Revista Arquitectura

Proyecto de Zona Verde Pública - Terreno como Base de Diseño (III) - Terreno como Soporte

Por Base_paisajismo @BasePaisajismo
Seguimos con la serie sobre el Proyecto de Zona Verde Pública en la que estamos viendo el terreno como base del diseño. En esta entrada nos centraremos en el terreno como soporte de construcciones y base de firmes.
El terreno como soporte de construcciones

Proyecto de Zona Verde Pública - Terreno como Base de Diseño (III) - Terreno como Soporte

Es importante elegir la maquinaria adecuada para cada operación

Los movimientos de tierras dejarán explanadas las áreas destinadas a recibir las construcciones, y habrán previsto la amplitud necesaria para ello. Existe una completísima documentación acerca de los requerimientos del suelo como soporte de construcciones, elevada en muchos casos a normas de obligado cumplimiento, en la que, obviamente, no vamos a entrar. Únicamente queremos recordar que es muy importante tenerlas en cuenta para todo tipo de construcciones, no sólo para las importantes. En efecto, es frecuente que las pequeñas construcciones, en el proyecto, apenas se consideren, no aportando para ellas soluciones constructivas, ni requerimientos de firmes, ni espesor de las cimentaciones... resultando después un cúmulo de pequeños fracasos.
El terreno como base de firmes de viales y explanadas

La consideración del terreno en estos casos es distinta de la anterior, debido a la extensión superficial que ocupan, no siendo de aplicación soluciones puntuales, perfectamente válidas para las construcciones.

Es importante destinar para estas áreas, terrizas en la mayoría de los casos, lugares bien saneados, ausentes de aguas subterráneas y a cubierto de avenidas, en todo caso protegidos con las obras de fábrica necesarias (caños, bordillos, imbornales, sumideros...). Se procurará que las características granulométricas del suelo sean las adecuadas, eliminando en todos los casos la cubierta vegetal. Para los rellenos, si fueran necesarios, se recurrirá en primera instancia a los materiales existentes en la propia obra, para lo que habrá que determinar su idoneidad, espesores de relleno, grado y forma de compactación... Si fuera preciso se reforzará la solución con el empleo de geotextiles y geomallas, que tienen la facultad de evitar la contaminación de los firmes por las arcillas de la base, además de repartir las cargas; en cualquier caso, estos sistemas están muy indicados en las obras de parques y jardines considerando las acciones de los sistemas radicales y la elevada humedad del suelo.
El tipo de pavimento o tratamiento superficial tiene mucha importancia a la hora de definir los firmes y la capacidad portante de las bases, elección que está condicionada, a su vez, por las intensidades de tráfico y cargas a soportar.
Una cuestión a tener en cuenta, a veces olvidada en los proyectos, es el destino de las tierras procedentes de los cajeos de los viales y explanadas, que conviene tengan su hueco en el interior de la obra, si sus características lo permiten.
El viario de los parques y jardines tiene mucha importancia, más de la que se le suele conceder en el proyecto. Los fallos suelen venir por problemas en la base y firmes, acrecentados con frecuencia por aguas subterráneas o procedentes de riegos no controlados.
De otra parte conviene tener presente que una estudiada solución de firmes, en combinación con pavimentos, puede abaratar mucho las obras y ofrecer, además, soluciones más ventajosas desde otros puntos de vista.

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