Revista Opinión

¿Por qué el Día de la Mujer es el 8 de marzo?

Publicado el 08 marzo 2015 por Alba Chaparro @Alba_Chaparro

Respecto al por qué del establecimiento del 8 de marzo como el Día de la Mujer hay diferentes versiones, de las que es difícil fiarse debido a las connotaciones políticas que hay detrás: desde protestas obreras protagonizadas por mujeres en Nueva York en 1857, pasando por el incendio provocado por un empresario -también en Nueva York- en 1908 como respuesta a una huelga de sus trabajadoras, que se saldó con casi 150 muertes, hasta las reivindicaciones revolucionarias de mujeres rusas en 1917.

Lo cierto es que todas estas jornadas históricas están relacionadas, por lo que no puede concebirse la instauración del 8 de marzo como Día de la Mujer sin tenerlos en cuenta como un conjunto. Un pequeño resumen cronológico:
1. El 8 de marzo de 1857, en una época en que la mujer se estaba incorporando al trabajo fabril a ritmos agigantados (especialmente en el sector textil), un grupo de trabajadoras decidió manifestarse en Nueva York para para reivindicar condiciones laborales más dignas. La concentración fue duramente reprimida por la policía.
2. El 8 de marzo de 1908, un grupo de mujeres trabajadoras de la fábrica textil neoyorquina Cotton se declararon en huelga para exigir mejoras en sus condiciones laborales. Aunque hay disensión respecto al número de muertes, entre 120 y 150 mujeres perecieron en un incendio mientras estaban encerradas en la factoría. El origen del incendio se atribuye al dueño de la fábrica, supuestamente como medida de venganza respecto a la huelga.
3. En 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (en la que se reiteró la reivindicación del derecho a voto femenino), la alemana Clara Zetkin propuso establecer el 8 de marzo como el Día de la Mujer Trabajadora. El congreso, formado por más de 100 mujeres de 17 países, votó a favor de la propuesta por unanimidad.
4. En 1917, coincidiendo con la conmemoración del 8 de marzo por parte de mujeres trabajadoras rusas, multitud de obreras textiles tomaron las calles al grito de "Pan, Paz y Libertad" a causa de la carestía de alimentos a la que la población se veía sometida. Este hecho fue el primer conato revolucionario que desembocaría en la famosa Revolución Bolchevique en octubre del mismo año.
5. Aunque el Día de la Mujer Trabajadora se institucionalizó en la URSS a partir de la Revolución de Octubre y muchos países lo establecieron también el 8 de marzo, la Asamblea General de las Naciones Unidas no aceptó esta fecha hasta 1977.

Todos estos acontecimientos guardan relación entre ellos y tienen un único punto en común: la lucha obrera feminista. Es curioso que la reivindicación de las clases trabajadoras hayan ido perdiendo fuelle a lo largo de la historia, puesto que en lugar del Día de la Mujer Trabajadora, la nomenclatura para designar al 8 de marzo actualmente es el Día de la Mujer. Con el 1º de mayo pasa exactamente lo mismo: pasó de llamarse Día del Trabajador a llamarse Día del Trabajo. Hay quienes piensan que la lucha de clases y el enfrentamiento de conceptos "obrero-patrón" (trabajador-empresario) son concepciones pasadas de moda, pero basta con observar el interés institucional por hacerlos desaparecer para darse cuenta del interés que suscita su aniquilamiento.

Quizás ya no se llame Día de la Mujer Trabajadora, quizás el 8 de marzo sea políticamente más correcto al llamarse Día Internacional de la Mujer, pero lo cierto es que suprimir ese adjetivo nos hace perder terreno. He escuchado a muchas mujeres defender la eliminación del calificativo "trabajadora" del 8 de marzo aludiendo que ellas trabajan todos los días, no solo el 8 de marzo. Es cierto. También es cierto que cobramos, de media, un 20% menos que los hombres, y que las mujeres, en España, tenemos que trabajar 79 días más que los hombres para ganar el mismo salario, y que la brecha de género en el desempleo ha aumentado durante la crisis. Si ciertas hay muchas cosas, pero para verlas es necesario mirar con perspectiva.

A este respecto escribí un post hace tiempo, también un 8 de marzo. En aquel artículo me preguntaba: ¿Feliz Día de la Mujer? Hoy respondo: no, gracias, feliz lucha de la Mujer Trabajadora. Hasta que la igualdad no sea un hecho, el 8 de marzo ha de ser una reivindicación, no una celebración. Es lo mínimo que podemos exigirnos a nosotras mismas si realmente queremos igualdad.


Volver a la Portada de Logo Paperblog