Estaba de siete semanas y un día, a mi me pareció una época estupenda porque para las 10 toca la ecografía del primer trimestre y así ya ajustaríamos fechas con tiempo para análisis. Me preguntó unas cuantas cosas, antecedentes familiares de enfermedades, fecha de la última regla y poco más que yo recuerde. Me mandó a la camilla y se puso a buscar a bicho con el ecógrafo. No quise mirarle a la cara porque tenía la sensación de que algo iba mal y si la miraba me iba a poner nerviosa, así que le dejé hacer. Al cabo de un rato giró el monitor y me enseñó el saco, pero me dijo que no conseguía ver nada dentro ni encontrar el latido. Me dijo que el ecógrafo no era muy bueno y que no me preocupara porque aun era muy reciente todo. También me dijo que el saco era del tamaño adecuado para las semanas de las que decía que estaba.
Como no pudo confirmar que todo fuera bien y que el saco no estuviera vacío no me dio cita para la ecografía de las diez semanas. Creo que me va a tocar hacer esa ecografía más tarde porque justo a las diez es cuando he cogido cita con ella para ver si todo va bien. Me da que por no ir una semana más tarde al final todo va a ir mucho más justo de tiempo.El golpe fue duro, me he dado cuenta al escribirlo, llevo dos días convenciéndome de que todo va bien. Fue una ecografía abdominal que para pocas semanas no se ve tan bien como una vaginal. El saco es del tamaño adecuado, lo que me hace pensar que hay un bichito dentro que lo está haciendo crecer. Yo creo que todo va bien, mis síntomas son los normales y evolucionan de forma normal. Mi mente y mi cuerpo me dicen que todo va bien, que pronto podré verlo con otra ecografía. Pero es difícil olvidarse del todo y no tener la espinita ahí molestando de vez en cuando.Os dejo la foto de la casita de bicho, para la siguiente espero verla por dentro.
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