Revista Cocina

¡¡¡Precaución!!, ¡¡Peligro!!, ¡¡Zombies sueltos!!

Por Marijose_sucreriespassions @MariJose_Tnfe

¡¡¡Precaución!!, ¡¡Peligro!!, ¡¡Zombies sueltos!!   Anochecía en la tranquila y apacible casa de Laura cuando se disponía a encender las brazas de la chimenea porque, a 31 de octubre ya se va notando el frio y la humedad que se cuela por debajo de la puerta. Se distrajo al escuchar el pitido de la tetera que anunciaba que su agua ya estaba lista para su momento favorito del día, cuando reposa en su cómodo sillón, coge el libro que esté devorando en ese momento y disfruta relajada de un rico té mientras se sumerge en las páginas del libro, alejándose de la realidad que quiere dejar atrás, al menos, por unas horas.
   Ese 31 de octubre no tenía nada de especial para Laura, había ido a trabajar como cualquier otro día, hacia el medio día, hizo un descanso para engullir el plato del día, que lleva a la oficina hecho desde casa porque la cosa no está para comer todos los día fuera, sentada en el office, sin mediar palabra casi con ninguno de los que deambulan a esa hora por la oficina, regresó velozmente a su mesa para terminar el papeleo de turno deseando que den las cinco de la tarde para correr hacia el autobús y llegar a su tranquilo y alejado hogar, dulce hogar.   Al entrar en casa como cada día, intuyó que algo no marchaba como siempre pero, inmediatamente desechó ese pensamiento de la cabeza y se dispuso a prepararse su baño, deseando llegar pronto al sillón y evadirse de su rutina.   Tras su relajado baño, justo cuando se disponía a encender las brazas, escuchó el pitido de la tetera y corrió hacia la cocina, fue en ese momento cuando, sin esperarlo, descubrió una sospechosa sombra junto a la puerta de la cocina que da hacia la terraza, se paró en seco ignorando el zumbido de la tetera y se quedó petrificada, si saber qué hacer mientras la sospechosa sombra, que le recordaba demasiado al temido Nosferatu de su adorado Murnau, intentaba entrar en su casa. La tranquilidad se terminó en ese mismo instante para Laura, que seguía congelada, sin poder moverse ni mediar palabra.   ¡¡¡Precaución!!, ¡¡Peligro!!, ¡¡Zombies sueltos!!   ¿Qué hacer cuando alguien intenta entrar en tu casa sin ser invitado, a escondidas, y no tienes a dónde ir?.    Mientras pensaba una y otra vez en eso, giró el pomo de la puerta y la sombra se coló en su casa en a penas unos segundos que a Laura le parecieron eternos, y se dió cuenta de que no era debido a  su imaginación y de ver tantas películas de terror el porqué la figura que entraba en su casa le recordaba a Nosferatu, era porque caminaba torpemente y con movimientos limitados y al mirarle al rostro, no pudo reprimir un grito atroz al darse cuenta de que se encontraba, como si fuese la protagonista de un film de terror, no frente a su personaje de miedo preferido, sino frente a un zombie que portaba es sus manos ensangrentadas un peculiar collar en el que las cuentas no eran otra cosa sino orejas humanas marcadas con sangre que aún goteaban en el suelo de su cocina.  
¡¡¡Precaución!!, ¡¡Peligro!!, ¡¡Zombies sueltos!!      Justo en el momento en el que el zombie de acercaba hacia ella, el zumbido de la tetera hizo que despertase sobresaltada y bañada en sudor, en su querido sillón frente al calor de la chimenea. Se dirigió, aún sin respiración hacia la cocina y se preparó su anhelado y rico té para regresar a su lugar favorito de la casa, sin borrar ese pensamiento que le viene una y otra vez a su cabeza de si sólo fue una pesadilla o realmente fue real, ya que, un 31 de octubre todo lo relacionado con el mundo de la muerte puede pasar. Y tú, ¿vas a pasar la noche de Halloween solo?.   ¡¡¡Precaución!!, ¡¡Peligro!!, ¡¡Zombies sueltos!!      PD: Las galletas están inspiradas en la serie de moda: The Walking Dead. Aprendí a hacerlas gracias a este imprescindible tutorial del blog que pasará a formar parte de tus favoritos: Semi Sweet Designs. La receta es la que suelo utilizar siempre que voy a decorar galletas con glasa que ya te expliqué en este post: Galletas decoradas con glasa.    Hasta pronto.   

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