Una cama sin cabecero es como una silla sin respaldo…a la larga, nos sentimos incómodos. El cabecero, aunque parezca un elemento simbólico, que lo es, es una pieza fundamental: nos brinda apoyo, sostén, seguridad, protección; nos sentiremos más seguros con un cabecero detrás de nuestra cabeza. Hay millones de opciones y no tiene por qué suponer una inversión elevada.
En este dormitorio,conjuntamente con el cliente se opto que quedase integrado en el mobiliario realizado a medida ganando amplitud y equilibrio.Se tapizo en un tejido de la firma Grupo Lamadrid en tonos neutros armonizando con las cortinas.