Antecedentes: Las personas mayores que viven en centros de cuidados o adultos mayores que viven en la comunidad tienen un alto riesgo de caídas y fracturas de cadera que pueden ocurrir después de una caída. Los protectores de cadera se han recomendado como un medio para reducir el riesgo de fractura de cadera. Los protectores de cadera son escudos de plástico (duros) o almohadillas de espuma (blandas), por lo general instalados en bolsillos de ropa interior especialmente diseñada.
Esta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 1999 y actualizada en varias ocasiones, la última el 2010.
Objetivos: Determinar si la provisión de protectores de cadera externos (a veces referidos como almohadillas para cadera o almohadillas protectoras de cadera) reducen el riesgo de fractura de cadera en las personas mayores.
Métodos de búsqueda: Se realizaron búsquedas en Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group Specialised Register (diciembre de 2012), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL) ( The Cochrane Library 2012, Número 12) , MEDLINE (1950 hasta la semana 3 noviembre de 2012), MEDLINE en proceso (18 de diciembre de 2012), EMBASE (desde 1988 hasta 2012 Jornada 50), CINAHL (1982 a diciembre de 2012), BioMed Central (enero de 2010), registros de ensayos y listas de referencias de los artículos pertinentes.
Criterios de selección: Todos los ensayos aleatorios o ensayos cuasi- aleatorios controlados que compararon un grupo de intervención provisto con protectores de cadera con un grupo de control sin protectores de cadera.
Recopilación y análisis de datos: Dos revisores evaluaron de forma independiente el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. Se buscó información adicional de los investigadores. Los datos se agruparon mediante modelos de efectos aleatorios de efectos fijos o según proceda.
Resultados principales: Esta revisión incluye 19 estudios, nueve de los cuales eran de grupos aleatorios. Estos incluyeron aproximadamente 17.000 personas (rango de edad promedio: 78 a 86 años). La mayoría de los estudios fueron en general de bajo riesgo de sesgo para los resultados de fractura. Los ensayos probaron los protectores de cadera duros o blandos encerrados en ropa interior especial en 18 estudios.
El agrupamiento de los datos de 14 estudios (11.808 participantes) realizados en el ámbito de enfermería o de atención residencial encontraron pruebas de calidad moderada para una pequeña reducción en el riesgo de fractura de cadera (riesgo relativo (RR) 0,82, IC 95% 0,67 a 1,00); el efecto absoluto es de 11 personas menos (IC 95 %, desde 20 menos a 0) por 1.000 con una fractura de cadera cuando se le proporcionan los protectores de cadera.
Hay pruebas de calidad moderada, cuando se agruparon los datos de cinco ensayos en la comunidad (5614 participantes), que muestran poco o ningún efecto en el riesgo de fractura de cadera (RR 1,15 , IC 95 %: 0,84 a 1,58); el efecto absoluto es de dos personas más (IC 95%: 2 menos a 6 más) por cada 1.000 personas que tienen una fractura de cadera cuando se le proporcionan los protectores de cadera.
Es probable que haya poco o ningún efecto sobre las caídas (cociente de tasas 1,02, IC 95%: 0,9 a 1,16) o fracturas que no sean de cadera o de pelvis (cociente de tasas 0,87, IC 95 %: 0,71 a 1,07). Sin embargo, RR para las fracturas de pelvis es 1,27 (IC 95 %: 0,78 a 2,08); esto es un efecto absoluto de una persona más (IC 95%: 1 a menos 5 más) por 1.000 con una fractura de pelvis cuando se le proporcionan los protectores de cadera.
La incidencia de eventos adversos, mientras se usa protectores de cadera, incluyendo irritación de la piel, varió de 0 % a 5 %. La adherencia, sobre todo a largo plazo, fue deficiente.
Conclusiones de los autores: Los protectores de cadera probablemente reducen el riesgo de fracturas de cadera si se usan en centros de cuidado de enfermería o centros de atención residencial para mayores, sin aumentar la frecuencia de caídas. Sin embargo, los protectores de cadera pueden aumentar ligeramente el riesgo de fracturas pélvicas. Pobre aceptación y adhesión de las personas mayores que usan protectores de cadera, es una barrera para su uso. Es necesaria una mejor comprensión de los factores personales y de diseño que pueden influir en la aceptación y adherencia.
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