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Pruebe el Sancocho en Ginebra, el Mejor del Valle del Cauca

Por Miguelw @Viviendo_Cali

Pruebe el Sancocho en Ginebra, el Mejor del Valle del Cauca

La gastronomía colombiana es tan variada y colorida como lo son sus regiones. Debido a la privilegiada posición geográfica de Colombia se puede encontrar preparaciones con los ingredientes más exóticos imaginables.

Ya sea desde las cumbres de las montañas, hasta las costas, pasando selva tropical, el bosque húmedo, los páramos y ríos, en Colombia hay mucha riqueza gastronómica.

Conozcamos al Sancocho

El sancocho es tan antiguo como la olla de barro, y cada región del mundo tiene su versión de esta maravilla.

Esto se debe a que el sancocho (obviamente recibe otros nombres según el país) es una receta de origen campesino. Básicamente corresponde a la inclusión de verduras y tubérculos propios de una zona. Y a estos se les agregaba una carne de un animal que se criara en el mismo sector.

De modo que revisen muy bien sus recetas de caldos favoritas. Se van a dar cuenta que la mayoría, por más sofisticados que sean, son sancochos.

Al Sancocho Colombiano, debido a los diferentes pisos térmicos, climas y ecosistemas de Colombia, cada región le aporta lo suyo. En la costa atlántica y pacífica suelen acompañarlo con pescado, en el chocó lo preparan con cerdo, res, pollo y queso. En los llanos orientales se usan carnes más exóticas, como el armadillo. Y no falta el que bromea con que en Nariño se prepara sancocho de Cuy.

Sin embargo la receta tradición del Sancocho de Gallina Colombiano es un caldo de gallina acompañado con papa, yuca, plátano y maíz. Y de estos no uno más delicioso que el Sancocho en Ginebra, cocinado a leña, lentamente.

Sancocho en Ginebra

Son muchos los rumores de porque Ginebra es la capital colombiana del sancocho. Sin embargo una de las teorías más fuertes se debe a la calidad del suelo que posee el municipio. En efecto Ginebra goza de un sueño muy fértil, con praderas donde retozan y engordan las gallinas, alimentadas de manera natural.

Las praderas de Ginebra son bañadas por el río Guabas, y cuenta con montañas nubladas en las que se da de todo. Esto ayuda, por supuesto, a que en esta tierra se produzca lo necesario para un buen sancocho.

Ahora, ¿cómo inició esta tradición en Ginebra?, no hay mucha claridad. Sin embargo tiene que ver con aprovechar la riqueza de la zona de manera comercial. Igualmente, decenas de restaurantes se han beneficiado de la fama del pueblo y del Festival de "El Mono Núñez".

Porque en Ginebra se pueden encontrar literalmente decenas de restaurantes que ofrecen El Mejor Sancocho del Valle. ¿Cuál es el mejor? Difícil de decir, la mayoría son exquisitos.

La Gallina del Sancocho

Todos tienen ese color característico, un aroma delicioso que embruja el alma. La gallina debe ser, por obligación, gallina criolla, de esas que crecen libres y fuera de los gallineros. Por eso no es difícil ver en Ginebra a esos ovíparos paseándose por doquier.

Sin embargo el sabor del sancocho en Ginebra es muy especial. Esto se debe a que, a diferencia de otras regiones, incluyendo los municipios del Valle del Cauca, la gallina se asa aparte. Si, como lo escuchan, el secreto culinario del Sancocho en Ginebra es que primero se asa la gallina y después se la incorpora al plato.

Lo anterior hace que la carne conserve mucho mejor el sabor. Además en el caldo predomina el sabor de los tubérculos y no de la gallina. Al momento de consumirlos juntos se genera un balance exquisito. De esta manera ningún sabor riñe entre si.

¿Con qué se acompaña el Sancocho en Ginebra?

El Sancocho en Ginebra se acompaña, como es común en Colombia, de arroz y ensalada. Sin embargo algo que mejorará mucho la experiencia gastronómica es consumirlo con tostadas de plátano verde.

Estás tostadas (también conocidas como Patacón Pisao), son una delicia en si mismas, especialmente cuando se les unta guacamole, hogado o ají.

Hay quienes suelen agregarle ají al sancocho, aunque esto ya dependerá enteramente del gusto del comensal.

Atención y Servicio

Algo que llama la atención, y además gusta mucho, es la amabilidad con la que son atendidos los comensales. Para muchos la experiencia es tan grata que sienten que fueran los primeros clientes del restaurante.

A pesar de la dura competencia, es difícil ver a los habitantes de Ginebra riñendo entre ellos. Esto se debe a que usualmente hay tal cantidad de comensales que en ocasiones no dan abasto.

Si hay algo de admirar en Ginebra es la candidez de las personas, que deberían tener tanto reconocimiento como su sancocho.

Así que, como dicen en Ginebra, si está de paso por el Valle es imperdonable que se pierda de probar al santo más sabroso, el sancocho.


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