Revista Cocina

¿Preparamos una salsa bechamel sin mantequilla?

Por Mamucer @MarinaMunozC

bechamel ligera

- Marina Muñoz Cervera -

La bechamel es una salsa muy utilizada en la cocina para preparar recetas de gratinados. Habitualmente se elabora con mantequilla o margarina, leche entera o nata.

Como vemos esta salsa está sobrecargada de grasas saturadas por la forma de preparación. Es, por tanto, una de esas preparaciones culinarias de la que tenemos que huir si nos alimentamos de forma sana y no queremos superar la cantidad de un 10% del total calórico diario en forma de este tipo de grasas.

De forma ocasional, podemos comer una salsa bechamel preparada de la manera anteriormente descrita, ya que nuestro organismo tiene la capacidad para metabolizar los excesos de grasa, esporádicos, sin sufrir consecuencias para la salud. Pero es mejor comer tranquilamente sin la inquietud de pensar que estamos alterando la forma de nutrirnos habitual.

Es muy sencillo preparar una forma ligera de esta salsa, que no cambia en el sabor y nos permite comer bechamel con la frecuencia que deseemos y sin riesgos para la salud.

Os voy a contar como la hago yo para que no me salgan grumos, no obstante hay varias recetas publicadas en internet que podéis consultar.

Ingredientes:

- 20 gramos o 2 cucharadas soperas rasas de harina de trigo blanca, harina integral o una mezcla de ambas.
- 250 ml de leche de vaca desnatada o leche evaporada desnatada mezclada con agua hasta esa cantidad. También se puede utilizar leche de soja.
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva.
- Una pizca de sal.
- Un poco de nuez moscada rallada.
- Un cuarto de cebolla (opcional).

Elaboración:

Ponemos la leche desnatada y la pizca de sal (no más de 0,1 gramo) en el vaso de la licuadora.

Batimos y reservamos. En una sartén añadimos el aceite y, sin dejar que humee, añadimos la mezcla reservada, poco a poco, moviendo constantemente a fuego medio.

Observaremos que se va poniendo cada vez más densa, añadimos la nuez moscada rallada, ajustamos la sal (sin pasarnos) y terminamos de cocinarla cuando haya adquirido la textura que queramos, más o menos líquida, pero espesa.

Está muy rica con cebolla y para prepararla de esta forma, añadimos al aceite (antes de verter en la sartén la leche con la harina licuadas) la cebolla picada, le damos unas cuantas vueltas para que se cocine sin llegar a dorar y agregamos el contenido del licuado, poco a poco.

De una forma o de otra, comemos bechamel con pasta o con hortalizas y podemos añadirle por encima un símil de queso parmesano cuya receta podéis encontrar en las entradas relacionadas.

¿Qué beneficios obtenemos al preparar una salsa bechamel sin mantequilla, margarina, leche entera o nata?

Obtenemos los beneficios derivados del consumo consecuente de grasas saturadas. Los ingredientes mencionados cargan cualquier plato con grasas difíciles de metabolizar para nuestro organismo. Y si la preparamos con harina integral o una mezcla de blanca e integral mucho mejor porque aumentamos el contenido nutricional y aportamos más fibra.

Para que nuestra alimentación sea equilibrada no tenemos que prescindir de los alimentos, tenemos que adecuarlos a nuestras necesidades.

Enlaces relacionados:

Cómo podemos sustituir al queso parmesano.

Imagen:

http://www.yahoraquecocino.com/wp-content/uploads/2013/01/Salsa-bechamel-585×392.jpg


¿Preparamos una salsa bechamel sin mantequilla?

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