Revista Coaching

Por qué no funcionan las charlas de Motivación

Por Sedona

Por qué no funcionan las charlas de Motivación

Aviso, aquí va una entrada larga…¿Has asistido o visto alguna charla de motivación? ¿Cúanto tiempo te duraron los efectos? Seamos sinceros, las charlas motivacionales son encantadoras, ¿a quién no le gustan? Durante unos minutos te hacen sentir mejor, te permiten ver otras perspectivas, te dicen cosas que a todos nos gusta oír, y la lista sigue, y además suelen ser cosas que son verdad. Son fantásticas para darte un empujoncito en un mal día o para hacer un descanso productivo durante la jornada laboral.Sin embargo sus efectos duran menos que un chupa-chups en la puerta de un colegio. Es decir, no producen cambios significativos ni medibles en las organizaciones, porque no los producen en las personas.La causa está clara, es la misma por la que a la gente que quiere dejar de fumar, o hacer más ejercicio, o ser más productivo y dejar de posponer tareas no lo hacen: el cerebro. Hasta hace unos 20 años no se sabía prácticamente nada sobre el funcionamiento del cerebro, e incluso cuando empezaron a extenderse los conocimientos sobre neurociencia no se veía la aplicación práctica que podían tener. Hoy sí. Se sabe, por ejemplo que no hay nada que ejerza más poder sobre nosotros y nuestro comportamiento que las emociones. Se sabe que los pensamientos no tienen ningún poder ante las emociones. Se sabe que conocer los peligros o las ventajas de algo no necesariamente hace que cambiemos nuestro comportamiento. De hecho raramente lo hace. Puede funcionar y de hecho lo hace si no hay nada en nuestro archivo cerebral que contradiga la información que nos presentan.Son las emociones lo que hace que cambiemos nuestra forma de actuar. Si algo nos da miedo vamos a evitarlo. Si algo nos gusta vamos a querer hacerlo. Por eso cualquier cosa susceptible de provocar placer puede causar una adicción, ¿sabes cuántos adultos son adictos al sexo online?La auténtica motivación consiste en ser capaz de mantener un esfuerzo sostenido durante un período de tiempo razonable, suficiente para conseguir el fin que queremos o esperamos.Motivación es ser capaz de mantener las emociones que nos impulsan hacia nuestros objetivos. Es decir, ser capaz de soltar las emociones que nos retrasan, que nos paran, por emociones que nos mantengan centrados en nuestras metas. Que nos ayuden a seguir adelante y a primar el resultado sobre el proceso, por incómodo o inconveniente que pueda ser.Para ello se necesita la capacidad de identificar las emociones en el momento en el que se presentan y ser capaz de procesar las emociones, pero las charlas de motivación no cambian las emociones tanto como se requiere para producir cambios. Es decir, por un tiempo nos sentimos mejor, más positivos, más capaces de hacer cosas, pero cuando pasa un rato y empezamos a plantearnos lo que queremos hacer aparecen otra clase de emociones, las que están almacenadas en nuestro cerebro producto de experiencias y situaciones anteriores, es por esto por lo que las charlas de motivación no funcionan. Por la misma razón que las frases motivacionales no lo hacen. No quiero decir que sean inútiles. Yo las uso, antes y durante los cursos, y las sesiones, pero para reforzar, ya que si pensar en positivo fuera suficiente para sentirse bien no habría nadie que sintiera ansiedad, o tuviera problemas para hablar en público. Ayudar ayuda, pero no es suficiente.Posiblemente estás pensando ahora en una charla o conversación motivacional en la que alguien dijo algo que aún recuerdas. Pero ¿acaso cambiaste algo significativo en tu vida después de oírla? ¿Cambiaste de trabajo, o de pareja, o empezaste a ser más productivo por unas palabras? Puede que sí…durante cinco minutos. Porque ninguna charla motivacional cambia tus archivos emocionales, es decir el rango de emociones que sientes mayormente durante cada día, y que están intrínsecamente unidos a recuerdos de experiencias pasadas, y que aunque ahora ya no recuerdes las situaciones que originaron la emoción sigue estando ahí, para protegerte del peligro, porque tener miedo, para tu cerebro es peligroso, puede significar la muerte, ¿acaso no sentimos miedo cuando hay algún peligro de muerte? ¿Te he dicho antes que tu amígdala es estúpida, que no razona, que es como un puerto usb al que le pones un pen drive con información y no la analiza a ver si lleva virus y la acepta como una certeza?Así que por mucho que te digan que tienes la capacidad de hacer muchas más cosas de las que crees, lo que te puedo asegurar que es verdad; y que si te esfuerzas por conseguir tus objetivos podrás conseguirlos y si no los consigues aún así estarás más cerca de ellos que antes, que lo es; y que eres más inteligente, creativo, productivo, superestupendo y fantástico de lo que tú crees, que también es verdad (también te lo aseguro), no podrás hacer cambios sustanciales y duraderos hasta que no engañes a tu cerebro lo suficiente para hacerlo, o más fácil aún, uses alguna estrategia efectiva que te permita eliminar esas emociones limitadoras. Y no necesitas saber la razón de la emoción, ni explicarla, ni justificarla, y mucho menos aún analizarla y repasar los detalles de la experiencia, eso sólo haría que la emoción se intensifique más aún, recuerda, nuestro cerebro cuando sentimos una emoción intensa nos vuelve estúpidos.Una charla motivacional es motivación externa. La motivación externa dura poco porque no van a la raíz de la falta de motivación, no pueden acceder al auténtico lugar del que nace la motivación interna.Los pensamientos no cambian las emociones, y por tanto no son capaces de cambiar la química de tu cerebro, pero las emociones sí pueden cambiar esa química y producir cambios físicos en el cerebro. Cuando sentimos amor por alguien nuestro cerebro se ilumina como un árbol de navidad, y una serie de hormonas, como la oxitocina empiezan a invadir nuestro cuerpo, cambiando nuestros pensamientos, pensamos en lo agradable que es sentir amor, en las sensaciones placenteras que tenemos cuando estamos con quien queremos, etc.Es la dopamina la hormona que despierta o activa la motivación. De hecho un estudio encontró que las personas que tienen niveles bajos de dopamina tienen niveles de motivación bajos que hacen que trabajen menos para obtener un resultado que otras. ¿Buenas noticias verdad? Es decir, si tu motivación es baja no es culpa tuya, a pesar de lo que hayas oído por ahí, si no que tiene que ver con tus niveles de dopamina. Y lo mejor es que los niveles de dopamina se pueden cambiar.En otro estudio publicado en el Journal of Neuroscience por profesores de la Universidad de Vanderbilt  se encontró también que los niveles altos de dopamina en la corteza prefrontal se correspondían con una mayor motivación, pero había otras personas, los no motivados los podemos llamar, que presentaban niveles altos de dopamina en un lugar del cerebro relacionado con la percepción de riesgos y las emociones. Es decir, en lugar de activar la motivación en las personas poco motivadas se activan las emociones (mira tú por donde) y la percepción del riesgo. Pero es más específicamente en la amígdala en donde se almacenan las emociones negativas. Y por tanto su rol en la motivación es vital, ya que evita que cualquier pensamiento, curso o charla motivacional funcione. En la amígdala se encuentra la fuente indirecta de la motivación interna.¿Qué es lo que se puede hacer para cambiar la motivación? Cambiar las emociones, porque cuando cambian las emociones, fundamentalmente el miedo, el miedo que algún proyecto te produce, el miedo a algo que te pasó en el pasado, el miedo a cambiar, cambia la percepción del riesgo, que básicamente produce miedo, y por tanto la resistencia a la acción será menor. Esa intervención no tiene por qué llevar más de un par de horas en total. Y los efectos producidos serán que, al eliminar las emociones relacionadas con situaciones concretas empezarás a hacer más cosas y al hacerlas sentirte más satisfecho consigo mismo y más seguro, lo que hace que creciera el número de cosas distintas y nuevas que harías, en un mecanismo de auto-refuerzo (disculpadme el palabro pero no encuentro una expresión similar en español) positivo y por tanto tu motivación aumentara exponencialmente.



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