Revista Cultura y Ocio

Post-it! #084

Publicado el 26 octubre 2015 por Kyrylys @marKapaginas
Post-it! #084La Pregunta:
¿Sueles prestar libros?

La respuesta es no, pero no por que sea una persona egoista - ni mucho menos- lo que pasa es que comparto el gusto por la lectura con poca gente actualmente, y con quien lo comparto tenemos diferentes gustos o siempre andamos con algo entre manos distinto.
Además tener el grueso de mis libros físicos a casi 900 Km hace muy difícil que pueda prestar alguno si me lo pidiesen.
Pero en el pasado si he sido una persona que ha prestado y recibido libros prestados, y he tenido la suerte de que pocas veces me hayan estropeado un libro (creo que nunca) o se hayan quedado con él o perdido (creo que un par de veces) que son los miedos y las razones por las que una persona no quisiera dejar sus libros. (Según mi percepción).
Ahora con los libros electrónicos es diferente, y tampoco comparto archivos, ya que como he dicho unas cuantas veces, el hábito de la lectura es algo muy privado y parece ser que hay una corriente de lectores que no hablan de sus lecturas ni comparten ni recomiendan excepto en contadísimas excepciones; y claro, luego estamos la corriente contraria de "normalizar"(?) el hábito, hablar de libros casi siempre, compartir opiniones, recomendaciones y por qué no, también libros.
El caso es que la mayoría de lectores con los que me codeo son del tipo "yo me lo guiso, yo me lo como"; y aunque yo tenga este blog, e intente hablar de libros casi siempre, lo cierto es que para el tema de lecturas me he vuelto muy autónoma y ya ni presto ni pido prestado.
¿Vosotros prestáis los libros o sois más de que os presten (amigos, biblioteca…)? ¿Tenéis alguan mala experiencia que os haya hecho dejar de prestar libros?
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La cita:
—Juro por la cruz de Nuestro Señor Jesucristo y por el puñal que sostengo que te seré fiel y leal. Si mi mano llegara a levantarse contra ti en rebelión o enfado, ruego que este santo puñal atraviese mi corazón. —Besó la daga en la unión de mango y hoja y me la devolvió—. No pronuncio amenazas inútiles, Sassenach —añadió y enarcó una ceja—. Y no hago votos frívolos. Ahora, ¿puedo compartir tu cama?

Forastera (Diana Gabaldon)

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