Más allá de su antigüedad y sus tramas, que a veces nos parecen crueles, los cuentos de hadas tienen una vigencia que todos los Diseños curriculares han sabido rescatar. Son fundamentales para la enseñanza de la Literatura, pero también para el desarrollo psicológico del niño.
El psicólogo infantil Bruno Bettelheim en su libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas señala la importancia de estos textos en la escuela.
- Los cuentos de hadas (y la literatura en general) nos ayudan a comprender el mundo que nos rodea y a nosotros mismos.
- Los cuentos de hadas nos permiten vivir numerosas experiencias que nos ayudarán a encontrar el sentido de la vida.
- Estimulan el consciente al mismo tiempo que liberan al preconsciente y al inconsciente de sus pulsiones.
- La lucha contra serias dificultades es parte inevitable de la vida, pero si uno no huye, sino que las enfrenta, llega a dominar los obstáculos de manera exitosa.
- Los cuentos de hadas plantean de manera breve y concisa un problema existencial. Suministran medios de identificación con el héroe y, a través de él, se imprime la moralidad.
- Los personajes presentan la polaridad que exige la mente del niño: lo bueno y lo malo. Las ambigüedades solo deben plantearse cuando se haya establecido una personalidad relativamente estable sobre la base de identificaciones positivas.
- Los cuentos de hadas permiten al niño poner palabras a profundos conflictos internos y violentas emociones que generalmente el niño es incapaz de expresar.
Cuando desvirtuamos estos textos con la excusa de “suavizarlos” o hacerlos “aptos” para los jóvenes lectores, solo logramos textos insulsos, aburridos y, sobre todo, ineficaces.
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