Revista Psicología

Prevenir la depresión en el niño

Por Eredolosi @redolosi

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Hay varias cosas que podemos hacer para prevenir, en la medida de lo posible, la aparición de depresión en los niños. Lo principal consiste fundamentalmente en lograr una buena comunicación y en promover en el niño todo aquello que le permita afrontar su vida desde la seguridad. A continuación aparecen aquellos elementos que de manera más habitual se han relacionado con la prevención de la depresión infantil.

  • Felicidad de los que les rodean. Quizá la felicidad se sólo una aspiración, pero no por ello hay que renunciar a la que sea posible. Los padres habitualmente están sometidos a toda clases de problemas y tensiones. Por consiguiente, es esencial saber alejarse a tiempo de ellos, analizarlos y alcanzar su posible solución antes de que se conviertan en inmanejables. También es necesario tomarse descansos, satisfacciones y diversiones que puedan dulcificar la lucha diaria. Cuidar la propia felicidad es el camino para hacer felices a los que tenemos alrededor. La alegría de los padres es el mejor antídoto que se conoce para la depresión de un niño.
  • Comunicación. La vida en compañía se caracteriza por la necesidad de comunicación. Si ésta es cálida y fluida, la mayor parte de los problemas se minimizan. Expresar los sentimientos positivos, escuchar al otro y ayudar en las dificultades son vías de comunicación óptima. Sería bueno que los padres estén especialmente atentos a conseguir una buena comunicación con sus hijos desde los primeros días, modificando sus formas a medida que la edad del niño lo requiera. Las formas de esa interacción van desde cantarle en la cuna hasta pescar juntos. Es importante destacar que los padres no deben implicar a los hijos en los problemas de la pareja; éstos han de ser resueltos a puerta cerrada, siempre que ello sea posible. La mayor parte de los niños no entienden los conflictos de los adultos y se sienten amenazados y culpables de ellos. Evitar esto es ya una acción preventiva.
  • Autoeficacia. La vida de un niño está orientada al futuro y una de las tareas importantes de su educación es prepararles para él. La mayor parte de los padres quieren lo mejor en la vida de sus hijos. El gran problema radica en discriminar en qué consiste. El éxito de una vida está condicionado por las disposiciones personales, por las expectativas y la formación necesaria para equilibrar estos elementos. Sería bueno que los padres estén atentos a cuáles son las capacidades de los hijos y cuáles son las características del mundo circundante, así como proporcionarles la educación e información necesarias para afrontar su vida.

La depresión infantil es una experiencia dura para un niño puesto que elimina su felicidad, y es importante poner pronto los medios para hacerla desaparecer.

Las medidas aquí indicadas pueden ser suficientes, y no será necesario más. Pero en otras no bastarán. Entonces, sin dudarlo, hay que recurrir a ayuda profesional. Sin embargo, lo que no puede hacerse, de ninguna manera, es cruzarse de brazos y lamentarse. El futuro y la felicidad del niño está en juego y hay que hacer todo lo que esté en nuestras manos.

Fuentes: Del Barrio, V., Los problemas psicológicos infantiles, Santillana, Madrid, 1997


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