Lo he titulado así porque creo que es de ley que todo el mundo sepa que a la gallega es lo mismo que a feira. Recuerdo la anécdota del camarero gallego que se acerca a servir a una mesa ocupada por forasteros y pregunta qué van a tomar, le piden pulpo a la gallega y ya que se retiraba, interrumpe "la cursi de turno" y lo llama diciéndole: ¡Oiga! ¿Le importaría traerme a mí el pulpo a feira? (Chistaco) xD.
Es evidente que como los gallegos, pocos manejan el pulpo, y otras muchas más cosas. Esta receta es la que yo sé hacer y que creo más se aproxima a la que se hace en nuestra querida Galicia.
Ingredientes:
- Pulpo.- Sal gorda.- Aceite de oliva virgen extra.- Sal en escamas.- Pimentón dulce.
Elaboración:
Es mejor comprar un pulpo grandecito, de dos kilos aproximadamente son mis preferidos. Pedid al pescadero que os limpie la cabeza de vísceras y retire el pico (es más cómodo para nosotros). Lavar bien en casa debajo del grifo y dejar escurrir un rato antes de congelar. Mantener en el congelador varios días.
Descongelar dentro del frigo, no se hace necesario que esté totalmente descongelado.
Usad para cocerlo una olla exprés, la mía es la de toda la vida, la tradicional. Llenad a la mitad con agua y poned un poquito de sal. Lavad un corcho (¡de plástico no sirve!) y echadlo en el agua. Volvemos a enjuagar el pulpo y cuando el agua hierva lo sumergimos del todo. Cerramos la tapadera y lo tenemos durante treinta minutos hirviendo, a partir del giro de la válvula. Dejamos templar dentro.
Sacamos y cortamos en trozos de similar tamaño con unas tijeras y lo colocamos en tablita de madera.
Regamos con el aceite, esparcimos el pimentón y ponemos algunas escamas de sal por encima.
Servimos templado.