Revista Psicología

Psiquiatras y psicólogos piden intervenir en el control de la obesidad infantil

Por Fat
Psiquiatras y psicólogos piden intervenir en el control de la obesidad infantil
"La enfermedad del siglo XXI". Así definen las autoridades sanitarias la obesidad, un mal que se expande imparable amenazando seriamente el bienestar de los ciudadanos de los países desarrollados, así como los recursos económicos de sus gobiernos. Pero, el hecho de saberlo, no implica sin embargo, la contención del problema. Al contrario, se extiende principalmente entre la población infantil. En España, por ejemplo, ya se habla de un 16% de niños de entre 6 y 12 años obesos. ¿Qué hacer ante este panorama? Psiquiatras y psicólogos lo tienen claro, "dejar de considerar la obesidad como una enfermedad".
Este fue uno de los puntos tratados en el 56.º congreso de la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente, celebrado hace unos días en Alicante y en el que los asistentes pidieron intervenir en la prevención y tratamiento de este problema.
¿Es, pues, la obesidad un problema psiquiátrico? En principio, no. "Es más bien un trastorno de conducta. La alimentación es una conducta que se aprende y desde la psiquiatría se puede ayudar a modificar las actitudes y convertirlas en costumbres", señala Óscar Herreros, psiquiatra del hospital San Agustín de Linares, en Jaén. El rechazo de este colectivo a definir la obesidad con una enfermedad responde al "sinsentido que supone convertir al 20% de la población en enfermos, al menos desde el punto de vista de salud pública. Si en verdad fuera una enfermedad, deberíamos estar viendo a cada uno de los obesos en las consultas y, sin embargo, la obesidad no está en la cartera de servicio", señala el doctor Herreros.
Esta manera de enfrentarse a la obesidad impone un nuevo enfoque en el tratamiento. "Hay que trabajar con los niños obesos para enseñarles a controlar la comida. Comer debe convertirse en un hecho consciente, hay que enseñarles a ser conscientes de lo que hay en el plato, igual que se enseña, por ejemplo, a lavar la fruta y las verduras. Aprenderlo desde el principio es fácil, lo complicado es reaprender", señala Óscar Herrero.
En la misma línea se pronuncia Aussiàs Cebolla, psicólogo y uno de los responsables del programa Etiobe, la primera solución informática dirigida a combatir la obesidad infantil, que auna las nuevas tecnologías con los métodos terapéutico tradicionales. El objetivo de este programa es motivar a los niños obesos a modificar sus estilos de vida, lo que evitará nuevas recaídas en el futuro. "Cuando un niño aprende algo, lo interioriza, ya lo tiene aprendido para toda su vida", explica Óscar Herrero.
Esta plataforma tecnológica, puesta en marcha en la Unidad Pediátrica del hospital General de Valencia y en la que han participado la Universitat de València, el Grupo de Investigación Labpsitec de la Universitat Jaume I, y el grupo LabHuman de la Universidad Politécnica de Valencia, acompaña al paciente infantil en cada momento de su vida. "Es como si llevara al médico al lado, ayudándole y aconsejándole cómo actuar en cada momento", explica Aussiàs Cebolla. Ese e-medico, además, le acompaña incluso en los momentos de ocio, a través de divertidos videojuegos, diseñados para estos pacientes.
"El niño obeso necesita mucha ayuda para rechazar el bombardeo al que es sometido para que coma lo que no debe todo el rato. Las sociedades del primer mundo vivimos en un ambiente que promociona la obesidad, todo lo que rodea a los niños les induce a comer de más, a no controlar el acto de comer", señala Cebolla.
Herreros apuesta, también, por la intervención de los psiquiatras en la prevención de la obesidad. "Sabemos cómo modificar las conductas. El problema de la prevención es que los grupos que diseñan los planes lo hacen sólo desde el punto de vista teórico, y luego no se puede plasmar en la práctica, porque no hay gente para trabajarlo ni dinero que sostenga el programa", indica.
Los asistentes a la mesa de obesidad del congreso celebrado en Alicante apuestan por una intervención en los colegios. "Hay que sacar la prevención de la obesidad de las consultas, es lo más racional. Hay que llevarlo a los colegios, pero sólo como lugar de encuentro. Y allí, profesionales sanitarios deberán trabajar con los niños y, sobre todo, con las familias. No puedes enseñar a un niño para que enseñe a sus padres, para que los eduque. No tiene sentido", dice Herreros.
**Publicado en "LA VANGUARDIA"

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