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`Prometheus´ -sin suspense ni tensión

Publicado el 05 agosto 2012 por Cinefagos

`Prometheus´ -sin suspense ni tensión

Ridley Scott. Un veterano director que para muchos tocó techo al principio de su carrera con películas como Alien y Blade Runner, mientras que para otros sigue siendo alguien a tener en cuenta. Hay algo innegable, Scott sabe dirigir y sus películas poseen un diseño de producción digno de elogio. Por mucha tontería que empezase a hacer ahora mismo, no toda su filmografía me gusta bien es cierto, con las dos películas que he mencionado más arriba ya le tendría un inmenso aprecio.

Prometheus es una película que me ha hecho gracia desde su concepción. Por una parte iban surgiendo rumores sobre su vinculación con la saga de Alien. Por otra que no, que era algo distinto y que Scott dejaba tranquilos a los aliens de bocas retráctiles. Luego sí, que era una precuela. Y luego no, que no iban a aparecer dichos seres, ya míticos. Luego se filtró por internet por donde irían los tiros. Y luego se desmintió. Para finalmente coincidir prácticamente con todo una vez se estrenó. Vamos, que esto era como un especie de juego del despiste. Querer tenerlo todo en secreto para crear más expectación y que las uñas no nos crecieran (aunque yo ví el trailer, algún cartel y nada más).

El tema que se puso sobre la mesa fué el siguiente, interesante a priori. Contar la historia del Space Jockey que aparecía brevemente en la película que dirigió Scott en 1979. Ése inmenso extraterrestre que tenía el pecho destrozado. Pero no desde fuera, si no desde dentro (todos sabemos lo que ello conlleva, ¿verdad?). Interesante como digo. Precuela como he señalado.

`Prometheus´ -sin suspense ni tensión

Una vez que te dejan en el aire el tema que iban a tocar, el del origen del Space Jockey, la imaginación entra en juego. Queramos o no todos la tenemos y una cosa es lo que podemos pensar y otra lo que nos enseñan en la pantalla grande. Puede haber algo de decepción o por el contrario que nos cuenten algo que nos sorprenda. En parte yo pensaba que el final de la película sería lo que desembocaría en el descubrimiento de los tripulantes de la Nostromo. Un ser gigante sentado, momificado y con pecho reventado. Pues no, a veces hay que rizar el rizo para… futuras entregas. Que como bien ha salido por la red recientemente, ya se habla de una secuela.

El principio de la película es impresionante. Un mundo virgen mostrado -de muy buena manera- y la aparición  de los Ingenieros (los mencionados Space Jockey) como creadores de vida. Visualmente, una vez más, Scott cumple con creces. Demostrando que puede enfrascar al público en la historia y sorprender de alguna manera.

Lo malo es que conforme avanza la película empieza el desfile de cosas que no convencen, que no atrapan y que no dejan un buen sabor de boca en líneas generales. Sí, podríamos decir que si eres muy exigente le puedes sacar pelos a una calavera (como dice el dicho). Quizás simplemente te puedes dejar llevar y ver a Prometheus como una película de ciencia-ficción entretenida y punto, pero tiene el obstáculo de la saga en la que más o menos se basa y al mismo tiempo querer hacer algo demasiado trascendental, cuando Alien no pecaba de eso.

Aquí se buscan explicaciones. Al igual que Roy Batty (Rutger Hauer) las buscaba en Blade Runner. Él quería saber cuanto tiempo le quedaba, entre otras cosas, demostrando más humanidad que muchos de los personajes humanos que le rodean en la película. Aquí tiramos más alto si cabe. Aquí se buscan las respuestas con mayúsculas. Saber qué hacemos aquí y quien nos creó. Todo ello aderezado con unas dosis de religión que sobraban completamente. Otro de los puntos flacos en mi opinión.

`Prometheus´ -sin suspense ni tensión

Dios no me quiere, he sido malo, me tiene que castigar. Para muchos Dios es un ente vengativo que parece querer jugar a la ambigüedad con los seres que ha creado. Para otros alguien que obra por una serie de razones que no podemos llegar a comprender. De ahí la frase “los caminos del Señor son inexcrutables”. O lo que es lo mismo “no tenemos ni puñetera idea de esto y como nos has jodido con la pregunta nos inventamos una frase cierra bocas”. Aquí sucede algo similar. El guión va planteando preguntas, algunas se responden, otras no, para que finalmente te vuelvas a dar cuenta de que no estás viendo una película, si no una serie por entregas que irán cayendo de vez en cuando si la taquilla no le va mal. No es la primera vez que lo vemos ni será la última.

Lo peor de todo es que no ahonda en situaciones o planteamientos que sí podrían o deberían haber dado juego. Van colocando piezas en el tablero de ajedrez para luego no buscar el Jaque (del Mate ni hablamos). Personajes estereotipados sería ya lo de menos (porque Vásquez de Aliens lo era, pero le cogías cariño, y eso sin salir demasiado), si no más bien el tratamiento que les dan. No sientes ningún tipo de empatía hacia ellos. Algo que sí sucedía en cualquier entrega de Alien con los principales o secundarios. Aquí no son ni mera carnaza, porque tampoco hay un suspense a tener en cuenta o una tensión que te mantenga pegado en la butaca. Se busca en ocasiones, pero no lo consigue en mi opinión. Escenas como la que protagoniza Noomi Rapace (si habéis visto la película sabréis a cual me refiero) son las que más se acercan. Ya me olvido hasta de su pronta recuperación, que cosas más imposibles hemos visto y las hemos aceptado. Personajes que son salvados de una muerte segura para que pocos minutos después borrarlos del mapa completamente. ¿Qué sentido tiene eso? Y eso que algunos como Rapace o Fassbender cumplen con lo que se les pide, incluso Charlize Theron sorprende en más de una ocasión (hacía falta un borde en la película, ¿no?).

Prometheus es un regalo. Un papel de regalo muy bonito, brillante. Un lazo rojo que lo rodea. Y una tarjeta de felicitación con música. Por desgracia, abres la caja y el mencionado regalo es de los que te hacen esbozar una sonrisa fingida, pensando que con tu actuación podrían darte el Oscar de la Academia.

Estamos en una actualidad cinematográfica donde se piensa más en el futuro que en el momento actual. Donde haces una película y antes de su estreno ya anuncias que forma parte de una saga, trilogía o lo que le quieran llamar. Son series al fin y al cabo. Ripley mataba al Alien expulsándolo de la nave con un arpón y punto. Aquí, en Prometheus, habría un segundo Alien, dejando la puerta bien abierta para una secuela y al espectador con cara de bobo pensando que dentro de dos o tres años le contarán qué ha pasado realmente.

Otras opiniones sobre Prometheus en Tierra de CINÉfagos: aquí


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