Revista Economía

Porque quiero la independencia.

Publicado el 03 agosto 2016 por Torrens

Es evidente que España funciona desastrosamente mal, pero esta sería una buena razón para luchar porque algún día tengamos algún gobernante con sentido común, pero no para querer la independencia y largarse de España.

Pero mis razones son otras y se resumen en que como catalán no soy ciudadano español sino habitante de una colonia de España que además es profundamente odiada y despreciada por demasiados españoles, y la pregunta sería ¿Qué puñetas hacemos los catalanes en este país?.

Cuando a causa de las barbaridades de Darth Vader Aznar, las que empezó a cometer después de alcanzar la mayoría absoluta en el 2000, el independentismo empezó a crecer, yo no quería la independencia porque me parecía una aventura compleja que podía acabar mal para todos, pero si creía imprescindible una modificación del estatus de Catalunya en España, sin embargo desde Madrid me han convencido totalmente que la independencia es la única solución precisamente porque la esperanza de conseguir un acuerdo justo y racional que permita un encaje normal y estable de Catalunya en España es total y absolutamente nula.

Por supuesto que el principal responsable es el PP, y dentro de él Aznar y Rajoy que primero crearon las condiciones para que el independentismo creciese como la espuma y una vez creado el problema lo han empeorado hasta lo indecible aplicando como única solución la rendición incondicional. Pero el resto de partidos centrales, en especial el PSOE han sido colaboradores conscientes o inconscientes del proyecto anticatalán del PP, que estoy más que convencido que tiene por objetivo final el ponernos a todos en fila india y con las manos en el cogote, para proceder a la eliminación de Catalunya como CCAA, y a continuación usarla como excusa para el aniquilamiento de la España de la Autonomías, con la excepción, por supuesto, de Navarra y Euskadi, no vaya a ser que se enfaden y ETA vuelva a las andadas, como cuando los tenía a todos calladitos y acongojados.

Lo que más me ha llevado a confiar solo en la independencia como única solución para el país es la constatación del profundo e irracional odio que sienten muchos españoles, quizás la mayoría, por todo lo catalán, que siempre acaba reflejándose en instituciones y medios de comunicación, que además tanto unos como otros hacen todo lo que pueden para impulsar y acrecentar dicho odio con increíbles e inaceptables insultos y falsedades inverosímiles o medias verdades con la peor intención.

De lo que estoy diciendo puedo poner multitud de ejemplos, pero explicaré uno de ayer mismo. El viernes 29-7 El País publicó un artículo titulado “Las autonomías gastaron 1.578 millones en política exterior en plena crisis” que como el título indica trataba sobre el gasto en promoción exterior de las CCAA, donde se indicaba que, a pesar de concentrar todas las críticas, Catalunya es solo la tercera en ese tipo de gasto después de Andalucía y Euskadi, y con un nivel de gasto sustancialmente inferior a la mitad del de Andalucía, pero ayer martes vi que El País publicaba un artículo muy parecido al del viernes, firmado por el mismo llamado periodista, publicado posiblemente después de recibir una bronca por no aprovechar la ocasión de dar caña a Catalunya, y donde las cifras habían sido sustituidas por un monotema que se reflejaba en el título “Artur Mas se gastó en plena crisis 18,5 millones en embajadas” seguido por una descripción del despilfarro de la Generalitat en promoción exterior, que afirman es utilizado además casi en exclusiva en promover la independencia. Desafortunadamente caí en la tentación de responder diciendo que una cuarta parte de las exportaciones españolas son catalanas y el 26% del turismo se va a Catalunya en parte gracias a dichas “oficinas del despilfarro” añadiendo que toda mi vida profesional ha estado dedicada al comercio internacional y que los únicos apoyos eficaces que existen son los de las oficinas de la Generalitat, porque las embajadas españolas son inútiles para temas comerciales. La cantidad de barbaridades que se decían en los comentarios eran increíbles. Un imbécil llegó a decir que no se creía las cifras que yo daba porque la representante en Berlín de la Generalitat no habla alemán. La cantidad de barbaridades e insultos intolerables, relacionados o no con mi comentario, eran de tal calibre y volumen que cuando, sumamente asqueado, abandoné la página los comentarios acababan de sobrepasar los mil, y estimo que al menos 2/3 de ellos eran pura catalanofobia de juzgado de guardia, además entre los comentarios que leí habían dos calificaciones de mal nacidos dirigidas a todos los catalanes. Conclusión, unos llamados periodistas sin escrúpulos se dedican a exacerbar el odio latente a Catalunya mediante medias verdades engañosas, aunque esas oficinas en el extranjero contribuyan a aumentar las exportaciones que son el principal instrumento para salir de la crisis, y si alguien como yo lo menciona, a callar. El asunto es más grave todavía si se considera que dicha actitud contra todo lo catalán ha subido algo de tono con el independentismo, pero no es nuevo, siempre ha sido así. Lo preocupante es que era en El País, no quiero ni imaginarme lo que deben publicar panfletos como La Razón, El Mundo, ABC y otros que no tengo el gusto de leer con regularidad. Cuando se comete una de las muchas barbaridades de este tipo aumentan tanto el odio a todo lo catalán como el independentismo y nos alejamos más y más de una posible solución, demostrándose diariamente que en la época actual del Imperio de Isabel de Castilla la única solución que nos queda a los catalanes es salir pitando.

Hay otras muchas razones para querer la independencia, entre las que están las siguientes:

Infraestructuras. Desde un Corredor Mediterráneo que no solo no hay ninguna intención de construirlo a pesar que no hay técnico independiente que no afirme que es imprescindible, sino que, sobre todo en su tramo catalán, está en estado deplorable, al desastre absoluto de cercanías de Barcelona que ya se está aproximando a la crisis grave diaria, a la misión imposible que es circular en coche por Catalunya sin pagar peajes continuamente, a los accesos al puerto de Barcelona que a pesar de estar comprometidos desde el año 2000 finalmente es el propio puerto quien los está construyendo porque en 16 años y a pesar de todos los acuerdos firmados e incumplidos, uno de ellos aún no hace dos meses, Fomento no ha hecho nada, ni tan solo han iniciado los trámites del proyecto, a un plan de trasvase del Ebro que de llevarse a cabo como quieren en Madrid en algunos años secará buena parte del Delta, y una larga lista de infraestructuras comprometidas desde fechas que ni los abuelos del lugar recuerdan, sin que Fomento haya movido un dedo. En el campo de los servicios públicos Catalunya es la colonia a la que solo se la explota invirtiendo lo mínimo y así cada día hay uno o varios apagones o desajustes de tensión en algún lugar de Catalunya y líneas de alta tensión, que en las zonas privilegiadas de España son subterráneas, en Catalunya cuelgan de torres y sueltan chispas en zonas boscosas, entre muchos otros detalles tercermundistas.

Sistema educativo. Nadie en España, ni Alberto Rivera, quiere enterarse que en el año 2009 la Comisión de Educación del Parlamento Europeo a instancias del PP que esperaba un informe negativo aprovechando que estaba presidida por Dorios Pack, alemana del Partido Popular Europeo, aprobó con nota alta el sistema educativo de inmersión lingüística y determinó que era el más aconsejable para la situación lingüística en Catalunya.

Franquismo. El renacimiento del franquismo es la única explicación de que a pesar del escándalo de las grabaciones de Fernández Díaz y de Alfonso, al Ministro no le haya ocurrido nada en absoluto y encima en las elecciones del 26-J haya aumentado el número de votantes del PP. Esta razón por si sola es más que suficiente para salir del país a la mayor velocidad posible, porque además el PP está extendiendo el franquismo, aparentemente con mucha facilidad, con el apoyo de cerca de la mayoría de españoles, a pesar que su nivel de corrupción es tan descomunal que todo y que han destruido totalmente la Justicia como Poder independiente y la dominan a voluntad desde los Altos Tribunales, tal como se ha demostrado una vez más esta semana cuando la Fiscalía ha renunciado a su obligación de gestionar la acusación de delincuentes y ha pedido al juez que exonere al PP del claro delito de destrucción de los datos de Bárcenas en su ordenador, son el único partido imputado en un delito y baten records de corrupción solo con los pocos casos que no consiguen ocultar. El desmadre judicial controlado por el PP es evidente incluso en temas aparentemente incomprensibles como la inoperancia de la Justicia con la familia Pujol y el caso Palau, mientras la prensa del régimen utiliza ambos casos para atacar la política catalana en general, pero sin que juez alguno se moje.

Financiación. Catalunya es la CCAA más endeudada y está entre las que incumplen el estúpido e injusto límite al déficit con más frecuencia. Sin embargo es la que genera más PIB, es la tercera en PIB per cápita, es de largo la que más exporta, es la que recibe más turismo, es la única de las CCAA con base industrial que ha renovado con éxito su industria hacia sectores químicos, transformadores, biomédicos y otros sin recibir ni pedir un céntimo, es la que más gasto público ha recortado y empezó a recortar gasto en 2010, dos años antes que las demás CCAA, siempre ha sido la que tiene menos funcionarios y gasto público per cápita, y otros indicadores similares que sugieren una Catalunya que no debería tener problemas financieros, y demuestran claramente que el déficit financiero de Cataluña es planificado y ejecutado desde Madrid, y encima hemos de soportar que nos llamen mentirosos porque según sus cálculos nuestro déficit fiscal es la mitad de los 16.000 millones que sostiene la Generalitat y Catalunya es solo la tercera en déficit fiscal detrás de Madrid y Baleares. Hace poco colgué en Facebook una nota diciendo que el mismo economista, Angel de la Fuente, que diseñó el método tramposo con que se calculan las cifras en Madrid afirma en un reciente estudio para el CSIC que no puede concederse el concierto económico a Catalunya porque los ingresos de las CCAA deficitarias se reducirían en más de 16.000 millones, y a los pocos días Montoro acaba de confirmar la cifra de 8.000 millones como déficit fiscal de Catalunya. Les da igual lo que digan y se contradigan porque saben que dando caña a Catalunya tienen el apoyo incondicional y sin preguntas de millones de idiotas españoles.

Encima los catalanes tenemos fama de insolidarios cuando se nos deja secos para ayudar a otras CCAA cuyos habitantes tienen más prestaciones que nosotros, cuando un solo programa: el Maratón de TV3 recauda más fondos que la suma de todos los demás similares en España y cuando los cooperantes españoles en todo el mundo lo tienen fácil para aprender catalán, porque la mayoría son catalanes.

También existen razones culturales y lingüísticas que, aprovechando que la política española sin Forges sería insoportable, las resumo en uno de sus chistes.

forges eso

Quiero la independencia a pesar de no tener ninguna garantía de que la gestión pública de la República Catalana vaya a ser mejor que la del Reino de España, sobre todo con tontitos como el convergente Francesc Homs, que como ha hecho CDC montones de veces ha votado a favor o apoyando al PP o al PSOE a cambio de algo que nunca llegará, pero el gustazo de poder ver, oír y leer las inmensas estupideces que se sueltan en España desde el otro lado de la frontera es razón suficiente para irse.

Espero que quede bien claro que si quiero la independencia es porque en los últimos años ha resultado más que evidente que para un catalán ser ciudadano español es equivalente a ser habitante de una colonia del Imperio de Isabel la Católica, y como si estuviese en el infierno de Dante, debe perder toda esperanza.


PORQUE QUIERO LA INDEPENDENCIA.

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