Revista Medio Ambiente

Primero mataremos cormoranes, luego las garzas, las nutrias y los martines pescadores

Por Davidalvarez
Desde hace unos meses, la campaña de presión por parte de los pescadores deportivos hacía los depredadores fluviales ha aumentado de intensidad. Si hace unos años este colectivo pedía a la Administración asturiana que se mataran unos cuantos cormoranes grandes para "salvar" al salmón, ahora exigen que se mate a la mitad de la población de esta especie.
Hace más de una década que los agentes medioambientales matan cormoranes grandes siguiendo las ordenes directas de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales. Más de 2000 aves han sido abatidas según los cupos establecidos, a los que hay que sumar otras muchas más aves que al no recogerse no se han contabilizado y otras muchas que han muerto tiroteados por los furtivos
Primero mataremos cormoranes, luego las garzas, las nutrias y los martines pescadoresCormorán grande tiroteado y no contabilizado en un río asturiano
Desde que comenzaron esas matanzas, el número de cormoranes invernantes ha permanecido prácticamente estable, pero la recuperación de los salmónidos no ha tenido lugar, tal como ya apuntaban los numerosos artículos científicos escritos al respecto en los que se afirmaba que esos controles no reducirían la densidad de aves (Carss, 2000; Chamberlain et al, 2013)  y que además, esas matanza no servirían para recuperar las poblaciones de salmónidos (Suter, 1995; Nagasawa, K. 1998). 
Ya en 2008, después de varios años de matanzas, el por entonces Director general de Biodiversidad y Paisaje, José Félix García Gaona, en el transcurso de la reunión que el Consejo Regional de Pesca celebró en Oviedo, anunció que no se matarían más cormoranes en Asturias ya que los datos avalaban que "después de varios años de controles del cormorán, la población de truchas no se ha recuperado" (LNE, 06/09/08). Solo hicieron falta 6 meses para que este mismo director general, sin aportar ni un solo dato que contradijera lo anteriormente expuesto, anunciara que se reanudarían las matanzas (LNE, 25/02/09), curiosamente después de un nuevo consejo de pesca, en el que no hace falta ser muy sagaz para suponer que el único argumento que se tuvo en cuenta fue la presión del colectivo de pescadores. Desde ese momento, las matanzas no han cesado y el resultado ha sido el mismo: la población invernante de cormoranes sigue estable y la de salmonidos no solo no se ha recuperado sino que continúa su declive, sin que se haya tomado ninguna medida efectiva y contundente para evitarlo.
Primero mataremos cormoranes, luego las garzas, las nutrias y los martines pescadoresY a la vista de que las presiones funcionan, un grupo de asociaciones de pescadores de Asturias (afortunadamente no todas) han iniciado una campaña de recogida de firmas para continuar con esta estrategia que tan bien les funciona. Por supuesto utilizando los eufemismos de siempre, no hablan de matanzas, sino de controles, y acompañan la petición de un cartel que han colocado en numerosos establecimientos en los que dejan bien clara su posición, y en la que por enésima vez descubren sus cartas para declararse propietarios de los ríos y de todo lo que contienen, resumiendo como único problema para "sus propiedades" la presencia de estos depredadores.
Pero no solo molestan los cormoranes, ya que las garzas, la nutrias e incluso los martines pescadores ya forman parte de la lista negra y hay que empezar a eliminarlos. 
Y como no, al olor de la carroña de los depredadores muertos, han acudido los representantes de los partidos políticos asturianos, que han visto en estas matanzas una buena manera de cosechar un puñado de votos contentando a los pescadores. Poco importan los trabajos científicos y la opinión de los expertos, ninguneados una vez más como ocurre con el caso de los daños del lobo y de otros depredadores. 
Primero mataremos cormoranes, luego las garzas, las nutrias y los martines pescadores
Tampoco se observa ni el más mínimo atisbo de auto-crítica, ya que al igual que consideran dañinos a los depredadores por comer peces, ellos no aceptan una reducción de cupos o una reducción de la temporada de pesca, e incluso cuando la legislación actual contempla la opción de la pesca sin muerte, durante ese periodo los ríos permanecen prácticamente vacíos. No solo eso, sino que en los últimos meses se está exigiendo a la consejería que les permitan vender a los restaurante los salmones que pesquen, que para eso son suyos.
Quizás sería conveniente que se fijaran en lo que ocurre en otras comunidades autónomas, como en Navarra, donde tras confirmar el alarmante declive de la población de Trucha común, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de esta comunidad declaró la veda absoluta  de pesca de esta especie durante 2008 y 2009. Y los resultaron confirmaron que la medida había sido un acierto, ya que en un solo año la población de truchas se incrementó en un 14%, y ¡sin matar ningún cormorán! Pero para tomar este tipo de decisiones hay que asumir el riesgo de aceptar los datos científicos aún a costa de enfrentarse al lobby de los pescadores deportivos, algo que en Asturias, y tal como hemos comprobado con el cambio de postura del anterior Director general de Biodiversidad y Paisaje, no suele suceder.
Primero mataremos cormoranes, luego las garzas, las nutrias y los martines pescadores
Hoy mismo, uno de los colectivos firmantes de ese manifiesto contra los depredadores fluviales, "brindaba su apoyo" a la consejería para contribuir con un par de cazadores en la matanza, ya que según declaran "no se están tomando cartas en el asunto". Una postura bastante lógica, ya que como ellos tienen la baraja quieren ser los que repartan las cartas.
En respuesta a la recogida de firmas iniciada por esos colectivos de pescadores, 19 grupos conservacionistas asturianos, entre los que se incluye una asociación de pescadores, han comenzado una nueva colecta de firmas, en la que se pide a la Administración regional el cese de la matanza de depredadores a la vez que se insta a la Administración a que que acometa las actuaciones necesarias para asegurar la conservación de las especies autóctonas de salmónidos, que deberían incluir necesariamente la recuperación de los cauces fluviales, la eliminación de obstáculos, la persecución efectiva del furtivismo, la lucha contra la contaminación, o la reducción de los cupos de captura, entre otras.
Si pensáis que esta campaña de matanzas no tiene ningún sentido y que la Administración debería suspenderla inmediatamente, podéis firmar en ESTE ENLACE y compartirla con vuestros amigos y conocidos.
A continuación os copio el comunicado que ha sido enviado a la prensa y que se presentará ante la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado de Asturias:
FIN DE LAS MANTANZAS DE CORMORANES GRANDES Y OTROS DEPREDADORES FLUVIALES EN ASTURIAS
Hace meses que asistimos a una campaña por parte de colectivos de pescadores deportivos que pretende que se incrementen los controles letales de Cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo) en los ríos, solicitando a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales la eliminación de la mitad de la población invernante de esta especie en la provincia (LNE, 01/03/2017). Algunos de esos colectivos han solicitado también que el manejo letal se extienda a otras especies de depredadores, como las nutrias, las garzas y los martines pescadores.
Desde hace más de 10 años, la Administración del Principado de Asturias realiza controles poblacionales de cormoranes grandes, habiendo eliminado más de 2000 individuos. A pesar de esas cifras, que podría ser muy superior ya que muchos cormoranes que son abatidos no son recogidos ni contabilizados, ese descaste no se ha traducido en el objetivo aparentemente perseguido, frenar el declive de las poblaciones de salmónidos.El cormorán grande y otros depredadores fluviales han sido elegidos como distracciones, mientras los verdaderos problemas que afectan a los salmónidos en particular y a los ríos en general siguen sin ser abordados: contaminación, furtivismo, encauzamientos y dragados de ríos, destrucción de bosque de ribera, presencia de presas y otros obstáculos que impiden el remonte de las especies migratorias, repoblaciones que erosionan genéticamente a los salmónidos, introducción de especies alóctonas, sobrepesca, etc.
Ante la citada campaña y la gestión de la administración del Principado de Asturias es necesario matizar varios puntos:
1) El cormorán grande es una especie migratoria, invernante en los ríos asturianos. No es una especie alóctona, y mucho menos invasora.
2) Los cormoranes grandes no son especies marinas que han entrado en los ríos debido a la falta de alimento en el mar. Tanto en prensa como en numerosos documentos presentados por los colectivos de pescadores se confunde a esta especie con el Cormorán moñudo, una especie marina, sedentaria, autóctona y que se encuentra en peligro de extinción según el Libro Rojo de las Aves de España.
3) Los cormoranes grandes, así como las nutrias, las garzas o los martines pescadores, son depredadores naturales, y su papel es fundamental para mantener el equilibrio en el ecosistema. Varios trabajos han confirmado que aunque el efecto de la depredación de los cormoranes grandes puede ser elevado en las granjas de acuicultura, los efectos sobre las poblaciones salvajes de peces no son significativos (ej. Nagasawa, 1998; Suter, 1995).
4) Los controles letales de depredadores, y en concreto de cormoranes grandes, resultan ineficaces para reducir su densidad, tal como confirman los numerosos estudios y proyectos científicos realizados tanto en Europa y en otros países del mundo con presencia de esta especie. Según un trabajo publicado en 2010, independientemente del número de cormoranes eliminados, la población local permanece constante mientras los recursos sigan disponibles (Chamberlain et al., 2013). Según este trabajo, al eliminar los cormoranes de una determinada, si la fuente de alimento sigue presente, otras aves ocuparán rápidamente su lugar, ya que existe una población flotante que no es eliminada.
6) La población invernante de cormoranes grande ha aumentado en el sur de Europa debido principalmente al incremento de las tasas de supervivencia juvenil en el norte, donde se ubican las mayores colonias de esta especie. Este incremento poblacional se explica por el aumento de recursos tróficos disponibles, sobre todo por el incremento del número de explotaciones de piscicultura industrial y por la suelta masiva de peces en embalses con destino a la pesca deportiva. Debido a esto, las medidas deberían ir encaminadas a reducir el acceso a estas fuentes de alimento en las poblaciones de origen y no a los descastes en las zonas de invernada, tal como recomienda el proyecto REDCAFE project (“Reducing the Conflicts between Cormorants and Fisheries on a pan-European scale”) (Carss, 2000).
7) El 6 de septiembre de 2008, el director general de Biodiversidad y Paisaje, José Félix García Gaona, anunció que no se cazarían más cormoranes en Asturias, ya que “contrariamente a las afirmaciones de los pescadores deportivos, después de varios años de matanzas de cormoranes no se habían obtenido los resultados esperados, ya que las poblaciones de salmones y truchas no se habían recuperado” (LNE 07/09/2008). Cuatro meses después de esta declaración, este mismo director general, volvió a autorizar estas matanzas sin presentar ningún argumento a favor de las mismas ni ningún resultado que contradijera sus afirmaciones realizadas poco tiempo antes (LNE 25/02/2009). Este cambio de postura solo puede ser atribuible a las presiones ejercidas por el colectivo de pescadores deportivos.
8) La administración no debe improvisar gestión como respuesta  a presiones de ciertos grupos de presión, sino que debe desarrollar los planes de conservación de especies atendiendo a criterios científicos y éticos.
DEBIDO A ESTO SE SOLICITA A LA ADMINISTRACIÓN ASTURIANA:
1) El cese de las prácticas de descaste de cormoranes grandes. 
2) Que deje clara su posición en contra del control de otras especies de depredadores protegidas por la legislación actual, como nutrias, garzas reales y martines pescadores.
3) Que acometa las actuaciones necesarias para asegurar la conservación de las especies autóctonas de salmónidos (trucha común y salmón atlántico), que deberían incluir necesariamente la recuperación de los cauces fluviales, la eliminación de obstáculos, la persecución efectiva del furtivismo, la lucha contra la contaminación, o la reducción de los cupos de captura, entre otros.
Colectivos firmantes (por orden alfabético): AEMS Ríos con Vida; Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA); Asociación Medioambiental la Cirigueña; Asociación Biodevas; Asociación Ereba, Ecología y Patrimonio; Asociación Nacional Animales con Derecho y Libertad-ANADEL; Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico ASCEL; Asociación Verdes Asturianos; Colectivo Ecologista de Avilés; Coordinadora Ecoloxista d'Asturies; Coordinadora Ornitolóxica d’Asturies (COA); Ecoloxistes n'Aición; Ecos Astures; El Observatorio Justicia y Defensa Animal; Grupu d’Ornitoloxía MAVEA; Instituto para la Calidad y la Educación Ambiental-INSCEAM; Plataforma por la Defensa de la Cordillera Cantábrica; SEO-Asturias; SOS Cuideiru
Referencias
- Carss (2000) Reducing the conflict between cormorants and fisheries on a pan-European scale Final Report. CEH Contract Number: C01749- Chamberlain DE, Austin G, Newson SE, Johnston A, Burton NHK (2013) Licensed control does not reduce local Cormorant (Phalacrocorax carbo) population size in winter. Journal of Ornithology 154(3): 739–750.- Nagasawa, K. 1998. Fish and seabird predation on juvenile chum salmon (Oncorhynchus keta) in Japanese coastal waters, and an evaluation of the impact. N. Pac. Anadr. Fish Comm. Bull. No. 1: 480-495- Suter (1995) The effect of predation by wintering cormorants Phalacrocorax carbo on grayling Thymallus thymallus and trout (Salmonidae) populations: two case studies from Swiss rivers. Journal of Applied Ecology 32: 29-46.

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