Revista En Femenino

Psicofármacos & Lactancia: sí son compatibles

Por Mamiclic

Se acerca una etapa de revuelo, sensible y de mucha vulnerabilidad que necesita ayuda específica. Dos señoras muy importantes son llamadas a entrar en escena.

Trabajan en equipo y con vocación de ayudar a la madre y al bebé recién llegado. Por un lado se ocupan de la logística: una se encarga de hacer la compra y la otra de tener la comida lista. Por otro lado preparan nuestra mente para las nuevas exigencias que supone la llegada de un bebé: agudizan nuestra capacidad auditiva y facilitan las conductas maternales y de protección.

La señora O. nos ayuda a buscar la cercanía con nuestro bebé, aumenta nuestra confianza y empatía. Es una gran mediadora en las emociones como el amor y la rabia y, por si fuera poco nos ayuda a disminuir el miedo y la ansiedad. Por eso algunos la han bautizado como “la hormona del amor” aunque su nombre real es Oxitocina.

Cada vez que el bebé está en contacto con el cuerpo de su madre aumenta en cantidad, provocando un efecto antiestrés en ella y también en su bebé (que recibe su efecto a través de la leche que produjo la señora P., llamada Prolactina). Este  efecto “relajación” también beneficiaría a las madres que no pueden/no desean amamantar debido a que el nivel aumenta con el contacto corporal estrecho.

Por sus características se habla de su poder ansiolítico y, por sus efectos, ayudan a establecer el vínculo de la madre con su bebé.

Un cocktail natural perfecto para recetar a cualquier mamá que quiera beneficiarse de esta gran ayuda. Son las hormonas que se segregan con la lactancia materna.

Lamentablemente esta ayuda se retira en muchas ocasiones a aquellas mujeres que tras el parto sufren ansiedad o depresión. O han tenido anteriormente diagnóstico de enfermedad psiquiátrica (por ejemplo, trastorno bipolar o episodios de psicosis).

Sin duda es vital cuidar la estabilidad emocional de la madre y, por tanto, de su bebé. Pero si consideramos que la lactancia materna es un elemento que facilita la recuperación física, psíquica y ayuda a establecer los vínculos, recomendar el destete puede provocar mayor angustia y estrés en la madre.

Recibir apoyo y tratamiento no farmacológico debería ser considerado con mayor frecuencia para evitar que el malestar en la madre aumente.

No obstante, si después del parto es necesario recurrir a medicación específica actualmente la mayoría de los psicofármacos son compatibles con la lactancia.

Contar con la ayuda de todos los profesionales implicados, el apoyo de la pareja, amigos y familiares, así como la observación constante de la madre y su bebé son elementos a considerar para el éxito del tratamiento.

Si tienes dudas o deseas acudir a un grupo de apoyo puedes consultar distintas fuentes de confianza en internet como:

  • E-lactancia.org: puedes consultar la compatibilidad de la lactancia con fármacos, tratamientos, enfermedades, y mucho más
  • Ihan: recursos y grupos de apoyo para la lactancia en las distintas comunidades
  • Foro de la Asociación Española de Pediatría (Comité de Lactancia Materna)

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