Antes de todo es necesario poneros en antecedentes. En los últimos tres años he estado acudiendo al gimnasio con regularidad. Esto quiere decir que mi estado de forma no es el mismo que el de una persona que nunca ha practicado deporte o que lleva mucho tiempo sin hacerlo. Aún así los comienzos no han sido nada fáciles. Hasta que se coge el ritmo cuesta un poco. El primer día que salí a correr estuve diez minutos y completé 1,29 kms. A día de hoy estoy realizando recorridos de algo más de 3 kms. de unos veinte minutos de duración. Para llevar corriendo algo más de un mes no está nada mal, ¿verdad?.
En este período de tiempo he tenido un pequeño susto con las rodillas. De repente un día me empezaron a doler bastante, como si me ardieran y tuve que parar. El problema es que las zapatillas que tenía no eran las adecuadas (aunque yo pensara que sí) y el calentamiento que hacía no era suficiente. En mis manos, o en mis pies mejor dicho, ya están mis nuevas zapatillas y hago obligatoriamente cinco o diez minutos de calentamiento previo para evitar posibles lesiones. Este calentamiento consta de varias series de rotaciones de tobillos (hacia un lado y el otro), series de rotación de rodillas (ponemos las manos en las rodillas y vamos haciendo giros de un lado primero y en el sentido contrario después) y cinco minutos de trote ligero.
Desde aquí os animo a empezar una actividad deportiva, sea la que sea, incluso caminar. Mejor esto que nada. Eso sí, siempre con cautela y sentido común para evitar lesionarnos.
Dentro de un mes os contaré más.
¡Hasta pronto!
Fotos: Pinterest
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