Revista Espiritualidad

Productividad para Familias (III): El Jefe no es de la Familia.

Por Antonio Parcela @AntonioParcela

Productividad para Familias:

» I  – Cuestionarse todo.

» II – Tus Prioridades.

» III – El jefe no es de la Familia.

Jefe_no_familia

Decíamos en el artículo anterior que una vez establecidas cuáles son tus prioridades es importante tenerlas presentes en todo momento para centrarte y no apartarte de ellas ante la presencia de nuevas tareas.

En los tiempos que vivimos en los que es tan fácil estar continuamente comunicados con nuestra oficina a través de tablets, portátil, teléfono,… tenemos la tentación de no separar las tareas que son personales y las que son de trabajo. Se acuñó hasta el término de “omnidisponibilidad” en aquellos trabajos que por su característica podían estar continuamente queriendo contactar contigo.

También hablamos de  diferenciar los distintos roles que jugamos en casa y en la oficina, con nuestra familia y con nuestros compañeros. Esto es, nos hemos comprometido que el tiempo que estoy con la familia es únicamente para la familia y que si ha sido necesario llevarse algo de trabajo a casa, lo hacemos nada más llegar a casa para olvidarte del trabajo y ponerte en “modo familiar”. Ya hemos interiorizado esta idea y la hemos hecho nuestra.

La omnidisponibilidad no asegura una jornada “común” de 40 horas. Existen dos países europeos en las que se hicieron leyes para asegurar la “salud laboral y mental” del trabajador. Primero fue Alemania (noticia de Telegraph) y después en Francia (noticia iProfesional) donde se prohibía atender dispositivos que te conectaran al trabajo. Ni llamadas telefónicas, ni SMS, ni WhatsApp, ni correos electrónicos… ni en el ordenador, ni en el móvil ni en la tablet. A las 18:00 horas el trabajo tiene prohibido inmiscuirse en la vida privada del empleado. Es una manera legal de evitar que el trabajador se queme (¿te interesa el tema del “trabajador quemado”?, te dejo un enlace a una monografía de burn-out)

En mi caso ha habido días que he hecho más trabajo efectivo en mi casa tras finalizar mi jornada que en la misma oficina. Recomiendo ver el vídeo “¿Por qué no se trabaja en el trabajo?” del artículo de Productividad.

Hemos tomado medidas para dedicar nuestro tiempo libre (recordemos, tiempo no laboral) a la familia pero ¿qué hacer cuando nos interrumpen factores externos: compañeros, el propio jefe, correos de rápida respuesta o notificaciones en el móvil?

La solución no es complicada, es más fácil de lo que parece. La solución pasa por “educar” a tus compañeros de empresa y jefe que tras la salida del trabajo solo contactaremos entre nosotros si hay verdadera urgencia. De igual forma, hice con mis familiares y amigos: les “eduqué” para que esperaran a mi horario no laboral para todas esas cosas que no urgen o no son importantes. Pues toca “educar” a la gente que te rodea para respetar tus horarios (al igual que tú también te debes acostumbrar a no interrumpir a otros y esperarte a mañana para que resuelvan tus dudas “tan urgentes”).

× Razones para que tu prioridad sea la FAMILIA:

Las razones para dejar tu oficina tras la jornada laboral son muchas:

  • Sé consciente que tienes tanto trabajo pendiente que si estuvieras 16 horas en la oficina, éste trabajo pendiente llenaría tus 16 horas de trabajo (Aquí puedes leer un artículo de El Canasto de cómo la práctica con GTD te puede ayudar).
  • No es habitual que todos los días haya una emergencia que te obligue a quedarte también hoy. El quedarse unas horas más en la oficina puede dar la imagen que eres un profesional no capaz de sacar tu trabajo en el horario habitual como hacen el resto de tus compañeros (a reflexionar).
  • Asertividad: decir “No”. Ante cualquier ofrecimiento que te hagan d llevar más trabajo, plantéate honestamente si vas a ser capaz de asumirlo o te va a tocar decir “No” con firmeza si no te quieres ver forzado a echar más horas.
  • Consigue hacerte un horario flexible. Acorde a tus horarios y a los de tu familia. A la mayoría de las empresas le importan los resultados no el que tú hagas más horas a la semana. Si hablas con los recursos humanos o con tu jefe es posible que no te pongan pega a adaptar tus horarios. Si pides las tardes del martes libre porque quieres acompañar a tu hijo a los partidos de fútbol, puede que no te pongan pegas en recuperar esas horas durante la semana o en trabajar el viernes por la tarde.
  • Haz piña con el resto de compañeros para adaptar vuestros horarios y hacerlos mas flexibles para que todo el mundo salga beneficiado sin que repercuta en dejar el trabajos pendientes. Te sorprenderá que el primer empleado que tome esta opción tendrá multitud de seguidores.
  • Omnipresencia puede ser tu amiga. Puedes optar a salir más pronto del trabajo si te comprometes a estar localizable por teléfono para el resto de empleados.

Y lo más importante: Descanso y Descanso. Tu cerebro es una máquina que necesita ocuparse por un tiempo a otras tareas como un ordenador necesita liberar  procesos antes de que sea necesario reiniciarlo.

× Razones para que tu prioridad sea la OFICINA:

  • En ella te sientes una persona importante y valorada.
  • Es más descansado estar en la oficina que con tu familia que te exige hacer la compra, leer cuentos a los niños, etc.
  • Demuestras a la empresa y a compañeros que eres una persona comprometida y que renuncias a la familia porque para ti la empresa es importante.
  • No tienes familia ni tienes vida social.
  • Internet es más rápido en la oficina que en casa y, ¡tienes tantas cosas que consultar!

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[ photo credit: ((carola)) via photopin cc ]


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