Profesionalizar la Cultura

Necesitamos que los ayuntamientos se rasquen el bolsillo para tener una Cultura de primera división. Ha llegado el momento
Hace 25 años nuestro deporte cambió para siempre. Llevamos unos días hablando de lo importante que fue para el deporte español la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, el principio de todo lo que hemos vivido en los últimos años. Todas esas victorias, campeonatos, mundiales y deportistas de élite llevando nuestra bandera a lo más alto en cualquier rincón del mundo. El trabajo, el esfuerzo, el dotar de importancia… y el dinero. España empezó a funcionar bien deportivamente cuando sus deportistas empezaron a poder vivir del deporte que practicaban. Hoy, 25 años después, empiezan a llegar las jubilaciones por medalla, esas que otorgan a los deportistas medallistas la oportunidad de tener una jubilación adecuada tras haber sido los mejores en sus disciplinas deportivas. El Plan ADO y todo lo que vino a continuación se ha convertido en nuestro orgullo, en nuestros campeones, en ese deporte envidiado en medio mundo. Aún nos falta mucho por recorrer, pero hemos dado un buen salto de calidad y de cantidad en muchos deportes.
En nuestros municipios también hemos vivido una revolución silenciosa a nivel deportivo. Las exigencias federativas, la obligatoriedad de que sean profesionales cualificados quienes se hagan cargo del deporte base en nuestros pueblos, la mejora de las instalaciones deportivas… todo ese conjunto de cambios ha propiciado que el deporte mejore, que la educación deportiva sea más rica y que, en muchos casos ya, algunos de nuestros deportistas se conviertan en personajes muy relevantes a nivel nacional e internacional. Tuvimos algunos casos aislados en el pasado, eso es cierto, pero hoy no es extraño tener entre nosotros a ciclistas, atletas, esquiadores y otros deportistas con mucha importancia en cualquier nivel. Y todo gracias a la profesionalización y a la inversión (que podría ser mayor en nuestra comarca).
Hace años el deporte era otra cosa, eran los propios aficionados, padres o amigos los que se encargaban del deporte local, casi siempre con más voluntad y vocación que experiencia y conocimientos. Nuestro deporte era mucho más cercano entonces… pero también menos adecuado.
Estos días he estado pensando en nuestra Cultura comarcal. Una Cultura repleta de personas con mucha vocación y con muchas ganas, pero no siempre con la formación o los conocimientos necesarios para la realización de eventos y actividades culturales. Es cierto, gracias a todas estas personas hemos disfrutado de todo tipo de eventos, recitales, movimientos y actividades culturales de todo tipo pero, ¿avanzaremos más allá gracias a su trabajo desinteresado o nos hemos estancado? Los ayuntamientos se han dejado llevar en estos asuntos, se limitan a acoger actos de la Comunidad de Madrid, a realizar sus contrataciones y a permitir que muchas personas y colectivos realicen sus propias actividades, actividades que luego se proponen a todos los vecinos. No es malo, desde luego, si no fuese por ello, habríamos tenido años desérticos a nivel cultural en la Comarca. Sin embargo, creo que ha llegado el momento de dar un salto. De profesionalizar la Cultura, al igual que se ha hecho con el Deporte. Estamos necesitados de muchos aficionados, pero hasta que no haya verdaderos profesionales no iremos nunca más allá de donde ya hemos llegado.
Ya estamos tardando en irnos dando cuenta. Y en gastarnos algunos euros más en Cultura, con mayúsculas. Solo así conseguiremos tener una Cultura potente y con capacidad de atraer público, dinero e inversión a nuestros municipios.