Primer día en el purgatorio

La espera terminó. Hoy fue el día. Hoy comenzó la travesía de River en la Primera B Nacional, y lo hizo con el pie derecho, ya que le ganó a Chacarita como local por 1 a 0, con gol de Juan Manuel Díaz. No obstante, en ciertos pasajes del partido el “Funebrero” les hizo saber que la categoría no va a ser fácil en absoluto.

El Monumental estaba prácticamente lleno. El pueblo riverplatense quería reencontrarse con su amor eterno (hoy en día, el amor por la camiseta dura más que un matrimonio medio de los tiempos que corren), a pesar de que había dejado el mundo de la Primera División, para barajar y dar de nuevo en la segunda categoría del fútbol argentino, cambiando a Boca, Racing, Independiente y San Lorenzo, entre otros, por Deportivo Merlo, Defensa y Justicia, Brown de Madryn, Desamparados, etcétera. Y así fue.

Yendo al partido en sí, en líneas generales, River fue más que Chacarita, aunque hubo ciertos momentos de zozobra, que ponían en peligro el resultado favorable a los dirigidos por Matías Almeyda. No obstante, los precisos pases de Carlos Sánchez, la figura del partido de acuerdo a un servidor, quien no perdió nada de calidad en el viaje de Godoy Cruz a Nuñez; las arremetidas del “Chori” Domínguez, ese que cambió el frac que usaba en el Valencia por el overol que debe ser vestido en estos lares; y la frescura del pibe Lucas Ocampos.

El partido comenzó bien para los locales, que no podrían usar su estadio por dos fechas por los incidentes ocurridos aquel fatídico 26 de junio, ya que en el minuto 6 fue el gol de cabeza de Juan Manuel Díaz, tras un centro milimétrico de Sánchez. Cuando el gol se terminaba de festejar, sucedió la primera llegada de “Chaca”, con un remate de sobrepique de Santiago Raymonda que se fue apenas desviado. Más tarde, llegaría la muy buena jugada colectiva, en la que resaltó el ex volante uruguayo del “Tomba”, finalizada débilmente por Ocampos; y luego, el tiro de media distancia de Aguirre dominado firmemente por Nicolás Tauber tras un pique.

En el minuto 27, Díaz emuló al venezolano Cichero en los cuartos de final de la Copa América, ya que pasó de hacer un gol en el arco rival, a evitar otro en el suyo: sacó en la línea un tiro de Pablo Bastianini, quien quedó solo por una desinteligencia de la defensa de los dueños de casa. La última jugada de riesgo de este primer tiempo, que estuvo marcado por la lluvia, la cual hizo que Tauber se resbalase en un saque de arco, y que a Agustín Alayes casi le interceptasen su pase al arquero Leandro Chichizola, fue una muy buena combinación entre Sánchez y el “Chori”, que terminó en un tiro desviado de Ocampos.

En el comienzo del complemento parecía que el partido iba a ser liquidado, ya que los primeros 10 minutos fueron el climax del rendimiento del “Millonario”. Allí se pudo haber hecho el 2 a 0 con un disparo de Domínguez tras un pase preciso de Sánchez, pero Sebastián Pena salvó en la línea.  Tras ello, los dirigidos por Héctor Rivoira empezaron a meter más presión, primero, con un disparo de Bastianini que se fue tras rebotar en una pierna de un defensa riverplatense, y luego, con un cabezazo desviado de Gabriel “Satanás” Páez tras un tiro libre de Emanuel Centurión.

Las últimas dos chances claras vinieron del pie de Domínguez, primero, con un intento de gol olímpico que terminó descolgando Tauber, y luego, con un remate que se estrelló en el palo. No sucedieron muchas cosas interesantes, hasta que Héctor Baldassi, de buen arbitraje y horrenda vestimenta, dió el pitazo final.

River fue un equipo de mitad de cancha para adelante, más allá de que aún tiene que mejorar la contundencia, pero fue otro de la mitad de cancha para atrás. Tiene que resolver sí o sí los problemas defensivos, ya que, en caso de que se enfrenten contra algún equipo con mejor ataque que Chacartia, pueden pasarla muy mal.