Revista Cultura y Ocio

Primavera Sound, día 2 (2023) La Paqui. Madrid

Por David Gallardo @mercadeopop

Primavera Sound, día 2 (2023) La Paqui. Madrid

Segunda jornada de Primavera en la ciudad, un martes histórico dado que se celebraron 11 conciertos a la vez en salas. Un hecho que hizo que no llenaran Pet Shop Boys en la Joy Eslava o que tuviéramos que perdernos espectáculos que en otro momento nos hubiera tenido en primera fila, como Crack Cloud en la Changó, St Vincent en La Riviera, Gilla Band en la Mon o Joe Unknown en la sala Nazca. FOMO en vena.

Apenas unas decenas de personas en la sala La Paqui cuando comenzó Tarquim. Tras este apelativo se encuentra Pau Vidal, un valenciano de 35 años con un gran currículum de estudios musicales. Hace unos años lanzó un disco sobre música valenciana y en esta ocasión presenta A Cuba, un proyecto alrededor de los sonidos tradicionales de la isla caribeña. En directo se rodea de varios percusionistas, contrabajo y teclados, mientras él se luce con la flauta travesera en temas como 'Descarga Tarquim' o 'Son para los muertos', dedicado "a los muertos y, sobre todo, a los vivos". Una visión académica sobre géneros como la descarga, el danzón, el chachachá, el guaguancó, la columbia y el bolero.

Self Esteem

Lo de Self Esteem fue impresionante, no nos impactaba tanto una diva desde que vimos a Lizzo antes de su explosión. 160 privilegiados disfrutamos un show en un aforo que, si hay justicia en el negocio musical (big if) será difícil volver a encontrarla. Rodeada de 3 cantantes-bailarinas, un baterista y una teclista/bajista (¡a lo Geddy Lee!). Sonido orgánico y protagonismo para todos, nada de esconderles a lo Kendrick Lamar o Rosalía en ¿pos? del espectáculo visual.

Soltó su 'Prioritise Pleasure' nada más empezar, mensajes de superación y, claro, autoestima. 'Mother' tira a la electrónica con potentes subgraves para culminar en un baile tribal con estrobos. 'The 345' se acerca al soul con eficaces armonías corales y en 'You Forever' nos recuerda a una Cindy Lauper actualizada con remate teatral de rabiosos ladridos. Tanto el fondo del escenario como su camiseta supuran sarcasmo con los textos: "a complicated woman" y "numpties". Condescendencia cero.

La hemos metido en el saco de las divas porque su formato está preparado para entrar de lleno en ese mundo mainstream. No hay movimiento sobre el escenario que no esté coreografiado con estilo, potentes bajos obligan al baile y hay momentazos instagram por doquier, fortalecidos por un excelente juego de luces.

Hasta ahí cumple los estándares, pero Rebecca Lucy Taylor no es tu diva habitual. Compone sus canciones, canta de verdad (muchas más garra y vibrato en directo), tiene el doble de edad que la mayoría de las wannabees, afina a la perfección y no se hipersexualiza para esconder sus carencias. ¿Que hay muchas cantantes así? JA. Sigue en el mundo de la piruleta. Hasta para irse tienen clase, haciéndolo al ritmo de 'This is my Life' de Shirley Bassey. ¡Viva Self Esteem!, ¡muerte al gorgorito insustancial!

Loyle Carner

Cuando pensábamos que los hijos de la Gran Bretaña habían elegido otra sala nos encontramos con el trasvase. Acababa de terminar el concierto de Maggie Rogers en el aledaño Teatro Barceló y centenares de personas aparecieron para degustar el final de Self Esteem y las siguientes actuaciones de Loyle Carner y The Comet is Coming. Todos ellos de Londres, que parece que en esta década está recuperando el título de capital de la música.

Baño de masas para Loyle Carner. Viste sudadera con capucha y gorra de béisbol, pero es hasta ahí dónde se parece a tu rapero habitual. "Puedes elegir entre ser relevante o ser revolucionario. Escogimos revolucionario". Carner se muestra como un líder en derechos sociales criticando la violencia o la masculinidad tóxica, mientras explica su experiencia como mestizo o habla de sus problemas mentales. También subió al escenario el activista Athian Aker, donde comentó su lucha contra el racismo.

Menuda maravilla su último disco 'Hugo' (elegido entre los mejores del año 2022 en la web amiga musicopolis), del que interpretó delicias como 'Nobody Knows (Ladas Road)' o 'Speed of Plight'. Todo su discurso se apoya en el jazz, el soul y el gospel. De hecho, si ignoramos al cantante y escuchásemos sólo a la banda, ésta podría ser el colchón perfecto para cualquier pope del soul, de Sam Cooke a Marvin Gaye.

Por el camino encontramos referencias filosóficas, la maravillosa entrada de Jorja Smith en 'Loose Ends', ovaciones de más de un minuto, teclados jazzeros por la vía Herbie Hancock, una canción dedicada a su hijo "¡ahora soy padre!" y un aroma a marihuana el día que medio Londres conoció el barrio de Malasaña. Loyle, todos somos contingentes, pero tú eres necesario.

The Comet is Coming

Fin de fiesta con The Comet Is Coming, vúmetros al 11 y mezcla de electrónica y jazz de parte del saxofonista Shabaka Hutchings, que huyendo de lo académico ha encontrado un sonido que vuelve loco al personal. La rave jazzera del siglo XXI. 'Summon the fire' devuelve lo que promete, sus teclados en ocasiones son más retro que su logo de inspiración sci-fi, e incluso sonaron a Black Sabbath en 'Blood of the Past'. Desde Birmingham a Londres, el black country ha vuelto a asaltar primavera en la ciudad.

Primavera Sound, día 2 (2023) La Paqui. Madrid

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