Prisioneros del pasado.

Hay que reinventar la educación y dar un sentido práctico a todo lo que hacemos en el colegio. Los profesores se tienen que convertir en impulsores del talento de todos y cada uno de sus alumnos, averiguando las cualidades de cada uno, y para eso hay que cambiar también la manera en la que aprenden la carrera en las universidades. No podemos estancarnos en una educación para un mundo que ya no existe, así solo nos convertiremos en prisioneros del pasado. Hay que conseguir que los niños vayamos con alegría e ilusión al colegio.
"La formulación del problema, muchas veces es más esencial que la solución del mismo" Albert Einstein

Los alumnos debemos aprender a pensar de manera crítica, y para ello debemos aprender a hacer buenas preguntas, que es más difícil que dar una buena respuesta.

Hay profesores que confunden el espíritu crítico del alumno con la rebeldía, por lo que muchos alumnos tienen unas preguntas fabulosas y no se atreven a plantearlas. Los niños a los tres o cuatro años formulamos muchas preguntas al día y cuando empezamos el colegio dejamos de hacerlo para empezar a responderlas, nos cortan de un plumazo la curiosidad.
El papel del profesor tiene que cambiar, hasta ahora han estado trabajando en un campo de escasez de conocimientos en el que abundaba la ignorancia y el analfabetismo, pero hoy en día el conocimiento es gratis en cualquier dispositivo; pc, tablet o móvil. Un buen profesor debe ser un instructor de resultados, es decir, el que instruye a los alumnos para alcanzar sus mejores resultados. El profesor debe entender el mundo del que venimos los alumnos y el mundo para el que nos deben preparar.(Véase mi post: "El sistema educativo y la vida real").
Y también, para ello, el papel de nuestros padres es el de motivarnos para que encontremos inquietudes u objetivos reales, y estos se conviertan en nuestra pasión. Y esto se consigue con perseverancia, autodisciplina y esfuerzo. En definitiva, los niños con la ayuda de nuestros profesores y padres, nos tenemos que crear nuestro propio mundo.
La educación debe reinventarse para la era de la innovación y es un desafío al que tenemos que enfrentarnos todos. No es culpa de nadie que el mundo cambie tan deprisa, pero si es culpa del que no se quiere reciclar y quiere seguir enseñando de una manera obsoleta y no formando en habilidades tan necesarias como son; la tecnología,  el trabajo en equipo o hablar en público. (Véanse mis posts: "¿Niños emprendedores en España?" y "Aprender SI, pero emprendiendo")
¡HASTA LA PRÓXIMA!

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