Revista Salud y Bienestar

¿Por que va bien el masaje en los brazos?

Por Eanta

La importancia de cuidar nuestros miembros superiores, tanto en la vida cotidiana, como en el trabajo o el deporte.

Si analizamos la anatomía y la posibilidad de lesiones en los miembros superiores, veremos que es necesario mantener una estructura firme, potenciando los músculos que lo conforman, y regalándoles algún masaje relajante y circulatorio acompañándolo de estiramientos específicos a cada músculo.

El miembro superior comienza en el hombro y al ser una región anatómica compleja, sufre numerosas lesiones, sobre todo a nivel deportivo.

En su descripción anatómica, la articulación del hombro comprende los huesos clavícula, escápula y humero. Estos huesos forman las articulaciones esternoclavicular, coracoclavicular, acromioclavicular y glenohumeral.

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Existe un sistema complejo entre huesos, músculos, bolsas sinoviales, cápsulas articulares y ligamentos que hacen de esta zona un sistema muy complicado en la movilización articular, por lo que la evaluación de una lesión es realmente compleja.

La prevención de lesiones requiere un buen acondicionamiento muscular, tanto de resto del cuerpo como del hombro.

En su parte muscular, el manguito de los rotadores, es la zona más castigada en cuanto a movimientos bruscos o repetitivos.

Las lesiones típicas de esta zona son las contusiones, distensiones, pinzamientos, esguinces, tendinitis, luxaciones, bursitis (bolsa subacromial), fracturas (la más frecuente de clavícula), siendo también bastante común la lesión del tendón de la cabeza larga del bíceps.

La articulación del codo también es de las más complejas y está formada por tres huesos que son el húmero, el radio y el cúbito (ulna).

En realidad son tres articulaciones las que lo componen: la humero-radial, humero-cubital y radio-cubital.

La articulación húmero-cubital permite los movimientos de flexión y extensión.

La articulación radio-cubital permite los movimientos de supinación y pronación del antebrazo.

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La musculatura del antebrazo está compuesta de músculos flexores, pronadores y de extensores, supinadores.

Las lesiones típicas de esta zona son las contusiones, distensiones, pinzamientos, esguinces, tendinitis, luxaciones y fracturas.

La mano está diferenciada por tres partes que son el carpo, metacarpo y los dedos.

El carpo está formado por ocho huesos distribuidos en dos líneas, proximal y distal. Los huesos son Escafoides, Semilunar, Piramidal y Pisiforme, en la línea proximal.

Trapecio, Trapezoide, grande y Ganchoso en la línea distal.

El metacarpo está formado por cinco huesos, uno para cada dedo.

Y los dedos están formados por 14 falanges (dos en el primer dedo y tres en los restantes).

También hay dos huesos sesamoideos situados en la epífisis distal del primer metacarpiano.

Las lesiones de muñeca se producen generalmente por caídas o flexiones, extensiones o rotaciones repetitivas.

Son frecuentes los esguinces, la luxación del hueso Semilunar, la fractura de los huesos Escafoides y Ganchoso.

Son habituales las tenosinovitis y arrancamientos tendinosos, los esguinces, luxaciones y fracturas de los dedos.

Franchol


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