Revista España

¿Por qué hubo en Madrid un Palacio de las Pipas?

Por Manugme81 @SecretosdeMadri

Madrid ha sido y es una ciudad donde habitan múltiples palacios, los hay más turísticos como el Palacio Real, otros más discretos (aunque igualmente suntuosos) como el de Ferrán Núñez y otros por desgracia ya desaparecidos como el de Xifré. Hoy sin embargo os quiero hablar de otro mucho más cercano y familiar, que de algún modo sigue existiendo aunque ya nadie se refiere a él por este simpático nombre: 'El Palacio de las Pipas'.

Para saber dónde se encuentra, aún a día de hoy, este recinto hay que ir muy cerquita de la Plazuela de Antón Martín, encarar la Calle de Santa Isabel y detenernos ante la colorida fachada art-decó del Cine Doré. Él es quien guarda este secreto de Madrid desde hace casi un siglo, ya que fue inaugurado en 1923.

En la actualidad las sesiones de cine gozan de numerosos avances tecnológicos, desde visionados en 3-D a efectos sonoros envolventes pero, hace casi un siglo, las proyecciones del séptimo arte eran mucho más rudimentarias. Retrocedemos a los primeros albores del cine, cuando éste era mudo, para amenizar las sesiones, junto a la pantalla se ubicaba un piano que, con sus notas, iba añadiendo matices a la sesión para dar un mayor realismo a la experiencia. Lo que no se sabe muy bien es porqué, en este coqueto cine muy pronto se puso de moda comer pipas durante las sesiones. Así que, el sonido de los chasquidos de las pipas acompañaban durante el visionado a los espectadores, creando una banda sonora de lo más singular (e imaginamos que en parte incómoda).

Lo de comer palomitas viendo una película vino más tarde y además, no era tan nuestro como una bolsa de este adictivo fruto seco. Por esto mismo que os acabo de contar al Cine Doré se le conoció durante mucho tiempo como el Palacio de las Pipas.


Volver a la Portada de Logo Paperblog