Revista Diario

¿Puede alguien decidir por mi, please? (por Ana)

Por Imperfectas
¿Puede alguien decidir por mi, please? (por Ana)NOTA: Hemos decidido publicar el post perdido, del que hablaba en el anterior post... quería dejar clara una cosa antes de hacerlo... ejem,ejem,ejem... quizá me excedí con lo del el mejor post del mundo... era para dar un poco de dramatismo a la pérdida... vamos, que no está mal, pero tanto como el post mejor escrito del mundo... Espero no decepcionaros mucho... Besos a todos...
La mayoría de las veces me encanta ser adulta, me siento mucho mejor a mis treinta y tantos de lo que me sentí a los quince o los veinte. No volvería atrás por nada del mundo... Me siento libre, me siento fuerte, hago mi vida sin dar más explicaciones que las estrictamente necesarias a aquellos que quiero y respeto... Y tomo mis propias decisiones... una y otra vez... una y otra vez... Y aquí tenemos el tema del post: ¡Odio tomar decisiones!. Es la parte de ser adulta que peor llevo y no sé si podré superarlo algún día. A ver, no es que esté incapacitada para hacerlo, de hecho creo que lo hago más de la cuenta, últimamente es como si cada día en mi vida fuera un carrusel de opciones, tanto en mi vida personal como profesional... Sobre todo en lo laboral es un no parar, te levantas sabiendo que tomaras una media de veinte decisiones importantes en el día. Trabajo en algo relacionado con la decoración y la imagen y en los últimos tiempos no solo tengo que decidir sobre los temas propios de mi profesión, es que me ha tocado dilucidar cosas como si el color de una pared es amarillo verdoso o verde amarillento. El tapicero no tiene claro si la tela de la butaca va con el dibujo horizontal o vertical... En la tienda han vendido el mueble que nos ibamos a llevar y que es esencial para el proyecto... Hoy, sin ir más lejos, el pintor me preguntaba una y otra vez que cómo podía salvar un desnivel del techo para que las rayas que estaba pintando le quedasen derechas... ¡¡¡Por dios, pero si yo hasta hace un año no sabía lo que era un pantone!!! (aquí os dejo la definición http://es.wikipedia.org/wiki/Pantone). Pues eso, que tengo que tomar decisiones sobre todo tipo de cuestiones e improvisar sobre la marcha. Y eso cansa... y mucho...Por todo ello no puedo soportar seguir tomando decisiones en mi tiempo libre, en temas de los que yo llamo menores, y, sobre todo, cuando dejo la cuestión en manos de profesionales...

Primer ejemplo: taxistas. Para mi el mundo taxi merece un post exclusivo para ellos, pero ajustándonos al tema, diré que no puedo soportar a los taxistas que te preguntan continuamente cómo ir al lugar que les has indicado... Pero vamos a ver ¿no me cobras una pasta por el alquiler de coche y chofer? Pues hijo, llévame al sitio y punto. Entiendo que pregunten según subes por dónde quieres ir y te den un par de opciones, pero si la contestación es “por el sitio más rápido y corto”, por favor, es que dejo en tus manos de profesional la decisión... El otro día salí a cenar con una amiga, y entre cañas y diversión, me dieron las tantas. Decidí tomar un taxi para llegar a casa porque me notaba yo un poco perjudicada... Subo al coche y le digo al conductor, lo más claramente posible, que voy a tal calle, que se encuentra entre tal y tal otra.

Taxista: “¿Por donde quiere que vayamos?

Yo: Pues no sé... supongo que por tal calle...

Taxista: Es que podemos ir por tal, por pascual, por maracuya...

Yo: Mire, por donde sea más rápido y esté mejor de tráfico

Taxista: ¡Señora! (encima me llama señora, el muy...) Es que ahora el tráfico está igual en todas partes

Yo: Pues por maracuya...

Taxista: Y una vez allí... ¿Torcemos por tal o por cual calle? (con tono borde, como si me estuviera haciendo un favor)

Yo: Por esa misma...

Taxista: ¿Pero por cuál? Es que le he dado dos opciones, señora (y dale Perico al torno con señora)

He resumido la conversación que duró casi todo el camino, y venga preguntas, y venga preguntas... A estas alturas ya no sabía si asesinarle, si tirarme en marcha o si no pagarle una parte proporcional de guía a la llegada... Yo, que me pierdo en el salón de mi casa, de verdad, que tengo un grave problema de orientación... ¡Cojo un taxi para que el taxista decida por mi, por favor! Porque confio en que es un profesional que sabe cómo llegar a los sitios... Y más ahora que los tiempos han avanzado que es una barbaridad y que cuentan con un aparato tan maravilloso como el GPS... No señor, no está justificada tanta duda...Finalmente llegué, no sé muy bien por donde... y el taxista sobrevivió a mi ira, que no es poco...

Segundo ejemplo: Peluquería

Peluquera: ¿Cómo te corto?

Yo (leyendo el Vogue, cosa que solo hago en la peluquería por lo que es un momento que intento disfrutar en silencio): Quiero que me mantegas el corte que llevo (cortito y sencillísimo, de verdad). Me peino con la raya a la derecha y me lo dejas rizado, que hoy llueve...

Peluquera: ¿Y el flequillo?

Yo: Me lo cortas un poco, pero lo justo para que no se me meta en el ojo...

Vuelvo al Vogue, ilusa de mi, pensando que había dado las ordenes oportunas...

Peluquera: Entonces, por detrás más corto que por delante ¿verdad?

Mi yo interior: ¿Es que no tienes ojos en la cara? ¿Qué no has entendido por mantener el corte?

Mi yo adulto y educado: Sí, como lo llevo ahora, como escalonado...

Peluquera: ¿Y el flequillo también te lo rizo?

Mi yo interior: Quita esas tijeras de mi vista, por favor, que no respondo...

Mi yo adulto y educado: Como veas... lo dejo en tus manos...

Vuelvo al Vogue y me centro en una entrevista con una actriz de moda...

Peluquera: ¿Te pones fijador para sacar el rizo? ¿Y en qué hemos quedado con el flequillo?

Argggg!!!!... De verdad, yo soy una mujer bastante controladora, me gustan que las cosas estén tal y como yo quiero y que el taxista vaya por donde yo le diga y la peluquera corte el pelo como a mi me apetece... Pero también es cierto que estoy cansada de tomar decisiones, que al igual que yo me lanzo a la piscina en mi curro, espero que el resto de profesionales ponga de su parte y aporte un poco de su conocimiento para hacerme a mi la vida más fácil, siguiendo mis indicaciones, pero de manera profesional... Lo que yo quiero es dejar de pensar un rato y que otro me solucione problemas de marca menor... ¿Es mucho pedir?...


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