las personas cuyo bote de dulces está tan solo 2 pasos alejado de su escritorio.

La razón no es que 2 pasos den tanta flojera como para dejar de comer, si no que tienes tiempo para dialogar contigo y preguntarte si realmente necesitas comerte un dulce. La respuesta casi siempre es no.

Entender las circunstancias o señales que nos hacen comer más es sólo una parte de la solución, porque el conocimiento y la fuerza de voluntad no necesariamente eliminan automáticamente estas conductas y por otro lado, no es realista medir, pesar o monitorear absolutamente todo lo que comemos durante el día durante el resto de nuestras vidas para evitar comer en exceso.

La buena noticia es que utilizando toda estos descubrimientos a la inversa, es posible hacer cambios a tu favor y sin mucho esfuerzo. A pesar de que no es recomendable comer sin poner atención, sin duda existen algunos beneficios: nada es blanco o negro, sino de colores.

… así que esperen el siguiente post.

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  • Más recursos. 

Mindless eating: Why we eat more than we think.


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