Revista Comunicación

Por qué no debéis empezar Anatomía de Grey

Publicado el 08 octubre 2016 por Dro @Drolope
Por qué no debéis empezar Anatomía de Grey
Hace cinco temporadas más o menos, os hubiera dicho: “tenéis que empezar Anatomía de Grey”. Fuerais quien fueseis os hubiera recomendado una de las series que llegó a ser de mis preferidas, ¿por qué ahora no? ¿Qué ha cambiado?

Es muy (muy muy) larga:


Trece temporadas de unos veinte (incluso más) capítulos cada una. Ponerse a ver ahora mismo Anatomía de Grey desde el minuto uno es un suicidio. Y no solo eso, sino que probablemente nunca alcancéis los capítulos en emisión en la vida. Porque esta serie es infinita. Cuando Ellen Pompeo se jubile, buscarán a otra Grey con la que poder continuar la serie. Y así hasta el fin de la humanidad.
Por qué no debéis empezar Anatomía de Grey

Todos mueren:

No pretendo haceros spoilers, solo avisaros de que (mucho) más de la mitad del reparto que empieza la serie, no la acabará. Eso es, cogeréis cariño a todos esos médicos y médicas guapos y perfectos que salvan vidas cada día, sin que nadie salve la suya. Y sufriréis. Sufriréis muchísimo.
Por qué no debéis empezar Anatomía de Grey

Un montón de internos nuevos que no importan a nadie:


La muerte de casi todos los personajes hará que traigan personajes nuevos. Como es comprensible, no van a dejar el hospital vacío sin nadie trabajando en él. ¿Cuál es el problema? Pues que los nuevos personajes no le importan a NADIE. Tienen tramas súper banales o forzadas y la profundidad de un charco. Son personajes tan poco complejos que enseguida se nota que solo están de relleno.
Por qué no debéis empezar Anatomía de Grey

La degradación de la serie:

Tampoco vamos a decir que ha habido días en los que Anatomía de Grey fuera una serie con una gran trama. Siempre ha sido lo que es: una telenovela. Lo que pasa es que al principio resolvían algún caso, se esforzaban por averiguar qué les ocurría a sus pacientes o nos mostraban la dura vida de un cirujano. Ahora ni eso. Los personajes se acuestan entre ellos, se enamoran, se desenamoran, y el hospital ha pasado a un segundo plano de tal manera que solo es el escenario.
Por qué no debéis empezar Anatomía de Grey

Nunca podréis dejarla:

Sí, Anatomía de Grey ya no es lo que era. Trece temporadas son más que suficientes para replantearnos si queremos seguir con esta serie, pero el problema es que no tenemos elección. Es adictiva de tal manera que si la empiezas, no la dejarás hasta que ella te deje a ti. Y como no va a terminar nunca, nunca podrás dejar de verla.

Así que, en conclusión: no empecéis a ver Anatomía de Grey. Y para los que la vemos, ya es tarde para nosotros.
debéis empezar Anatomía Grey

Victoria (@MissGoingAway)


Volver a la Portada de Logo Paperblog