Revista Cultura y Ocio

Por trece razones. Jay Asher

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Por trece razones. Jay Asher
     "-¿Señor? -me repite ella-. ¿Con qué urgencia desea enviarlo?
     Con los dedos me froto, con fuerza, la ceja izquierda. El latido se ha vuelto intenso.
     - No importa -digo.
     La empleada coge el paquete. La misma caja de zapatos que estaba en mi porche hace menos de veinticuatro horas, envuelta de nuevo en una bolsa de papel marrón, sellada con cinta de embalar transparente, exactamente tal como la había recibido yo. Pero ahora está dirigida a un nombre nuevo. El siguiente en la lista de Hanna Baker."
     Una vez más, ha sido una serie de televisión la que ha rescatado un libro del olvido. Como ya pasara con El cuento de la criada, en este caso Netflix ha relanzado una novela que se editó en nuestro país en 2009, provocando una reedición y un fenómeno fan. Hoy traigo a mi estantería virtual, Por trece razones.
     Conocemos a Clay, un adolescente que acaba de pasar por una trágica situación. Una chica de su instituto llamada Hannah y de la que él estaba enamorado, se ha suicidado. Clay recibe un curioso paquete por correo que contiene siete cintas en las que Hannah da los motivos para lo que hizo, concretamente 13. En una sola noche, Clay conocerá el testimonio y las razones de esta chica.
     Vaya por delante que las diferencias entre la serie y el libro so notables. Si bien la protagonista absoluta es la difunta Hanna Baker y el chico que recibe las cintas es Clay Jensen, este, por poner un ejemplo, en la serie escucha las cintas a lo largo de varias semanas mientras que en el libro lo hace en una sola noche. Esto supone una carga emocional distinta, y un completo cambio a la hora de tratar al resto de los personajes, ya que en el libro los conocemos únicamente a través de la voz de Hannah que se mezcla con los pensamientos de Clay, mientras que en la serie tienen voz propia y también tiempo para sufrir sus reacciones a lo sucedido. en todo caso, esta entrada no será una comparativa entre libro y serie de televisión, que además de resultar inútil, desvelaría demasiadas cosas de la trama, pero quede aquí que la historia gana fuerza en su versión escrita.
     El suicidio es un tema incómodo que se trata siempre con mucho cuidado en la literatura y en el cine, convertirlo en el eje de una novela de corte juvenil, no me cabe duda de que ha sido un riesgo y, en este caso concreto, un acierto. No trata el autor de justificar o defender el trágico final de la protagonista, simplemente se limita a darle voz permitiéndonos ser testigos de la cadena de hechos que la llevan a tan trágico final. De este modo y como si de una cadena se tratase, Hannah deja un encargo: realizar el primer envío de las cintas a una de sus razones. Y, a partir de ahí, cada receptor será a la vez quien las envíe al siguiente nombre. Esto hace que, por ejemplo, nos preguntemos qué ha hecho Clay para aparecer en la lista. Involucra de algú modo al lector que, sin darse cuenta, se deja llevar sin querer soltar el libro.
     Jay Asher escribe una novela de lectura cómoda, sin muchas descripciones y sin profundizar demasiado en los personajes secundarios. Lo importante es la voz central grabada en las cintas y escrita en cursiva, y que seamos testigos de esa primera reacción. Descubre de este modo la importancia de los efectos colaterales de cada uno de nuestros actos, la forma en que afectan a otros, y también deja al descubierto la caída en una espiral de autodestrucción de la protagonista a la vista de todos y sin que por ello recibiera ayuda alguna. Es interesante comprobar además, cómo en determinados momentos el lector llega a juzgar lo que Hannah relata, como si necesitásemos comprenderla. De hecho, durante mi lectura hubo actos que no entendí y me dejaron perpleja, haciéndome dudar sobre si buscaba ayuda o destruirse totalmente, como si nada le importara de verdad.
     El resultado es una novela de lectura rápida que esconde un duro argumento en un estilo ligero provocando que para el lector no sea un trago amargo. Me ha parecido interesante sobre todo por los tiempos en los que vivimos, con el bullying a pie de noticias día sí y día también, pero poco más. Esperaba mucho más de un título que está teniendo tanta repercusión y que a mi, personalmente, no me ha llegado a conmover y muchísimo menos a arrasar.
     Y vosotros, ¿la pequeña pantalla también os lleva a descubrir libros?
     Gracias.

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