Prohibir la apertura de restaurantes de fast food cerca de las escuelas

Luchar contra la obesidad infantil prohibiendo la apertura de restaurantes de comida rápida cerca de los colegios es una de las medidas que se recomienda en un informe encargado por Boris Johnson, alcalde de la ciudad de Londres (Reino Unido). Ésta es sólo una de las medidas reflejadas en un informe que se tacha de bastante radical, dada la gravedad del problema (uno de cada tres niños de la ciudad es obeso), para el alcalde es urgente adoptar medidas drásticas que frenen el aumento del sobrepeso y la obesidad infantil.

Además de prohibir la apertura de restaurantes de fast food cerca de las escuelas, también se plantean medidas como incluir un etiquetado semáforo con advertencias sobre las calorías que contienen los menús de estos restaurantes de comida rápida o de destacar y dar a conocer a la población qué escuelas son las mejores y peores en la promoción de la alimentación saludable. Todas estas medidas han sido propuestas por un ex Ministro de Salud, responsable de la Comisión de Salud de la ciudad.
El informe se presentará mañana, en él se refleja una clara preocupación por el problema de la obesidad infantil y la necesidad de tomar acciones radicales de carácter urgente a fin de proteger a la infancia de la comida rápida, además de fomentar un estilo de vida más saludable. Curiosamente en este informe se deja en un segundo plano la actividad física ,no considerándola como algo importante para luchar contra el sobrepeso y la obesidad infantil, según el ex Ministro de Salud, la crisis de la obesidad sólo se puede resolver comiendo menos alimentos.

La verdad es que el ejercicio físico es muy importante tanto para mantener un buen estado de salud como para luchar contra la denominada epidemia del siglo XXI, no se puede demonizar a los restaurantes de comida rápida, en el problema de la obesidad intervienen muchos factores, la falta de educación nutricional, el sedentarismo, el estilo de vida en el hogar, etc. Que se prohíban restaurantes de comida rápida cerca de los colegios no va a solucionar nada, es una medida un tanto absurda. Lo de incluir una especie de etiquetado semáforo que advierta sobre las calorías de los menús es información interesante pero en muchas ocasiones ignorada.

Un ejemplo es España, algunos establecimientos de comida rápida incluyen una hoja que se coloca en la bandeja de servicio en la que se informa sobre las calorías que tiene cada hamburguesa, bebida, etc., y apenas se hace caso, ¿quién va a devolver la hamburguesa una vez que la tiene delante?. En vez de proponer medidas que puedan tener cierto calado, como la de incluir una asignatura de nutrición en las escuelas, o un plan de asesoramiento a los padres para que los niños disfruten de un menús saludables en el hogar, se opta por medidas que parecen buscar los titulares de los medios de comunicación.

Si realmente se quiere luchar contra el problema, las consideraciones que se podrían plantear supondrían un gasto elevado para las arcas de la ciudad, quizá por ello se obvian. Lo dicho, prohibir que el fast food esté a menos de 400 metros de una escuela, no impedirá que los niños acudan a él si les apetece (o que sus padres les lleven), si hubieran sido 40 kilómetros quizá, pero 400 metros representa tan sólo unos minutos andando.

Mañana se presenta el informe, ya veremos qué ocurre. Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de este artículo publicado en el diario digital Londong Evening Standar.

Foto | Polytikus

Enlace permanente:
Prohibir la apertura de restaurantes de fast food cerca de las escuelas