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Profanación (Mikkel Nørgaard, 2014)

Publicado el 05 mayo 2016 por Therebeldelgado
Profanación (Mikkel Nørgaard, 2014)
Profanación (Mikkel Nørgaard, 2014)

Sordidez y elegancia


Profanación es la segunda entrega cinematográfica de la adaptación literaria de Los casos del Departamento Q, del autor danés Jussi Adler-Olsen, que continúa las desventuras de los dos detectives que se nos presentaron en Misericordia.Esta segunda parte vuelve a contar con el mismo director, Mikkel Nørgaard, el mismo encargado de fotografía, Eric Kress, y el mismo guionista, Nikolaj Arcel, al que se le une Rasmus Heisterberg, quien ya trabajó junto a Nikolaj en la redacción del libreto de la primera película basada en la saga Millennium de Stieg Larsson. Como era lo más lógico, parecían tener una idea clara en la cabeza: si la primera parte había funcionado más que correctamente, lo mejor era no tocar nada. Y así es. Profanación sigue los parámetros de Misericordia, pero es aún más enrevesada, más elegante y mucho más sórdida. 

Titulada en inglés The absent one, Profanación adapta para la gran pantalla el segundo libro de Adler-Olsen llamado Los chicos que cayeron en la trampa y que se publicó en castellano allá por 2011. Dicen los que han leído la novela que esta segunda parte está mejor llevada que la primera. Y es cierto. Desconociendo el libro, Profanación es más oscura y cuenta con un ritmo muy alto, al que se le añaden más elementos violentos y sexuales, y hace mucho más notable la química entre sus dos protagonistas, aunque bien es cierto que parece que Fares Fares tiene una cuota menor de aparición en pantalla. Además, los secundarios son más potentes y la utilización de los flashbacks mucho más dinámica e interesante.

Profanación (Mikkel Nørgaard, 2014)
Tras la resolución del caso que se nos cuenta en Misericordia, Carl Mørck (Nikolaj Lie Kaas) y su compañero Assad (Fares Fares) siguen al frente del Departamento Q. Acumulan más de cincuenta casos sin resolver, pero terminarán centrándose en un asesinato doble cuando un ex-policía se acerque una noche a Carl y le pida que reabra el expediente de la muerte de sus dos hijos. Cuando los dos detectives comiencen a reunir de nuevo todas las piezas, se darán cuenta que existen cabos sueltos dentro de una trama que implica a gente de la alta sociedad. 
Desde luego si estáis buscando un thriller de calidad y con las dosis necesarias de intriga, Profanación es un título muy recomendable. No solo porque cuenta con unas notables interpretaciones, una pareja con carisma y una atmósfera que perturba, sino también porque en esta ocasión tira del gancho del mejor cine negro -y la mejor novela negra- para radiografiar una sociedad podrida que apesta. Aunque, claro, es conveniente pasarse antes por su primera parte.
Contada al más puro estilo procedimental, alterna su trama en el presente con unos flashbacks -ensamblados consecuentemente- que van desentrañando el caso con la lentitud necesaria para que la cinta adquiera tensión y no pierda ritmo, poniendo más pistas frente a las narices de los policías y haciéndonos partícipes de un mundo enfermo. Es en esa posición donde la película adquiere más relevancia que su predecesora. Sin ser juez ni parte nos revuelve las entrañas poniéndonos delante lo más asqueroso del ser humano y, además, lo hace de un modo en el que no pierde un ápice de realismo. Repitiendo el esquema de Misericordia, Mikkel Nørgaard logra una película madura, elegante y más compleja que su primera entrega. Eso sí, juntas, logran un díptico que, aunque lleno de tópicos, conforma una gran sesión de cine policíaco.

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