¡Presume de uñas!

Las manos hablan mucho de nosotros mismos. Si no, ¿qué te hace pensar unas uñas sucias?

Tenerlas bonitas y cuidadas no es ningún esfuerzo así que ponte manos a la obra si quieres dar una buena imagen.

No todas tenemos la suerte de tener una uñas duras y bonitas. La mayoría de nosotras solemos tenerlas débiles, con capas, manchas que delatan la falta de calcio… y otras tienen la costumbre de mordérselas continuamente hasta quedarse casi sin uñas.

Por suerte, hoy tenemos a nuestra disposición una amplia oferta con la que poder presumir de unas uñas de lujo e ideales para una ocasión especial, como tu propia boda.

Las uñas de porcelana son muy utilizadas a pesar de su excesiva delicadeza. Y es que una de sus grandes ventajas es que se hacen en un molde para conseguir la forma idéntica de nuestras manos. Después, se pueden pulir y limar para conseguir que se adapten a la uña a la perfección.

Las uñas acrílicas son muy parecidas. A diferencia de las anteriores, son más duras. Primero, se pega la uña postiza. Después, se le echa acrílico, un líquido que las hace resistentes.

Las que también ofrecen un aspecto muy natural, son las uñas de gel, más económicas. Están hechas de plástico y vienen prefabricadas, por lo que hay que adaptarlas a nuestra uña. Su gran ventaja es que se pueden poner en todas las manos. Da igual que tu uña sea pequeña o muy frágil.

Después, decóralas. Hazles dibujos o pégales una pequeña pegatina para decorarlas. Si eres más recatada, opta por la manicura francesa, que nunca falla. Y, si lo tuyo son los colores, elige el que más te guste.

El único inconveniente es que, una vez al mes, tendrás que acudir a tu centro de belleza. Tu misma irás viendo cómo tu uña natural va creciendo y la postiza necesitará de un relleno para no desentonar.  Arréglatelas y… ¡No dejes de lucir unas uñas perfectas!