Poseída por el espíritu navideño

Este año estreno decoración navideña. Y como que da otro color y alegría a la casa. Estoy encantada con mi árbol y mis bolas.
No es que sea tremenda fan de estas fechas pero oye, ¡qué vas a hacer!? ¿Quedarte arrugada en un esquina lamentando toda la movida que se monta? Pues no. He optado por poner un poco de luz y color y parece que funciona:

Corona en la puerta. Colgada por dentro que no es la primera vez que me roban.



Bolita de Nieve y Papá Noel junto al árbol.
No sé si se acordarán de mí y me dejarán algo. Eso ya, lo veo más difícil.

El nacimiento.
Aunque una no es muy cátolica, la tradición y la historia es la que es. 
¡A ver si no qué se celebra entonces! Aquí me sale la vena folclórica mira por donde.

Pero a mí lo que más me gusta es el Belén que siempre he visto en casa de mis padres con su paja, sus gallinas, su cesta de huevos, los ajos y los chorizos como ofrendas...

Mi mami cada año reniega para ponerlo. Dice que ya no tiene edad para un belén tan infantil pero luego acaba poniéndolo porque nos encanta.
Ya tengo el decorado. Ahora sólo falta ultimar detalles de las comidas que este año son en mi casa, comprar unos detallitos para todos; buenos, bonitos y baratos... ¡Ay! No sé si el año que viene me voy a meter en este berenjenal. Ya iremos viendo...
De momento, os deseo a todos
FELIZ NAVIDAD