Revista Cine

Power Rangers, cuando la nostalgia debe ser suficiente

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic

Hace rato que no teníamos una doble crítica de una misma película, pero la considero un complemento a la detallada explicación de Miguel sobre el ir y venir de los Power Rangers.

Para entender a nuestros héroes multicolores tenemos que enfatizar los tiempos cuando Lionsgate tenía a su disposición vampiros hormonientos y adolescentes muriendo en juegos del hambre. ¡Oh Dios! Esos maravillosos tiempos donde el solo pensar en exprimir a la audiencia con adaptaciones en dos partes de un  mismo libro hacían salivar a los inversionistas de la casa productora. Pero todo llega a su fin, y al menos que Bella Swan tenga trillizos llamados ‘Remesmos’ o que aparezca un ‘Presidente Tinaco’ que amenace a los distritos con los juegos de la redundancia; pues no existe futuro alguno. Es así, que más por necesidad que por cualquier otro motivo llegamos a los Power Rangers: una película que busca ser la punta de lanza a innumerables secuelas, basados en una serie de televisión de mas de 20 años y que con todo y dificultades sigue en sus diferentes versiones hasta el fin de los tiempos.

No es secreto que después de la readquisión de los derechos por parte de Saban Brands y con el apoyo de las compañías hermanas, el lanzamiento de los Power Rangers al cine era inminente. Es más, el hambre de la audiencia por la nostalgia lo volvió necesario, a tal grado que el joven director Adi Shankar lanzó su candidatura con el famoso cortometraje que casi le hace ganar una demanda por derechos de autor. Tal pedazo de fanfiction lo único que creo fueron problemas para los productores porque ofrece la posibilidad de una versión donde mercenarios con superpoderes vencen a las fuerzas del mal. Lo cual es una total contradicción a la naturaleza de los Power Rangers y el Sentai del que esta basado, porque aún con sus escenas de extrema violencia que escadaliza a ciertos individuos, el contenido es y siempre debe de ser para el público infantil.

Power Rangers, cuando la nostalgia debe ser suficiente

El gran dilema es como lograr atraer nuevos fanáticos y a la vez complacer a los niños que disfrutaron de la serie y que hoy son adultos. A eso hay  que agregarle unos Transformers y Pacific Rim que han tomado inspiración precisamente de los Power Rangers y han hecho lo propio. El reto es prácticamente imposible de superar, y menos con un miserable presupuesto de apenas 100 millones de dólares que por lo que se visto no fue suficiente para ver el ensablaje de los Zords en el Megazord. Es por eso que para competir es necesario utilizar la nostalgia como principal herramienta de mercadeo: recordar a los viejos que existía un Zordon flotando en su tubo, el robot odioso gritando y adolescentes con actitud salvando el planeta.

El dinero siempre ha sido una constante en la vida de esta serie y en el cine no es la excepción: esto es lo más económico que pudieron crear y si no pusieron a todo el elenco en coma para sobreponer imágenes de la serie de Japón es porque no les alcanzó el presupuesto para comprar los derechos de Toei; pero lo que si tenemos son dos terceras partes de un filme conociendo personajes adolescentes interpretados por actores adultos. Y no es malo, tomando en cuenta que en la serie no todo el tiempo eran monstruos de latex luchando a robots gigantes. Además que no había de otra.

Es por eso la importancia del joven director Dean Israelite, quien se presume tiene afinidad a la serie, más que por lo mostrado se nota que no tuvo mucho que ver en el asunto. La película muestra signos de haber sido creada por un comité que se encargo del libreto, diseños, actores, locaciones y presupuesto. Si Israelite tuvo algo de responsabilidad, fue en administrar los recursos que le ofrecieron bajo lineamientos estrictamente marcados por los productores que financiaron el proyecto. Con pocas oportunidades en Hollywood, no culpo al pobre hombre, pero tampoco lo compadezco. Su trabajo es mediocre a lo mucho cae en lo competente y no tanto porque le ofrece algo a la saga, si no porque logra mantenernos interesados en este nuevo grupo de Power Rangers.

Power Rangers, cuando la nostalgia debe ser suficiente

Mucho merito tiene el que se tenga un elenco comprometido, aún cuando el director o el libreto sea deficiente. En verdad, es para envidiar que Bryan Cranston se preste a interpretar a un ser interdimensional, que ahora con el reinicio no se que demonios pretende ser. El actor no tiene necesitad de nada, tiene tantos Emmys para demandar estar en cualquier serie de televisión y sin embargo se presta a este proyecto como forma de agradecimiento porque en sus inicios como actor se le dio la oportunidad de ser la voz de un monstruo en la serie de televisión.

Tampoco puedo demeritar el escueto trabajo de Elizabeth Banks, quien no tiene nada de culpa que no le hayan dado material decente para interpretar a una Rita Repulsa que paso por un extenso proceso de liposucción, cirugía plástica y vestuario digno de la reina de las amazonas. Es triste que no le hayan dedicado más tiempo. Hubiera sido interesante conocer más de esta villana que se dice haber traicionado a Zordon y sus amigos, pero tenemos que conformarnos en que es la mala de la película a la que hay que derrotar de la forma más patética e insultante posible: estilo ‘Equipo Rocket’.

Estos nuevos héroes, para mi sorpresa, logran salvar del abismo a una película que tiene necesidad de carecer la mayor parte del tiempo de acción. Y lo digo, porque el presupuesto solo alcanza para accidentes de carro, demoliciones y luchas con efectos visuales que son dizque Puddies. Las historia de vida de los personajes es otro punto a favor, atrás quedaron los adolescentes sin problemas que se la pasaban asistiendo a todos los eventos sociales de Angel Grove, ahora tienen dilemas que resolver: desde autismo, ciberbullying, delincuencia y hasta de preferencia sexual. Es de aplaudir tal decisión y es lo más progresista que ha sido la saga desde su creación.

Power Rangers, cuando la nostalgia debe ser suficiente

Pero el libreto realizado por varios autores no logra justificar de forma coherente la amenaza que representa Rita Repulsa y por lo tanto la película pierde importancia más allá de la nostalgia que te genera. También falla en atraer nuevos fanáticos porque no lograr tener una trama decente donde existe un Morphing Grid que almacena vida de personas, da poderes y en una de esas cura el cáncer. Tomando en consideración que esto se pretende ser una actualización, es lamentable la propuesta y vergonzoso, cuando en la actualidad se tiene caricaturas (Gravity Falls) con mejor libreto.

Más allá de la nostalgia y sorpresivamente un elenco dedicado, no tienes mucho que ofrecer a un público que no conoce la serie. Decir que se salva de un rotundo fracaso es porque existen fanáticos dedicados a los que se les despierta el sentimiento al ver los Zords con la música icónica de fondo. Más no es suficiente en este mundo donde el cine nos ofrece mejores historias con robots gigantes o hasta lo que la misma serie de televisión logró en su momento alcanzar. Si existe la fortuna de una secuela, espero que tengan en consideración la importancia de un buen director y libreto, porque en verdad pienso que tienen un elenco digno de otra oportunidad, si no ocurre, tampoco me lamento y esperare el inicio, sobre el reinicio, del reinicio.


Volver a la Portada de Logo Paperblog